Revista Psicología

De la eugenesia a la ingeniería genética y el diagnóstico genético preimplantacional: Un largo recorrido por los vericuetos de un 'sueño humano' (que alguna vez fue 'inhumano')

Por Gonzalo


La eugenesia es una filosofía social que defiende la mejora de los rasgos hereditarios humanos mediante varias formas de intervención.1 Las metas que persigue van desde  la creación de personas más sanas e inteligentes hasta el alivio del sufrimiento humano, pasando por el intento de ahorrar  recursos  a la sociedad.

El núcleo central de los medios antiguamente propuestos para alcanzar estos objetivos era la selección artificial, mientras que modernamente  se hace uso del  diagnóstico prenatal y la exploración fetal, la orientación genética, el control de natalidad, la fecundación in vitro y la ingeniería genética.

De la Eugenesia a la Ingeniería Genética y el Diagnóstico Genético Preimplantacional: un largo recorrido por los vericuetos de un “sueño humano” (que alguna vez fue “inhumano”)

«La eugenesia es la auto-dirección de la evolución humana»: Lema del Segundo Congreso Internacional de Eugenesia, 1921, representado como un árbol que unifica una diversidad de campos diferentes.

Los oponentes arguyen que la eugenesia es inmoral y está fundamentada en, o es en sí misma, una pseudociencia.  Aducen además que, históricamente, la eugenesia ha sido usada como justificación para las discriminaciones coercitivas y las violaciones de los derechos humanos promovidas por el estado.

Ejemplos  son  la esterilización forzosa de personas con defectos genéticos, el asesinato institucional y, en algunos casos, el genocidio de razas consideradas inferiores.

La eugenesia, desde su mismo principio, significó muchas cosas diferentes para muchas personas diferentes. Históricamente, el término ha sido usado para cubrir cualquier cosa comprendida entre el cuidado prenatal de las madres hasta la esterilización forzada y la eutanasia.

En el pasado tuvieron lugar muchos debates, algunos de los cuales continúan en la actualidad, sobre qué se considera exactamente parte de la eugenesia.2

En un amplio sentido histórico, la eugenesia también puede ser el estudio de la «mejora de las cualidades genéticas humanas». No es infrecuente que se aplique el término a la descripción  en términos generales de cualquier acción humana cuya finalidad sea mejorar el acervo genético.

Pero a veces, controvertidamente, algunas formas de infanticidio en las sociedades antiguas, la actual reprogenética, los abortos preventivos y los bebés de diseño han sido llamados  eugenesia.

Debido a sus finalidades normativas y a su relación histórica con el racismo científico, así como al desarrollo de la ciencia de la genética, la comunidad científica internacional se ha desvinculado casi totalmente del término eugenesia, calificándola a veces de pseudociencia, si bien pueden encontrarse defensores de lo que se conoce como eugenesia liberal. 

La historia de la eugenesia es cada vez más invocada en las discusiones sobre bioética, debido a los potenciales usos de la ingeniería genética puestos al descubierto por las modernas investigaciones, que aconsejan cautela.

La eugenesia liberal o nueva eugenesia es un término que designa un estudio protocientífico sobre el uso no-coercitivo de tecnologías reproductivas y genéticas para perfeccionar a los seres humanos en sus cualidades y características biológicas.

El término no implica necesariamente que sus defensores sean política o económicamente liberales en un sentido moderno. Más bien se usa para distinguirlo de los programas autoritarios de eugenesia llevados a cabo en la primera mitad del siglo XX basados en la pseudociencia, el racismo, el clasismo y los métodos coercitivos con el objetivo de erradicar o disminuir ciertos rasgos hereditarios.

El aspecto más controvertido de estas formas negativas de eugenesia radicó en las leyes eugenésicas que permitieron a los gobiernos esterilizar a ciertos individuos considerados portadores de genes indeseables. Históricamente se ha distinguido entre eugenesia positiva (animando la reproducción de los considerados aptos genéticamente) y negativa (obstaculizando la de los no-aptos).

A principios del siglo XX, se abogó por y se siguieron muchos programas que incluían la eugenesia positiva, mientras que los programas negativos impulsaron la esterilización forzada de cientos de miles de personas en varios estados al tiempo que estuvieron presentes en gran parte de la retórica nazi así como en sus programas de higiene racial y limpieza étnica.3

Pero no fueron sólo los nazis. Las políticas estatales de algunos países latinoamericanos defendieron el predominio social blanco incrementando la inmigración europea y erradicando las poblaciones indígenas. Esto puede ser particularmente obvio en Argentina, Brasil y Chile, países en los que este proceso se conoce como blanqueamiento y branqueamento, respectivamente.

El segundo mayor movimiento eugenésico se dio en los Estados Unidos. Comenzando con Connecticut en 1896, muchos estados aprobaron leyes sobre el matrimonio con criterios eugenésicos, prohibiendo casarse a cualquiera que fuese «epiléptico, imbécil o débil mental».

En 1898 Charles B. Davenport, un prominente biólogo estadounidense, comenzó como director de una estación de investigación biológica situada en Cold Spring Harbor unos experimentos sobre la evolución de plantas y animales.

En 1904, Davenport recibió fondos del Instituto Carnegie para fundar la Estación de Evolución Experimental. La Eugenics Record Office (’Oficina de Registro de Eugenesia’) abrió en 1910 mientras Davenport y Harry H. Laughlin empezaban a promocionar la eugenesia.11

A finales del siglo XIX y principios del XX se promulgaron leyes estatales para prohibir el matrimonio y forzar la esterilización de los enfermos mentales con el fin de evitar la «transmisión» de las enfermedades mentales a la siguiente generación. Estas leyes fueron ratificadas por la Corte Suprema de los Estados Unidos en 1927 y no fueron abolidas hasta mediados de siglo. Para 1945 unos 45.000 enfermos mentales habían sido esterilizados forzosamente.

La eugenesia liberal se concibe como eminentemente positiva en el sentido de que se apoya principalmente sobre la modificación genética y no sobre los emparejamientos selectivos. Su objetivo es tanto minimizar las enfermedades congénitas como facilitar las mejoras genéticas.

Se entiende que serán los padres los depositarios de tal control, optando por ejercer sus libertades reproductivas aunque es posible que la fuerte inversión necesaria por parte del estado o las empresas sanitarias pueda limitar o direccionar sus elecciones.

Esfuerzos como el Proyecto Genoma Humano han logrado que la modificación efectiva de la especie humana vuelva a parecer posible (como hizo la teoría original de la evolución de Darwin en los años 1860, junto con el redescubrimiento de las leyes de Mendel a principios del siglo XX). La diferencia a principios del siglo XXI es la actitud cautelosa hacia la eugenesia, que se ha convertido en una consigna a temer más que abrazar.

Sólo unos pocos investigadores científicos (como el controvertido psicólogo Richard Lynn) han pedido abiertamente la adopción de políticas eugenésicas usando tecnología moderna, pero representan una opinión minoritaria en los actuales círculos científicos y culturales.27

Un intento de implantación de una forma de eugenesia fue un «banco de esperma de genios» (1980-99) creado por Robert Klark Graham, del que fueron concebidos cerca de 230 niños (el donante más conocido fue el ganador del premio Nobel William Shockley).

Sin embargo, en Estados Unidos y Europa estos intentos han sido frecuentemente criticados por tener el mismo espíritu racista y clasista que las iniciativas eugenésicas de los años 1930. En cualquier caso, los resultados han sido desiguales en el mejor de los casos.

Sólo unos pocos gobiernos tienen actualmente algo parecido a un programa eugenésico en el mundo. En 1994 China aprobó la Ley de Asistencia Sanitaria Maternal e Infantil, que incluía una exploración premarital obligatoria para «enfermedades genéticas de naturaleza grave» y «enfermedades mentales relevantes». A quienes diagnosticaban tales enfermedades se les obligaba a no casarse, a aceptar «medidas anticonceptivas a largo plazo» o a someterse a la esterilización.

En Israel, a costa del estado, se anima a la población en general a realizar pruebas genéticas para diagnosticar enfermedades antes del nacimiento de un bebé. Si se diagnostica la enfermedad de Tay-Sachs a un feto puede optarse por la interrupción del embarazo de forma voluntaria.

El Judaísmo, como muchas otras religiones, desaconseja el aborto salvo que haya riesgo para la madre, en cuyo caso la salud de ésta tiene preferencia. Debe también advertirse que, dado que todos los niños con la enfermedad morirán en su infancia, estos programas intentan evitar tales tragedias más que directamente erradicar el gen, lo que es una coincidencia secundaria.

En la literatura bioética moderna, la historia de la eugenesia presenta muchas cuestiones morales y éticas. Los comentaristas han sugerido que la «nueva eugenesia» surgirá de tecnologías reproductivas que permitirán a los padres crear los llamados «bebés de diseño» (lo que el biólogo Lee M. Silver denominó prominentemente «reprogenética»).

Se ha argumentado que este tipo «no coactivo» de «mejora» biológica estará predominantemente motivada por la competitividad individual y el deseo de lograr «las mejores oportunidades» para los hijos más que por el impulso de mejorar la especie completa que caracterizó las formas de eugenesia de principios del siglo XX.

Debido a esta naturaleza no coactiva, la falta de implicación del estado y las diferencias en las metas, algunos comentaristas han cuestionado que estas actividades sean eugenésicas o algo más en conjunto.

Algunos activistas prominusválidos argumentan que aunque sus discapacidades pueden provocarles dolor y malestar, lo que realmente les incapacita como miembros de la sociedad es un sistema sociocultural que no reconoce su derecho a un trato genuinamente igualitario.

También se muestran escépticos sobre que alguna forma de eugenesia pudiera beneficiar a los discapacitados si se tiene en cuenta el trato que le dispensaron las campañas eugenésicas históricas.

Un objetivo principal de la eugenesia liberal es reducir el papel del azar en la reproducción. El bioético Joseph Fletcher sentó las bases de la eugenesia liberal en 1974 cuando describió una alternativa a la “ruleta reproductiva”.6 Sus postulados ganaron notoriedad cuando se desarrolló la fecundación in vitro en 1978.

En la actualidad se han desarrollado test genéticos tales como el diagnóstico genético preimplantacional que permiten descartar los embriones portadores de enfermedades congénitas.3

El diagnóstico genético preimplantacional (DGP) es el estudio del ADN de embrioneshumanos para seleccionar los que cumplen determinadas características y/o eliminar los que portan algún tipo de defecto congénito.

Se realiza en tratamientos de fecundación in vitro, antes de implantar los embriones humanos en el útero.

Hoy día es posible analizar una o dos blastómeras de un embrión de D3 (7-8 células) sin que pierda potencial de implantación. El embrión se cultiva hasta blastocisto mientras tenemos 48 horas para analizar las blastómeras

Dentro del concepto del diagnóstico genético preimplantacional debemos distinguir dos conceptos importantes:

  • PGD: preimplantational genetic diagnosis. Es el diagnóstico del genotipo del embrión respecto a la presencia o no del alelo causante de una enfermedad o de la alteración cromosómica que llevan los progenitores.
  • PGS: preimplantational genetic screening. Es la selección de los embriones cromosómicamente normales de una cohorte en la que se sospecha que está elevada por encima de lo normal la proporción de embriones cromosómicamente anormales.

Proceso

Antes de comenzar la selección genética, es necesario fecundar los óvulos en el laboratorio. El proceso de la fecundación in vitro consiste en la extracción de los óvulos y fecundación de los mismos en el laboratorio, con la posterior colocación de los embriones humanos resultantes dentro de la cavidad uterina.

PGD: diagnóstico de enfermedades genéticas

Es el diagnóstico del genotipo del embrión respecto a la presencia o no del alelo causante de una enfermedad o de la alteración cromosómica que llevan los progenitores. Permite seleccionar un embrión sano o no portador antes de ser transferido al útero. Se trata de una alternativa al diagnóstico prenatal en parejas que no desean interrumpir el embarazo por motivos éticos o psicológicos.

Aproximadamente el 1% de los niños nacidos sufren algún tipo de grave enfermedad genética. Según la base de datos OMIM existen más de 5000 enfermedades conocidas y la lista se continúa ampliando.

En España es obligatorio realizar el PGD a la pareja cuando la enfermedad es diagnosticable.

 

fuente: http://es.wikipedia.org/wiki/Eugenesia


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Por  Gustavo Martín
publicado el 08 julio a las 13:56

La salud habla por si misma atraves de una bonita expresión.

Por lo que veo, se está despistando a la gente, al presentar un sólo progenitor feo, el otro también cuenta, no???. Una pareja de féos tendrá hijos féos, una de guapos puede tener alguno feo, porque poseémos genes que no han sido eliminados desde el neolítico, por la selección natural, pero si se seleccionan, como en los animales domésticos terminan desapareciendo, tras varias generaciones, aunque el efecto es sorprendente desde la primera; pero la mayoría de parejas guapas tendrán hijos guapos, y la de feas hijos feos, y si no he acertado os invito a una cena. :)

¿Por qué la gente siempre piensa que sus hijos serán mejor que ellos, sin sus defectos?. Si es usted una buena persona, que rebosa salud a raudales, alegría y feicidad, es inteligente, atractiva, de cualquier raza, etnia, religión, orientación sexual, política o filosófica, no porta ninguna posible enfermedad hereditaria, y califica su trayectoria vital en una escala del 1 al 10, con más de un 7.5, sería aconsejable que tuviera muchísimos hijos, todos los que su economía le permita, hará una gran obra por sí mismo, por sus futuros hijos, y por la humanidad; porque en esta vida todo se hereda, genéticamente hablando, y los buenos genes son escasos.

"No desées para los demás lo que no quieras para tí".

¿No es usted feliz?, ¿puntuaría su trayectoria vital en una escala del 1 al 10, por debajo de 5?, ¿Por qué piensa que sus hijos van a ser más felices que usted?, ¿está dispuesto a jugar a la lotería con la vida de un tercero, inocente, su futuro hijo?. Adelante, es su derecho, tener hijos, aunque no es nada aconsejable.

El que una pareja de infelices tengan un hijo feliz, pasa una de cada millones de veces, por la azarosa recombinación genética que se produce en el proceso de mellosis, por el cual los gametos, óvulos y espermatozoides, se créan, con 23 cromosomas recombinados con parte de los genes de los abuelos, la mitad, y no necesáriamente los mejores, pueden ser los peores; si llegara a pasar, tomaremos buena nota de que la excepción confirma la regla. Pero, adelante, tenga hijos, es su derecho, aunque nada aconsejable.

Es un consejo de alguién que desea la felicidad para todos los niños del mundo.

"No desées para los demás lo que no quieras para tí"