Decir que es una novedad el uso reiterado por la industria cinematográfica de un mismo personaje que ha conseguido atraer en algún momento el favor del público espectador sería faltar a la verdad porque desde sus inicios la parte comercial de esa industria ha decidido que la rentabilidad de una película es un factor a tener en cuenta.
Quizás la diferencia la hallemos en que en los últimos años parece que dicha rentabilidad es el único factor a tener en cuenta, pasando de ser un elemento más a ostentar la consideración del único a tener en cuenta como decisivo.
Así, quisiera señalar de entre muchas tres sagas que en este año que estamos acabando han ofrecido una nueva película basada en personajes ya conocidos en más de una ocasión por un público que se está acomodando y admite lo que desde mi punto de vista son tomaduras de pelo.
Empecemos por la que puede resultar más polémica: la última sesión del duo Christopher Nolan / Christian Bale, The Dark Knight Rises (El caballero oscuro: La leyenda renace) es en mi opinión la más mala, la más maniquea, la más absurda, la que tiene el guión más risible de las tres que iniciaron su andadura en 2005; siempre se ha dicho que las películas de héroes precisan de un oponente a su altura, de un villano cuya derrota sirva para enaltecer las supuestas virtudes del protagonista. En este caso, el villano es un fortachón de tres al cuarto con muy malas pulgas pero que al Batman habitante en cualquier tebeo no le serviría ni para calentar los músculos.
Además, la absoluta falta de lógica en la trama, adornada con unos personajes cada vez más caricaturescos hace que incluso la presencia de una actriz como Marion Cotillard resulte dolorosa por la pérdida de tiempo que supone desperdiciar el talento en un personaje vacuo provisto de diálogos propios de una redacción de niños. Lo único potable (y es una filia personal) es la aparición de Catwoman, incorporada por Anne Hathaway, que precisamente está negociando ahora una nueva versión del personaje, esperemos que más apropiadamente presentado al disponer de más metraje.
Las disquisiciones pseudo-filosóficas de Nolan no ocultan, como tampoco lo hicieron antes, las carencias de fondo intelectual y el descuido del lado más tenebroso de ese caballero de negro que se mueve más por la venganza que por la justicia que en cualquier caso sería tomada por su mano, lo que a todas luces permitirá algún día que un cineasta pueda presentar al personaje con la ambivalencia moral que le corresponde, sin final feliz que le absuelva.
Curiosamente, los cinéfilos inscritos en imdb otorgan la siguiente puntuación:
Batman Begins / 2005 / 496.048 votos / 8,3
The Dark Knight / 2008 / 850.908 votos / 9,0
The Dark Knight Rises /2012 / 463.816 votos / 8,7
Tráiler
Otro personaje que también se ha ido desarrollando en este siglo que vivimos es el creado por el escritor Robert Ludlum (que falleció sin saber de su éxito cinematográfico), el agente ultra súper secreto Jason Bourne que en sus tres primeras apariciones fue interpretado por Matt Damon y que ha tenido en Tony Gilroy el hilo conductor, pues además de haberse ocupado de los guiones de las cuatro últimas películas basadas en los caracteres inventados por Ludlum, después de los mareos causados por Paul Greengrass en 2007 decidió que iba a dirigir la película titulada The Bourne Legacy (El legado de Bourne) en la que ni aparece Bourne ni tampoco Matt Damon y uno tiene siempre la sensación que el bueno de Damon se olió la tostada y decidió pasar el papelón a otro y así aterriza en la saga Jeremy Renner que viene a ser un sinónimo de Daniel Craig, recio, varonil y expresivo como un corcho y no tienen otra idea que darle como acompañante a Rachel Weisz que naturalmente se lo come con patatas a la primera mirada, planeando como está sobre toda la película la desgracia de contemplar a un tipo como Edward Norton que debe andar el pobre muy necesitado de buenos emolumentos porque lleva una racha que ya, ya, ya está bien, homme....
Otra película que pretende ser una nueva versión pero que no lo es, porque el personaje del título tan sólo aparece en una foto apenas treinta segundos, lo cual no deja de ser un engaño publicitario tan grande como el monte Sinaí: uno ya sabe a qué atenerse y es consciente que el producto se las trae, pero espera por lo menos que haya acción de la buena, que la adrenalina corra y el espinazo se tense, pero lo que encontramos es un galimatías sin orden ni concierto, con unas frases mal redactadas en unos diálogos que son lamentables al servicio de un guión descabezado de principio a fin, dejando los hechos y los actuantes total y absolutamente inconexos, apenas hilvanados con hilo de seda, frágil e invisible y además con mucha menos acción de la esperable en un producto que no puede aspirar a nada más que entretener un ratito, porque el amigo Gilroy ya se ha ocupado desde el primer momento de alejar cualquier cuestión moral en unos personajes que, de verdad de la buena, podrían revestir con un mínimo de cuidado cierta complejidad que les haría más atractivos: la existencia de las llamadas cloacas del estado, los experimentos científicos al margen de la moralidad y las motivaciones personales ni siquiera reciben un apunte, permaneciendo la impresión que, realmente, les importa todo un pimiento y que tan sólo pretenden ofrecer castañazos y ruido con los que adormecer neuronas y vaciar taleguillos. Y lo consiguen, aunque con verdaderos pestiños.
Las votaciones, en este caso, son:
El caso Bourne / 2002 / 228.772 votos / 7,9
El mito Bourne /2004 / 194.643 votos / 7,7
El ultimátum de Bourne /2007 / 266.878 votos / 8,1
El legado de Bourne /2012 / 61.519 votos / 6,8
Tráiler
Lo de las votaciones en imdb, con las que no suelo estar de acuerdo, no deja de ser una evidencia del gusto del espectador medio, con el que uno puede coincidir o no y a partir de los datos establecer la confianza en los criterios de la mayoría en justa correspondencia con los de cada cual y como que ahí entra el factor "gusto", tan subjetivo, podemos establecer calificativos sorprendentes.
Como sorprendente me ha resultado catar por mí mismo y en pantalla grande, que es donde hay que ver cine, aunque luego duela, la película que se supone cierra una saga que ha levantado pasiones: basada en las novelas románticas de ambientes vampirescos escritas por Stephenie Meyer (que ya tuvo un éxito colosal con las novelas) y guionizadas por la danzarina Melissa Rosenberg, la película titulada The Twilight Saga: Breaking Dawn - Part 2 (La saga crepúsculo: Amanecer - Parte 2) ha sido dirigida por Bill Condon y está consiguiendo unas recaudaciones asombrosas, quizás por el morbo añadido de los problemas matrimoniales de sus dos protagonistas, el pasmado Robert Pattinson y la guapa -pero menos- Kristen Stewart, arropados por un elenco de actrices y actores que componen una pandilla de vampiresas, vampiros y hombres lobo que al amigo Drácula - Christopher Lee - no le durarían ni lo que tarda el sol en penetrar en su lóbrega mansión, aunque todos estos viven cómodamente en una casa en medio de la campiña la mar de arregladita sin dar golpe ninguno, lo que no acabo de entender cómo no levanta sospechas en los vecinos.
Fue una experiencia casi soporífera pero me mantuve alerta por el sentimiento de camaradas que nos impregnó a los cuatro varones que estábamos en la platea el otro día, rodeados de cientos de féminas de toda edad y condición, algunas más maltrechas que las otras pero todas embobadas por una trama romanticona más que romántica, simple, increíble y tramposa, un verdadero fenómeno sociológico que gentes con estudios deberían examinar detenidamente no vaya a ser que la raza esté cambiando más de la cuenta y lo de ser vampiro u hombre lobo vaya a convertirse en una propuesta a considerar, sobre todo porque ninguno necesita comer y, manteniendo su cabeza unida al cuello, son inmortales, aunque no tengo muy claro que eso sea ninguna ventaja.
La propuesta me ha resultado risible en todos los aspectos porque el guión una vez más parece escrito en una noche de luna nueva sin disponer siquiera de la lumbre de un porro durante todo el proceso de redactado y la dirección de Condon es funcional y poca cosa más, pareciendo el conjunto un telefilme con algo de medios, tampoco se vayan a creer que muchos, y el grupo de intérpretes evidentemente el día que daban clases de expresión corporal se fueron todos juntos a la taberna, porque ni saben cómo colocarse ante la cámara ni se mueven con más gracias que un pasmarote: para un neófito como yo el conjunto resultó alucinante, eso sí: increíble por todos los lados, por mucho que en la sala sonara algún silbido, bastantes suspiros y muchos aplausos, como condimento inexcusable a una sesión difícil de olvidar.
En este caso, las votaciones de imdb son todavía más curiosas si nos atenemos a los buenísimos resultados económicos producidos por la saga:
Crepúsculo /2008 / 219.492 votos / 5,3
La saga Crepúsculo: Luna nueva / 2009 / 141.224 votos / 4,5
La saga Crepúsculo: Eclipse /2010 / 111.133 votos / 4,8
La saga Crepúsculo: Amanecer - Parte 1 /2011 / 104.324 votos /4,8
La saga Crepúsculo: Amanecer - Parte 2 /2012 / 55.475 votos / 5,9
Tráiler
Como vemos, tres sagas que se han desarrollado en diez años con características diferentes: tres, cuatro y cinco títulos con unos intervalos distintos en sus estrenos y casualmente -o no- la saga con menos títulos es la que mantiene la puntuación más elevada aunque en mi opinión excesiva: probablemente el fenómeno Crepúsculo habría que compararlo con otras sagas, como la de Harry Potter, pero esas han sido las tres últimas películas que he visto y me ha parecido que rematarlas juntas sería más interesante (aunque más laborioso, también) que por separado, porque lo cierto es que ninguna me ha gustado y lo peor es que uno acaba teniendo la sensación que ese trío es muy representativo de lo que podemos esperar de la industria de Hollywood en los próximos años, similar a un camino de bajada dantesco a poco que señalemos la existencia de otras sagas de calidades iguales o peores.