Por casa del poeta Garcilaso de la Vega se tuvo durante muchos años, erroneamente, este lugar, y así se recuerda en una lápida colocada en 1900 en una de sus fachadas y que todavía allí permanece. Las dos imágenes más antiguas muestran el abandono en que se encontraba el inmueble en 1983, visto por dentro desde la plaza de Padilla y por fuera desde la cuesta de Garcilaso, en contraposición con el aspecto que, desde idénticos emplazamientos, ofrecen a día de hoy, con el centro municipal que allí se levantó.