Revista Comunicación
De como un blog puede llegar a ser el mejor instrumento de conocimiento
Publicado el 27 junio 2012 por RomanasMapa de internet. Wikipedia.
El principal problema que tenemos es que, en lugar de estar debidamente informados, estamos sometidos a un profundo proceso de desinformación que yo no me canso de denunciar ni un sólo momento en mis blogs.
No es sólo que nos estén engañando con lo que pasa verdaderamente con el Real Madrid, RM, eso sólo es una ínfima gota de agua en medio del inmenso océano de la pavorosa desinformación a la que estamos sometidos.
Lo he dicho ya tantas veces que me repugna incluso repetirlo: hasta la aparición de Internet, toda, absolutamente toda, la prensa no es que sea de ultraderecha, es que es esencialmente fascista porque es el fascio más intransigente el que la publica: Murdoch, Berlusconi, Lara, Godó, Pedro J. Ramírez, Luca de Tena, etc., todos ellos no es que sean tipos interesados en engañarnos a todos, es que no saben, no pueden, no quieren hacer otra cosa, no ya sólo porque sus situaciones personales les empujan a ello, sino porque si trataran de hacer otra cosa, las propias falanges fascistas que ellos tanto han contribuido a crear se levantarían, éstas, sí, como un solo hombre y los desplazarían de sus sitiales.
Y la doctrina “científica”, permitanme que entrecomillándola utilice una expresión que trata de hacer entendible parte de los que escribo, no sólo bendice sino que santifica la táctica: una mentira mil veces repetida se convierte en una verdad absolutamente indiscutible (Goebbels, el ideólogo nazi de una corriente doctrinal dentro del campo de la manipulación de masas que se ha impuesto definitivamente) y el mucho más cínico y genial Dulles, jefe de la Cía, que decidió prescindir de la máscara para que se le entendiera mejor: hay que atacar al “enemigo” con medios tanto más perversos cuanto son más eficaces.
Venir ahora a un propietario, o director de un medio de comunicación, y pedirle un mínimo de honradez es como pedirle al Diablo que se confiese con un cura de esos de la Iglesia católica. Risible.
Entonces, emitir juicios, aunque sólo sean para el consumo interno, de uno mismo, es una palmaria gilipollez.
Por sistema, yo creo siempre en lo contrario de lo que sostienen nuestros medios de comunicación, como medida de legítima defensa.
Y esta vieja idea mía me ha sido confirmada, hoy, por un artículo que Lucía/Lisistrata me ha inducido a leer en un medio de información de la otra orilla: http://www.voltairenet.org/Disparos-rusos-de-advertencia y que yo les exijo a ustedes leer con todas mis energías porque cambiarán instantáneamente su manera de ver uno de los problema actuales de la política geoestratégica mundial y que es, en realidad, el que ha motivado todo este comentario mío que precede.
Quiero aprovechar la ocasión para decirles lo contento que estoy con la transformación que se ha producido en mis 2 blogs.
Cuando los inicié, lo hice por una afán explorador que siempre tuvo respecto a todo lo que se halla de alguna manera relacionado con la escritura, y, una vez puestos en marcha, me quedé contemplando esas primera páginas en banco que parecían desafiarme desde la pantalla del ordenador.
Ni por un instante pensé, me atreví a pensar que yo sería capaz de escribir allí algo que interesara a nadie, de modo que dejé aquello recién creado, creyendo que iba a perderse en ese infinito de la red, como sucedió con otras tentativas como la 1ª web que una amiga de mi hija, la doctora en informática, me ayudó a crear en la entonces incipiente terra.es.
Pero me puse a navegar y a leer otros blogs y a interesarme relativamente, es cierto, por las gentes que acudían a algunos de ellos, y, un día, sin darme cuenta, comencé a participar y, luego, cuando me fueron echando de todos ellos, de unos por excesivamente rojo y de otros, por todo lo contrario, no tuve más remedio que comenzar a escribir aquí, pensando, con bastante acierto, que no iba a leerme mucha gente.
Y, ahora, me encuentro con que me lee gente absolutamente increíble que no sólo está de acuerdo con el fondo de lo que yo he pensado siempre, sino que va mucho más allá y me abre campos de información que están cambiando a toda prisa mi manera de entender el mundo.
Es una pena que esto me haya sucedido cuando ya, tal vez, sea demasiado tarde.