Una de las promesas electorales de realizó Barack Obama durante la campaña electoral de 2008 fue la de cerrar la prisión ilegal de Guantánamo en caso de ser elegido Presidente de Estados Unidos.Cuando está a punto de cumplirse un año de su investidura y con el ‘Nobel de la Paz’ como logro más significativo en política exterior. El Presidente norteamericano quiere dar, de una vez por todas, carpetazo al asunto Guantánamo y para ello tiene previsto comprar una prisión en Illinois para enviar una cantidad limitada de presos procedentes de la cárcel cubana.
Según publica The New York Times, el presidente habría dado orden al Gobierno Federal para que comience a negociar la compra del Centro Correccional Thomson, situado en la localidad de Thomson (Illinois) a 240 kilómetros al sur de Chicago. El remozado centro penitenciario albergaría a presos federales y a un total de 100 presuntos terroristas que actualmente están internados en Guantánamo. “Cerrar el centro de detención en Guantánamo es esencial para proteger nuestra seguridad nacional y ayudar a nuestros soldados a terminar con una letal herramienta de reclutamiento en manos de Al Qaeda”, afirmó un funcionario al rotativo norteamericano.
Al parecer, la prisión de Illinois- construida en el 2001 y cuyo coste habría rondado los 120 millones de dólares- estaría prácticamente vacía. Por lo que no sería complicado acometer las obras de reforma para convertir a este correccional en una prisión de máxima seguridad. Tras hacerse pública esta información varios centros penitenciarios repartidos por todo Estados Unidos- Marion (Illinois), Hardin (Montana) y Forecen (Colorado)- habrían mostrado interés en contar entre sus ‘huéspedes’ a varios de los reos que aún quedan en Guantánamo.
Pero Obama se enfrentaría a un serio problema y es que si finalmente decide trasladar a suelo estadounidense a los 200 presos que aún están recluidos en Guantánamo deberán de ser juzgados por sus vínculos terroristas; ya que el Congreso de Estados Unidos aprobó una ley que así lo exige. Pero la Administración Obama ya ha contemplado posibilidades alternativas y gracias a su mayoría en las dos Cámaras del Congreso están preparando una restricción a esa ley si el Gobierno presenta un plan aceptable para manejar a los reos cautivos en la prisión de la bahía de Guantánamo.
Por su parte, Donald Manzullo, senador republicano y en cuyo distrito se levanta el Correccional de Thomson, ha puesto en funcionamiento la maquinaria mediática de su partido y ha comenzado a lanzar mensajes sobre posibles ataques terroristas si los presos de Guantánamo son trasladados a Illinois. Ocho años después Guantánamo- el legado que Bush jr dejó a la humanidad- sigue constituyendo un problema que tiene una difícil solución.