Tal vez ésta sea una noticia poco habitual en nuestra web, dado que podría tratarse de una noticia más bien musical. Aunque, por otro lado también engloba restauración, estamos hablando del famoso fresco del Ecce Homo de Borja.
En 2012, la población de Borja, en Zaragoza se dio a conocer a nivel mundial gracias a Cecilia Giménez, una vecina del pueblo aficionada a la pintura que harta de ver cómo los frescos de la iglesia de su pueblo se deterioraban cada día más sin que nadie lo remediara decidió restaurar una de las imágenes de Jesucristo.
El resultado a nivel de restauración fue pésimo. Se saltó prácticamente todas las normas a nivel artístico y estilístico, pero esa acción fue de gran utilidad. El pueblo registró más visitantes que nunca, todos querían ver la fatídica restauración del Ecce Homo, y Cecilia fue portada de revistas, diarios y telediarios. La iglesia consiguió recaudar una importante cantidad de dinero para poder hacer frente a ciertas renovaciones y lo más importante… inspiró el siguiente capítulo.
Hoy se estrena en Arizona, Estados Unidos, una ópera basada en este caso. La obra lleva por nombre “Behold the man” en castellano sería “Este es el hombre” y en latín “Ecce Homo”. El primer pase se realizará en el Smith Music Theatre de la Universidad Estatal de Arizona (ASU) en la ciudad de Tempe, y será un adelanto de lo que llegará a Zaragoza en 2019.
El autor y libretista de la obra es Andrew Flack, que la considera su gran obra maestra. Desde que conoció la historia de esta restauración, o intento de restauración, supo que era un acto de corazón por parte de Cecilia y ésta es su manera de darle las gracias por su intención. La ópera está llevada a la comedia, pero muestra con total seriedad los valores del perdón y la fe, condiciones que no le faltan a la protagonista de Borja. Ya que tras conocerse el estado en el que había dejado el Ecce Homo fue objeto de burlas y memes en Internet, red con la que unos meses después se reconcilió al salir también algunos defensores del acto voluntario.
En la obra suenan piezas con diferentes ritmos, e incluso una jota aragonesa y un aria de zarzuela. Esperemos que en esta ocasión el resultado sea más agradable que la propia restauración del Ecce Homo, o si no lo es… por lo menos confiamos en que pueda ser, de nuevo, fuente de inspiración para otra rama artística.
¿Qué te ha parecido? ¿Querrías ir a esa ópera? ¿Viste el Ecce Homo?