Revista Cultura y Ocio

De cómo mi hermano y yo fuimos sacados del armario por nuestros padres

Por Gaysenace

De cómo mi hermano y yo fuimos sacados del armario por nuestros padres

Esta fotografía no se corresponde con la historia


Por S.C. (Honduras)

Creo que la mayoría de las personas que somos ya sea homosexuales, bisexuales, transexuales de alguna u otra forma nos preparamos para ese día donde finalmente "saldremos". Ya sea con la familia, algún amigo, compañeros del colegio, trabajo, etcétera. Lo que a veces no esperamos es que en vez de "salir" bajo nuestras propias condiciones, nos saquen.
Me encontraba estudiando para un examen que tenía en la tarde. En uno de los cuartos  se estaba llevando a cabo una discusión entre mis padres y mi hermano menor de 18 años. Yo ya sabía de qué se podría tratar. De repente, en uno de esos momentos cuando al fin me había podido concentrar se me apareció mi hermano en la puerta. Para mi perplejidad, llorando. Fue la primera vez en mi vida en la que vi que mi hermano no podía articular palabra alguna a causa de su llanto. Cuando al fin pudo, me dijo: “Podés llevarme donde Alicia”Yo: Claro. (Ya me llegó la hora a mi también pensé) ¿Ahorita?Bro: No. Me voy a bañar.Mi corazón ya sabía lo que se me avecinaba. Sólo podía haber una explicación para tal escena. Y en eso, tocaron a mi puerta. Era mi padre.Papa: Subí al cuarto.Juro que en mi vida había experimentado tal reacción fisiológica. Lo leí muchas veces en mis libros de medicina. Ansiedad: Activación del sistema simpático, el cuerpo entra en estado de emergencia. Palpitaciones: Sensación de percibir los latidos del corazón. Es mucho más que eso… No sé ni cómo salieron palabras de mi boca. Todo el recuerdo es un tanto borroso y oscuro. Debe ser lo abrumador que me resulta recordarlo.Mama: “Hija. Dame un abrazo” “Te quiero mucho”, me dijo mientras yo le abrazaba y ella lloraba desconsoladamente. “Tu hermano me acaba de dar una puñalada por la espalda” me dijo sollozando y con la voz trágica que la caracteriza.Yo: ¿Ah? ¿Sí? le contesté sonriendo y con mi voz sarcástica que tanto me caracteriza. (Debo decir que yo hace varios años sabía con certeza que a mi hermano le gustaban los hombres. Aunque él no tenía idea que yo sabía. Nunca se lo pregunté, ni le hice ningún comentario cuando lo descubrí) Mama: Sí. Me acaba de decir que le gustan los hombres. (A todo esto mi papa esta inmutado al lado de ella)Yo: Ya veo…Mama: "Hija, este es el día de las verdades.  ¿A vos te gustan los Hombres?"Yo: "Sí...Y también me gustan las mujeres."Lo que siguió fue un silencio sepulcral de varios minutos. Y vaya que tuve otra serie de reacciones, hormigueo, sensación de que flotaba, que dejaba mi cuerpo, etc.Mi madre volteó a ver a mi padre y articuló: "¿Qué pensás vos de esto?"Mi padre, con cara de asombro (aún no entiendo cómo nunca se lo miraron venir) “Esto no me lo esperaba” (Luego me voy dando cuenta que sí, lo esperaban de mi hermano, nunca de mí).Luego todo está demasiado borroso para recordarlo. Y eso que el recuerdo es algo reciente. Tal vez sea un mecanismo de defensa propio, y algún día recuerde todo con claridad.Pero se dijeron cosas como: ¿Qué hicimos mal? ¡Te dimos todo lo que pudimos! Que mis amistades deben de estarme influyendo. Que a saber lo que veo en la TV e Internet.Y luego entre ellos dos echándose la culpa… Que si quería ayuda, que me llevaban a un psicólogo para que me "curara". A lo que yo respondí:- Hay muchas cosas con las que estoy inconforme en mi vida. Pero esta no es una de ellas. Créanme que he pensado en esto mucho más de lo que ustedes se imaginan y no lo quiero cambiar. Me gusta esta parte de mi vida.Ellos se quedaron en silencio por un rato. Ambos llorando. Nunca antes les había visto tan decepcionados. Y luego me dijo mi madre:- Andate con tu hermano, o llegarán tarde a la universidad.Una vez en el carro, después de pasar un par de incómodos semáforos, y de construirme las palabras para salirle a mi hermano, le dije:- ¿Sabes qué me encantaría? Que mis palabras “Yo lo apoyo. Lo quiero tal como es. Y  tiene mi apoyo incondicional”, resultaran tan reconfortantes como si se las dijera cualquier otra persona full straight. Pero resulta que aunque se las diga no tienen el mismo valor. Ya que yo estoy igual que usted.“A mí me gustan las mujeres” Le dije sonriendo.La expresión de mi hermano fue súper cómica. Nunca la olvidaré. “¡Me estás cargando!” “¡Me estas cargando!” “¡No te creo!” OMG! No lo puedo creer me dijo. (Con su tinte de colores del arcoiris que lo caracteriza) Y después de un rato de risas me dijo: “Claro que tienen igual valor”. No paramos de reír el resto del camino. Cuando al fin llegamos donde Alicia y se bajó del carro, me dijo sonriendo:- We were born this way bitches! (en referencia a la canción de Lady Gaga)Ahora que leo esto no suena tan mal. Debo decir que después se dijeron muchas palabras horribles entre mis padres y nosotros. Más con mi hermano. De alguna u otra forma ellos ven esta "traición" más grave por su parte. Aún no entiendo porqué el hecho de que yo sea mujer lo haga menos problemático. Supongo que hay mas estigma contra los hombres homosexuales que contra las mujeres. En cierta parte los entiendo. Ese día en cuestión de minutos se dieron cuenta que 2 de sus hijos no eran como ellos creían. Me encantaría decir que nuestros padres nos han dicho que nos quieren tal como somos. Que nos van a apoyar y siempre estarán a nuestro lado pase lo que pase. Pero no. Desafortunadamente este no es nuestro caso. Aunque debo admitir que cargo un poquito de esperanza en mi ser. Tal vez un día, no muy lejano, esas palabras sean escuchadas por mis oídos y los de mi hermano. 


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