Revista Cultura y Ocio
Adjetivo calificativo: Palabra que acompaña al nombre y le añade alguna cualidad que le distingue de los demás.
¿Es necesario hoy en día mantener el calificativo de mixta en el título de El Derecho Humano? Quizá sea un buen momento para que hagamos esta reflexión ya que parece que nos encontramos en un momento en el que algunos costumbres “tradicionales” han sido barridas por la marea de la historia o de la evolución social.
Cuando nace la Orden Masónica Mixta Internacional Le Droit Humain, el calificativo “mixta” era inevitable si se quería dejar claro uno de los principios fundamentales de aquello que nacía, entre otras cosas, para poner en valor la igualdad intrínseca a su propia naturaleza de hombres y mujeres.
No era moneda de uso corriente, no se admitía -más bien al contrario se rechazaba- la presencia de la mujer en igualdad de condiciones al hombre no sólo en masonería sino en otras muchas actividades sociales. Hoy en día defender esto casi puede ser considerado “demodé” ya que al menos todo el universo masónico liberal -¿cuanto tardará la “regularidad” anglosajona en rendirse con armas y bagajes a lo inevitable?- , se apunta a concederle a la mujer la posibilidad de codearse con los hombres en ¿igualdad? (permítaseme ponerlo en duda ya que todo parece deberse más a una concesión “desde arriba” , al empuje de algunos vientos, que a otra cosa).
Parece pues llegado el momento de reflexionar sobre la oportunidad de mantener algo que ya no tiene demasiado sentido si tenemos en cuenta que Le Droit Humain tenía meridianamente claro que masonería era igual a convivencia en total igualdad de hombres y mujeres.
Si la masonería tiene como divisa Libertad, Igualdad, Fraternidad como es posible que hayan sido necesarios -y aún no podemos dar por concluido el proceso- casi trescientos años de desarrollo masónico para que uno de esos pilares, la Igualdad, haya sido incorporado con normalidad e “in extenso” a la vida masónica. Y puestos a reflexionar y partiendo del hecho de que los seres humanos nacemos libres e iguales comienza, quizás, a perder sentido el mantener un adjetivo que, cada día más, resulta una obviedad.
Avancemos, pero realmente, no sólo de cara a la galería.
Trabajemos, pero en algo útil y que ayude realmente al Progreso de la Humanidad.
Pensemos, quizás sea el momento de eliminar un adjetivo que ha dejado de ser calificativo, por obvio, ya que la masonería o es mixta, realmente mixta y no a conveniencia, o no será/es masonería.
He dicho