En Chile se vive una situación muy peculiar, más específicamente en la Segunda División de Fútbol de ese país. Maxim Molokoedov podría haber pasado desapercibido jugando en el club Santiago Morning pero el destino le tenía preparado otro camino.
Maxim fue detenido en el aeropuerto del país trasandino en julio de 2010 con seis kilos de cocaína ocultos en libros infantiles que llevaba de Ecuador hasta Moscú (con escalas en Santiago y Madrid). A partir de allí cambió su vida rotundamente.
Cumplió dos años de sentencia y fue beneficiado a salidas programas semanales con un solo objetivo: entrenar y jugar al fútbol. El equipo chileno se interesó en el preso oriundo de San Petesburgo (Rusia) y actualmente es titular.
El jugador declaró su deseo de cumplir su condena, volver a su patria y seguir jugando al fútbol, pero aún quiere quedarse en Chile y seguir demostrando sus habilidades.