Dos hermanos consiguen evitar la trampa del paro laboral creando un huerto ecológico en Asturias. Fernando es delineante, su hermano topógrafo. La crisis les dejó sin trabajo. Delante de ellos se extendía esa incertidumbre que es el paro y la precariedad laboral.
No es fácil comenzar a trabajar la tierra con fines comerciales, la agricultura tiene mucho de magia, de sabiduría y de suerte. Crear un huerto que rinda requiere pues perseverancia y mucho ánimo. Por otro lado, emprender hoy en día significa arriesgar lo poco que se tiene y enfrentarse a una burocracia que en lugar de sumar muchas veces resta.
Pero la ilusión, cuando se alía con la necesidad, conforma un arma capaz de doblegar tanto al desconocimiento como a la falta de medios.
Así fue como estos dos hermanos, juntando los ahorros conseguidos durante su época activa, decidieron apostar por hacerse agricultores. Ahora necesitaban tierra en alquiler con derecho a compra para no tener problemas más tarde. Luego, manos a la obra y a luchar para conseguir productos de calidad. Para ellos el concepto era innegociable, si se dedicaban a la agricultura deberían hacerlo de forma ecológica, limpia y sostenible. Así nació la Huerta el Molín, en la periferia de la ciudad de Oviedo.
Los comienzos, sobre todo en agricultura, requieren enormes dosis de paciencia, como también lo requiere el mercado, es decir, lograr la confianza de un número de consumidores que asegure la salida a los productos cultivados.
Por ello se decidieron por la venta directa sin intermediarios y dos días a la semana ofrecen sus verduras en la plaza del mercado de Oviedo. También intentan entrar en las cocinas de restaurantes y vender sus productos a las tiendas de productos ecológicos locales. Para ello tuvieron que acceder a los requisitos que exige el organismo certificador de productos ecológicos de Asturias, COPAE.
Al no recurrir a intermediarios, los precios de sus productos son asequibles y la relación de calidad incomparable. Después de dos duros años de trabajo, la Huerta del Molín es hoy una explotación ecológica cuyos rendimientos van aumentando paulatinamente.
Los excedentes del huerto se suelen entregar a la cocina económica de Oviedo, una Asociación Benéfica que ofrece menús asequibles a quienes más lo necesitan.
Futuro
La agricultura es la actividad humana más contaminante, por ello, y teniendo en cuenta los rigores del cambio climático, los métodos ecológicos deben ir imponiéndose poco a poco a la industrialización y a los métodos insostenibles de la agricultura convencional.
Además, los consumidores concienciados, que cada vez son más, apuestan por adquirir productos sin química cultivados es su propia tierra. De esta forma se reduce el impacto de su consumo y se contribuye al desarrollo de la economía local y al empleo de calidad.
Por todo esto, desde ladyverd.com deseamos muchos éxitos a la Huerta del Molín.
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