El consumo colaborativo está muy presente en el mundo textil. Actualmente existen multitud de plataformas que ofrecen a sus usuarios poder acceder a nuevas prendas sin tener que pasar por la tienda tradicional. Ya sea mediante trueque, préstamo o venta de segunda mano, tanto online como offline, las opciones para seguir consumiendo de una manera más eficiente son muchas y muy variadas. Como otros muchos sectores, la industria textil lleva consigo un fuerte impacto social y medioambiental: agotamiento de materias primas, mano de obra, consumo de agua y energía, toxicidad... Concretamente un estudio realizado por Aitex (Instituto Tecnológico Textil) afirma que se emplean más de 11.000 litros de agua en fabricar el look completo de una mujer.
Ante datos tan impactantes como estos, son cada vez más las empresas e instituciones del sector textil que van tomando conciencia social y son muchas las iniciativas de reciclaje que ya se han puesto en marcha en todo el mundo. Poco a poco aparecen alternativas más ecológicas en el sector como tejidos orgánicos, fábricas que asumen compromisos con una disminución en la emisión de CO2...
"De Armario a Armario" es una novedosa iniciativa de intercambio de ropa impulsada por Mariola Marcet que, al más puro estilo boutique, reinventa el trueque de prendas de vestir, en un ambiente sofisticado rodeado de música, cupcakes y copas de vino. Ahora, con la iniciativa "De Armario a Armario" todas esas prendas en buen estado que ya no nos ponemos pueden tener un segundo hogar a la vez que conseguimos renovar nuestro vestuario. El sistema es muy sencillo: la ropa que ya no utilizas se intercambia por puntos, que se canjean por otras prendas de vestir. La
El pasado 13 de junio tuvo lugar la 13ª edición de intercambio de ropa de esta popup store valenciana que cumple 3 años sin superstición alguna. La comunidad alrededor de esta iniciativa lo celebró con una gala benéfica a favor de la AECC.
El consumo colaborativo offline también tiene su lugar destacado entre las iniciativas que giran en torno a la ropa, creando además una fuerte comunidad de personas alrededor de la misma gracias al contacto fuera de la red. En este caso concreto, dedican en su blog un apartado a experiencias de vida contadas a través de las prendas.
En México ya lleva unos años en funcionamiento Trueque y Maroma con una idea casi idéntica.
Hay múltiples ejemplos de plataformas online para el intercambio, préstamos o venta de ropa. Desde Madrid nos llega La Más Mona, un marketplace fundado en noviembre de 2012 que se propone poner al alcance de las mujeres vestidos de lujo sin tener que realizar una gran inversión y pretende convertirse en el mejor aliado de las mujeres que tienen "el armario lleno pero nada que ponerse".
Con ya más de 85.000 usuarias registradas y unas 2.500 visitas únicas al día, la novedosa idea de "alquilar lujo" está teniendo muy buena acogida entre las mujeres españolas, según afirman desde esta iniciativa.
Con más de 1.200 alquileres completados hasta el momento, Lamasmona.com cuenta ya con un stock de 500 prendas de vestir y más de 300 accesorios de un total de 55 diseñadores tanto nacionales como internacionales, entre los que destacan Ángel Schlesser, Amaya Arzuaga, Nihil Obstat, Jorge Vázquez y Miguel Palacio entre otros.
Cómo funciona
El proyecto a ido madurando. Con el tiempo se vio que aunque las clientas se animaran a alquilar en vez de comprar, seguían teniendo los armarios llenos y muchas cosas que no usaban. La Mas Mona vió la oportunidad en crear un espacio donde mujeres pueden alquilar lo que otras ya no usan y así entre todas rentabilizar sus armarios. Así surgió el llamado Club Vintage.
Los productos quedan en "consigna" de la startup durante 6 meses para simplificar su alquiler (un modelo mixto P2B2P muy interesante de cara al futuro del consumo colaborativo). Cada vez que un vestido o accesorio del club vintage se alquila, la dueña recibe el 50% del precio de alquiler que se ha asignado a su producto. Reciben un email automático cada vez que su vestido ha sido alquilado y reciben el pago al final de cada mes.
Se trata de un nuevo espacio en Barcelona que quiere desligar el consumo de ropa de su propiedad. Para ello ofrecen a sus clientes un modelo de suscripción, que permite a los socios del establecimiento "alquilar" tres prendas a la vez por 15 euros al mes.
De momento cuentan con 400 prendas para prestar y van creciendo poco a poco, según apuntan las fundadoras, dos hermanas alemanas afincadas en nuestro país. Para ellas, este tipo de iniciativas está creciendo no sólo debido a la crisis, sino también porque compartir está de moda.
Acceso vs. no tengo nada que ponerme
Todas estas iniciativas, tanto online como offline, ya sea por puntos, suscripción o alquiler, nos permiten estrenar prendas sin tener que hacer muchos números y sin saturar nuestros armarios. A la vez, permiten a las personas que tienen mucha ropa acumulada rentabilizarla y aligerar roperos favoreciendo así la circulación. Si a eso le sumamos la creación de comunidades alrededor de la moda, nos encontramos con una fuente casi inagotable de opciones a la hora de vestir sin destrozar presupuestos.
Y tú, ¿qué te pones hoy?
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