Este verano decidí no viajar tan lejos y fui a la Patagonia. Empecé por Argentina y luego pasé a la Carretera Austral en Chile (lo que resultó una aventura).
Todo empezó a mediados de enero, con un avión de Aerolíneas Argentinas a Bariloche y un taxi a Aeroparque porque cuando salí de casa todavía era de noche. Despegamos a las 8:10 y aterrizamos dos horas después.
¿Por qué Bariloche si ya lo conozco? Bueno, Bariloche nunca aburre y hay vuelos de varias aerolíneas por lo que uno puede buscar precio. Además, ¿sabían que Bariloche está dentro del Parque Nacional Nahuel Huapi? Lo malo es que si bien en temporada alta aumenta el flujo de gente en la ciudad rionegrina, el municipio no aumenta la frecuencia en el transporte y se forman largas filas. Así comenzó mi viaje: esperando el colectivo 72 que va del aeropuerto al centro de la ciudad y viendo cómo iba juntándose más gente y más gente. Temí no poder entrar al colectivo. Y el problema es que pasa cada dos horas. Pero al final todo salió bien y subí al colectivo de las 11:15hs. El 72 pasa por la terminal y luego va al centro de Bariloche. Me dejó a dos cuadras del departamento que había alquilado por Airbnb. Sinceramente recomiendo hospedarse ahí. No tiene cocina, pero la ubicación es genial. Cuenta con una pava eléctrica para prepararse el desayuno, un balconcito y obviamente un baño (diminuto, pero un baño al fin). Eva, la anfitriona, es muy amable y me dejó instalarme antes de la hora del check in. Mejoraría con una heladerita y unas cortinas black out, mas ese último es un problema que encontré en casi todos mis alojamientos en el sur.
Tenía hambre y sueño, pero el hambre pudo más. Fui a Ren, un restaurante vegetariano con comida para llevar. La comida es rica, pero nada de otro mundo. Creo que le falta variedad. Después de comer me acosté un rato aunque no sé si llegué a dormir.
Me levanté y salí a recorrer el Centro Cívico y la calle principal. Compré un pullover, algunas especias patagónicas, comí un helado en Mamuschka (chocalate al limón y multifruta) y cené empanadas de La 10. Son caras, pero al menos probé de cordero, carne cortada a cuchillo y hongos.
Al otro día decidí ir a conocer el Cerro Campanario. Tomé el colectivo 20 que va al Llao Llao y me bajé en el km 17,5 (la parada está enfrente del sitio). Nuevamente el colectivo iba llenísimo. Era como viajar en una lata de sardinas. Subí en la aerosilla. Debo confesar que una vez en la cima el paisaje es impresionante desde todos los ángulos. Se había levantado mucho viento así que entré a la confitería y tomé un chocolate caliente con un brownie. La bajada del cerro en la aerosilla con vista al lago fue hermosa.
Volví al centro y como no quería gastar mucho, comí el combo del día en Mostaza.
Comenzó a refrescar cada vez más. Fui a la Feria Artesanal y antes de las 17hs estaba en la agencia donde había contratado una cabalgata por el Cerro Los Leones. Vino a buscarme Gerardo, el dueño. Fue muy amable, pero todo se atrasó porque el resto del grupo suspendió a último momento y los caballos no estaban. En vez de iniciar la cabalgata a las 18, lo hicimos a las 19hs. Fue una hora de cabalgata en vez de dos (tal vez porque estaba sola y uno tarda más en grupo o porque estaba bajando el sol y refrescaba a cada minuto). Excepto esto, me gustó recorrer el cerro cruzando arroyos. Mi caballo -Inti- era muy tranquilo así que lo pasé bien.
Gerardo me dejó en el centro. Por suerte encontré el supermercado Todo en la calle principal que vende comida para llevar. Compré una milanesa y una bomba de papa en la rotisería y un tomate en la verdulería. Esa fue mi cena.
Al otro día sí tenía una excursión largamente esperada, una excursión que no muchos conocen y que fue fabulosa. Había reservado mi lugar por whatsapp. Lo primero fue ir en colectivo a Bahía López con el colectivo 10, con la preocupación de que si lo perdía ya no iba a llegar. Pero lo tomé a las 8:10 y pude ir sentada. Me preocupé un poco porque se atrasó en Colonia Suiza (precioso el Mirador del lago Moreno que vi desde el colectivo) pero llegué bien. Especialmente porque salimos más tarde ya que el grupo más grande también se había atrasado.
La excursión al Brazo Tristeza consiste en una navegación por un brazo no tan conocido del Nahuel Huapi que finaliza en un denso bosque al que sólo se llega en barco. Con un bote nos bajaron a una playa virgen y caminamos por un sendero de coihues hasta la misteriosa cascada Frey que impacta por su belleza y que, desafortunadamente, no es fotogénica. Es un lugar mágico al que sólo llega ese barco. No tengo palabras. Fue increíble. Nadie quería irse del paraíso.
Ya de nuevo a bordo en el barco almorzamos panzottis de verdura con salsa mixta (habíamos desayunado con ricos budines). En conjunto, fue una gran experiencia.
Como llegamos más tarde de lo calculado y había perdido el colectivo de vuelta, la guía me llevó en auto hasta uno de los senderos del Llao Llao. Ahí aproveché a caminar hasta un bosquecito de arrayanes. Me encantó. De ahí fui hasta el hotel Llao Llao. Hay una parada abajo, pero subí a la puerta del hotel puesto que el colectivo 20 sale de arriba y quería viajar sentada. ¡Lo conseguí! Mejor, porque tardé bastante en llegar por el tránsito de la avenida Bustillo.
Aproveché mis últimas horas en Bariloche para comer un helado en Rapanui (chocolate al 80% y berry champ). Caminé un poco por el Centro Cívico y cené trucha en La Esquina. Buen precio, pero demasiadas espinas.
Listo Bariloche, al menos en este viaje.
PENDIENTES: Originalmente quería ir de Bariloche a Villa Traful para navegar sobre el bosque sumergido. Sin embargo, descubrí que los buses que van de Bariloche a Traful lo hacen sólo de jueves a domingo. Hay combis que salen todos los días desde Villa la Angostura, pero los horarios no me coincidían. La empresa se llama La Araucana. No tendré más opción que volver…También vi que hay paseos en velero a la isla Huemul. Lamentablemente, el día que tenía libre había mucho viento y el puerto estaba cerrado. Pueden consultar aquí: velero Fantasma, El Orgulloso.
Otros sitios: criadero de truchas de Colonia Suiza, bar de hielo. Me dijeron que hay un lindo paseo desde el Refugio Neumeyer. Asimismo hay varios senderos en el Valle del Challhuaco.
Al día siguiente fui a la terminal con el 20. Había comprado con tiempo el pasaje a El Bolsón con la empresa Vía Bariloche. Salimos puntualmente a las 9:30hs. Dos horas después llegaba a El Bolsón. Es importante saber que no tiene una terminal de modo que cada bus parte o llega a un sitio diferente. Caminé al hotel Amancay y me instalé. Originalmente había reservado en el Residencial Las Margaritas, pero me cancelaron la reserva ya que la dueña tenía un problema serio de salud. Ahora cambió de nombre y se llama Residencial del Turista. El hotel tiene una buena ubicación. Lo bueno del hospedaje: desayuno incluido, limpieza, ducha caliente, calefacción, atención. Lo malo: no llega el wifi a la habitación, dejé medio sandwich de milanesa para que me lo guardaran en la heladera y al otro día no estaba.
Lo primero que hice, obviamente, fue ir a la famosa Feria de Artesanos que está en la plaza los jueves, sábados y domingos. Es de locos. Se puede comprar de todo, desde semillas y frutas a souvenirs y tintura para el pelo. También hay varios puestos de comida con porciones abundantes y precio accesible. Yo comí una empanada frita de carne y dos tarteletas de verdura. Acompañé mi almuerzo con un licuado de frutilla. Las milanesas que vi que vendían eran pantagruélicas.
Después fui a Grado 42, la agencia adonde tenía reservada una excursión para la tarde. La excursión más importante para hacer es la del Cajón del Azul, pero es una excursión de todo el día y yo no tenía tanto tiempo. Hice entonces el circuito del Río Azul.
La primera parada de la excursión fue en Cascada Escondida adonde realizamos una pequeña caminata mientras la guía nos explicaba sobre la flora del lugar. De ahí fuimos a la cosa del río Azul (el mismo que se encajona). Estuvimos un rato disfrutando de su paz. Yo caminé bordeando el río sintiéndome en comunión con la naturaleza. Después fuimos al mirador del valle y ascendimos a Cabeza de Indio, una formación rocosa que esculpe el perfil de un rostro humano. Muy linda excursión de medio día.
Ya en el centro, fui a comer un helado de murra y chocolate brownie en Jauja, una heladería que amé y que lamento que no tenga sucursal en Buenos Aires. Si van, prepárense para hacer cola porque todo el mundo quiere los helados de Jauja. Especialmente en El Bolsón.
Después pasé al supermercado y encontré una rotisería económica – Roti Sara – donde compré un sandwich de milanesa. Me comí la mitad en el comedor del hotel y, como no tenía más hambre, pedí si podían guardarme la otra mitad en la heladera para el otro día… y ya sabemos cómo terminó eso.
A la mañana siguiente, después de hacer el check out y dejar mi valija en recepción, fui en auto a Lago Puelo con una pareja que había conocido en la excursión del día anterior. Hay que pagar la entrada porque es un Parque Nacional ($160). Llegamos justo a las 11hs, hora en que partía una navegación al límite con Chile. Me interesaba el paseo, pero no quisieron venderme el pasaje con tarjeta. Sólo efectivo. Me quedé con las ganas. La verdad es que no fueron nada simpáticos. Hay maneras y maneras de decir las cosas.
Ya que no podía hacer la navegación, caminé por la orilla del bellísimo lago hasta la Playita. Hay varios senderos en el lugar. Yo hice dos: el Pitranto Grande y el Bosque de las Sombras. Este último es como entrar en un bosque encantado. Los otros senderos que no tuve tiempo de recorrer eran los del Jardín Botánico, Población Rietman, la Voz del Arce, Faldeo y Mirador del Lago.
Como supuestamente el micro que yo debía tomar salía a las 17hs, salí antes de las 14 hacia El Bolsón. Hacía ya mucho calor. El colectivo cuesta $45 y parte frente al camping Delta del Azul. Para en el pueblo Lago Puelo, que sólo conocí de pasada.
Tomé un helado en Jauja de Boysenberry y chocolate con naranjitas y, tras buscar mi valija en el hotel, salí a las 16:15 hacia la “terminal” de Crucero del Norte que estaba a varias cuadras. La oficina estaba cerrada y a las 17hs comencé a ponerme nerviosa. ¿Y si el micro salía de otro lado? Pero no. Estaba atrasado. Esperé y esperé. Al final me había apurado en el Parque Nacional por nada. Recién llegó a las 19hs!!!! Resulta que el micro venía de Buenos Aires. Encima no sólo paramos en Lago Puelo sino en un mercado donde uno de los choferes compró una tira de asado. Sí, así como lo digo.
Ya pueden imaginar que llegamos a Esquel mucho más tarde de lo estipulado. Terminé cenando una lata de ensalada de atún que me había llevado. Nunca más viajo con Crucero del Norte. Mejor vayan con Vía Bariloche o Don Otto.
DATOS:
- La mayoría de los colectivos en Bariloche funcionan con la tarjeta SUBE, la misma que usamos en Buenos Aires. Los colectivos en El Bolsón se pagan en efectivo.
- Cabalgatas Lo del Paisa en Bariloche. +5492944913521 / +5492944967897.
- El Parque Cerro Leones tiene visitas a las cavernas y a la cumbre. Yo hice el paseo hace un par de años y lo recomiendo. Si no van con auto y no pagan el traslado, pueden ir en colectivo con la línea 33 de la empresa “Las Grutas”. Lamentablemente esa empresa es la única en Bariloche que aún no trabaja con la tarjeta SUBE sino que posee su propia tarjeta. El colectivo tampoco deja en la puerta sino que hay que caminar un poco.
- EXCURSIONES TRADICIONALES para realizar en Bariloche: Cerro Tronador y ventisquero negro, cerro Catedral, Circuito Grande, Circuito Chico, Cerro Otto (teleférico, Euca Bariloche), Isla Victoria y Bosque de Arrayanes, Puerto Blest y Lago Frías. Otras excursiones: Aldea Duende, Parque Temático Nahuelito, Cerro Viejo. También se pude pasar el día a orillas del lago Gutierrez o del lago Mascardi. Hay un city tour desde el Centro Cívico que sale todos los días a las 10, 11:30, 14, 15:30, 17 y 18:30hs.
- Roti Sara queda en Av. Sarmiento 3091. Tel: 4455098. El Bolsón. Tienen sandwiches, tartas, pizzas, pastas, empanadas y pollo al spiedo. Se puede comer bien por 200 pesos o menos.
- EXCURSIONES para realizar en El Bolsón además de las ya mencionadas: Cumbre del Piltri, rafting río Manso, canopy en el bosque, bosque tallado, travesía en kayak, laberinto, cascada Corbata Blanca, parapente, bautismo de buceo.
- Trekking en Lago Puelo: lista de senderos.
- Navegación en Lago Puelo con gente mala onda llamada Náutica Puelo: Circuito límite con Chile a las 11 y a las 16hs, circuito de las bahías a las 14 y a las 17:30hs.
- Traslados a la confluencia del Cajón Azul o Hielo Azul: salidas cada dos horas desde las 9 a las 17hs. Regreso desde las 12 a las 20hs. Tel 0294-154707133, 0294-154417355. $250.
- Cabalgatas en El Bolsón Fofocahuel: 0294-154601211.
- Desde Lago Puelo hay un colectivo que se interna en el Parque Nacional los Alerces y termina en Esquel. Como no va por ruta 40 tarda mucho más. Lleva, eso sí, a la Portada Norte del Parque.
- Si van a algún refugio de montaña, deben registrarse antes. Para llegar por cuenta propia al Cajón del Azul deben tomar el colectivo que va a Wharton. Todos los colectivos pasan por la avenida principal de El Bolsón. Desde Wharton son 6,5 km al refugio La Playita, luego 1,5 km a La Tronconada y finalmente 2km al Cajón del Azul.