La Costa del Sol esconde entre Fuengirola y Marbella una ensenada conocida como Cala de Mijas en la que se prodigan las playas.
Es una costa habitada, ininterrumpida, humanizada desde mediados del pasado siglo, más afortunada en algunos tramos, más desafortunada en otros por ese empeño especulativo que tanto daño ha hecho a los paisajes de la costa andaluza.
Pero más allá de heridas y cicatrices lo que Málaga muestra entre la capital y Manilva es un paraíso del descanso, el ocio, la diversión y, en alguno de sus más selectos tramos, el lujo más rutilante.
La Costa del Sol malagueña vuelve a estar de enhorabuena este 2012.
Administraciones y promotores se han empeñado en devolver a este rincón de la geografía andaluza el brillo que lo convirtió en lugar de cita desde hace años.
Nuestro paseo discurre esta vez entre las playas que nacen en Fuengirola y se extienden hasta Marbella.
Un delicioso arco geográfico que discurre por la parte costera de Mijas y atraviesa calas, playazos, puntas y ensenadas de extraordinaria belleza.