Revista Espiritualidad

DE APRENDICES, MAESTROS y PERMANENCIAS

Por Srigangamata @SRIGANGAMATA

Hoy, mientras volvía a ver esa hermosa película “El Discurso del Rey” , la asociaba con las reglas de trabajo de la adorable Nanny McPhee :

“Cuando me necesiten, pero no me quieran, me deberé quedar.
Cuando me quieran, pero ya no me necesiten, Me deberé ir”

  • “Cuando me necesiten, pero no me quieran, me deberé quedar:

Para todos aquellos, que tenemos como misión asistir al crecimiento del individuo a través de los desafíos que la vida le propone, la bienvenida puede ser encantadora. Pero pronto, con el ejercicio de espejar y sembrar Disciplina para cosechar Rediseño,  la relación se torna por momentos tensa, cuestionada, ríspida incluso.
Somos “los mensajeros” de la Evolución que el individuo a diseñado para sí mismo; y siempre es mucho más fácil atacar al mensajero que abrazar el mensaje.

(Como ese” firme” propósito de “cambiar a una vida más sana” que empieza por la entusiasta inscripción en el gimnasio y termina con unas primeras semanas de cuestionamiento a los horarios, los trainners, las iluminación, la buena onda… lo que sea con tal de exorcizar el pudor por un cuerpo que de tanto descuidar no responde y duele al ser disciplinado, y la incertidumbre de ser capaces de lograrlo.)

Pero, el mensajero no es importante, nosotros los sabemos, y lo único que importa es el modo en que el individuo incorpora, “se pone en el cuerpo” , ese mensaje hasta convertirlo en una parte tan propia que marca un renacimiento.
Así que aprendernos a ser impermeables a toda la reacción, aprendemos a corregir caminos pero sin abandonar la meta, aprendemos a respetar la opinión que el otro tiene a pesar de que nace de un momento de tormenta emocional y puede ser irritante, cuando no ofensiva.
Aprendemos que es similar a la lucha reactiva que establece el adolescente, y es similar porque nace de los mismos motivos; la profunda angustia que acompaña al un cambio revolucionario de identidad. Entonces pelear con nosotros, cuestionarnos es más fácil (y liberador) que navegar la incertidumbre y el desconcierto.
Sabemos que toda esa revolución emocional es sinérgica con nuestro trabajo y debemos quedarnos.

(Claro que también aprendemos a poner límites que definan hasta dónde es proceso y hasta dónde ya es escape usándonos de excusa, e incluso aprendernos a declararnos incompetentes cuando reconocemos que no tenemos la capacidad necesaria para trabajar con ese individuo en particular.)

  • Cuando me quieran, pero ya no me necesiten, Me deberé ir”:

El proceso está terminado, el objetivo cumplido y nuestro servicio ya no es necesario.
Si nuestro trabajo estuvo correctamente hecho, el resultado no es mérito nuestro, y es momento de soltar.
Un momento complejo que está lleno de orgullos por el otro, y por nosotros mismos por un trabajo que construyó valor, de añoranzas por adelantado, de una dicha profunda y algo de tristeza.
“Como todo buen trabajo de servicio, nosotros debemos retirarnos cuando empieza el usufructo del mismo, nuestro trabajo es servir las mesas, el de ellos es alimentarse y gozar”
decía mi Bienamado Maestro de Tantra en relación al camino del Servicio.

  • La excepción (que confirma la regla?) :

Hay una única excepción válida.

Y nace cuando el individuo se declara un Aprendiz Permanente de Sí Mismo y nos hace el inmenso honor de elegirnos como Tutores y Guías de ese aprendizaje.
Y se torna “excepción”, justamente porque la necesidad deja de estar presente.

El trabajo juntos no permanece por necesidad, permanece por mutua elección. No lo mueve la incertidumbre de no saber qué restará no continuarlo, sino la certeza de lo que sumará esa continuidad.

Entonces la misión se ve recompensada con la oportunidad deslumbrante de verlo evolucionar, crecer, mutar, multiplicarse en sí mismo y de estar presentes para él a cada paso, según lo necesite y lo elija.
Y así el ida y vuelta de esa relación es poderosamente sinérgico, los roles se pierden y la danza MAESTRO-APRENDIZ es prolífica en rotaciones y giros.
UNA GENUINA DANZA DE LA DIVINIDAD.

En este momento de mi vida,  transito por el papel de acompañante silenciosa en esa última danza en la Materia de mi Mentor, mi Maestro, y un de los más enriquecedores danzarines de la Divinidad conmigo.

Esta es su danza, pero como siempre la danza de Tanathos es para los que observan, no para los que bailan. Él recorrerá su proceso con el mismo espíritu sabio de siempre y se desprenderá de el cuando lo crea terminado, cuando ya no quede nada que amprender con este cuerpo. Y yo seguiré aprendiendo, también de esto.
Hoy como siempre, pero más que nunca: bendigo no haberlo dejado ir al final de los primeros objetivos, me valoro no haber declarado nunca su trabajo como terminado, agradezco haber tenido la inspiración de continuar la danza del aprendizaje de mi misma con él como uno de los más grandes compañeros.

Porque yo también cuestioné, enfurecí, replantee, abandoné.
Salí de mis sesiones, henchida de orgullo, destruida de pudor, desorientada, satisfecha, frustrada, desilusionada, triunfante, esclarecida, confusa, con la idea de seguir, con la idea de no volver, y hasta sin tener idea de para qué hacerme idea.
En fin… salí de mis sesiones como todo aprendiz, movilizada, desafiada, humana, ni más ni menos. Pero siempre me acompañaba el tabajo valioso de mi Maestro,  y volvía para seguir danzando.

Este momento me invita además a renovar mi consciencia sobre la responsabilidad que significa ser elegida para acompañar los autoconocimientos permanentes y ha renovar mi compromiso y mi disciplina en ello.

Me siento bendecida, desde ambos roles de la danza, que es decir desde lo más luminoso de mi Alma.

Mi gratitud a todos aquellos que me eligen para acompañarlos en ese rediseño continuo, quiera la gracia divina concederme la habilidad para honrar con eficiencia esa elección y el Amor que significa.

Y mi perpetua gratitud hacia ese gran Danzarín , Arquitecto, Maestro y Amigo que ha echo del mundo de todos, y del mío particular, un lugar mejor con cada acto.

OK MAESTRO, YA SÉ A DONDE QUIERO LLEGAR,
AHORA, UD QUE ES MÁS SABIO, PROPONGA EL CAMINO

(Y aunque esta vez se vea muy duro…GRACIA, SIEMPRE)

NAMO VHA
Autora: Sri Ganga Mata
(Todos los Derechos Reservados)


Volver a la Portada de Logo Paperblog

Dossier Paperblog

Revista