Dominicano, americano, español, israelí… Todos diferentes pero , a la vez, iguales. Nuestra forma de comer o de vestir, nuestras costumbres , horarios, formas de entender la vida…pero todos preocupados por sobrevivir en el sistema que toque.
Preocupados por la gestión de nuestros políticos, preocupados por la gestión de la riqueza de esta Tierra hermosa, preocupados (todos) por todo.
Nada nos hace diferentes . Ni colores, ni actitudes. La mayoría de los habitantes de este planeta estamos hechos de la misma pasta menos, algunos, que suelen ser los que mandan, que por el poder y una visión egoísta de la humanidad, han fermentado y , la pasta, ha quedado cubierta de moho. Del que huele mal.
Si no es así, ¿Cómo es posible que en Republica Dominicana ( por ejemplo), tierra de riqueza natural , la mayoría de sus habitantes malvivan con cortes de 10 horas de luz al día o 200 dólares al mes o la basura inundando los arcenes ?. ¿Por qué , los de la buena pasta nos dejamos mangonear por esos de la mala?.
Al final,todo es cuestión de “ pasta” .
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