Revista En Femenino

… de la Peppa tarta

Por Arusca @contrasypros
Peppa tarta

El nombre de mi sobrina iba entre las manos, como si lo estuvieran sostiendo, pero lo he borrado para publicar la foto en el blog.

Lo sabéis. He sido muy pesada, me consta. Seguro que hasta he perdido algún seguidor en Twitter. Pero es que es superior a mis fuerzas. Hasta me inventé un hashtag para mí solita y lo exprimí todo lo que pude (#cumpleañossobri). Era el cumpleaños de mi sobrina y mi cuñada me había preguntado si yo podría hacerle la tarta a la niña. Ya empezáis a conocerme, sabéis que me encanta hacer tartas… o galletas o simplemente bizcochos. Comérmelos ya ni os cuento lo que me chifla.

El caso es que lo que iba a ser una tarta de Dora la exploradora acabó convirtiéndose en una de Peppa Pig. No tengo muy claro por qué cambió mi sobrina de opinión… quizás fuera que Peppa le gusta más o quizás fuera porque la cerdita tiene más rosa que Dora. O simplemente fuera porque mi sobrina cumplía 3 años y a esa edad se es un poco veleta en cuanto a gustos se refiere.

Pero a mí me daba igual. Acepté encantada el reto de la tarta. Seamos sinceras, teniendo tres niños en casa, no todos los días puedo utilizar el rosa. No sé qué me atraía más, si la tarta en sí o que fuera a ser una tarta para niña.

El caso es, una vez decido que la tarta sería de la cerdita en cuestión, lo primero que hice fue buscar por internet dibujos de ella. Entre mi cuñada y yo decidimos que la tarta sería de cuerpo entero por dos razones. La primera es que a mi sobrina le encanta el chocolate, pero a su hermano no (¿pero existe un niño al que no le apasione el chocolate? Pues sí, mi sobrino). La segunda razón era por el número de invitados. Así que horneé dos bizcochos: uno de chocolate que haría las veces de cabeza y otro neutro con sabor a frambuesa que sería el cuerpo. Y de relleno, buttercream (o crema de mantequilla) de chocolate. Espectacular.

Una vez horneados, los recorté dándoles forma, los forré de fondant previamente coloreado, los junté y los decoré. Y fui tuiteando cada paso. Si alguien me siguió a lo largo de la mañana del sábado, reconocerá algunas fotos. Y como hice bastantes, para no sobrecargar la entrada de hoy, os dejo el paso a paso del montaje de la Peppa tarta en un vídeo.

Hay quien me dice que, con tres hijos y uno de ellos de casi año y medio, cómo se me ocurre meterme en hacer cosas así que me quitan tiempo para hacer otras. ¿Y si os dijera que me relaja? Me ayuda a desconectar del día a día en casa un ratito. Además, este tipo de tartas las empiezo a planificar semanas antes. Y la semana antes del cumple empiezo a hornear bizcochos y demás. Así sólo necesito un ratito al día (recordemos que el horno trabaja solo). Y los bizcochos que hago no son nada complicados, siempre utilizo recetas en las que se pueda utilizar un solo cuenco para hacer la mezcla. En este caso, el bizcocho de chocolate fue un terciopelo rojo y el blanco uno de claras con sabor a frambuesa.

Y el montaje lo dejo para el último día a ser posible. Y, como la Peppa tarta la hice el sábado por la mañana, he de agradecer al Tripadre que tuviera a bien llevarse a los duendes al parque toda la mañana para que yo pudiera concentrarme. Y tanto me concentré que hubo momentos en los que se me olvidó hacer la foto de rigor. Así que, si tras ver el vídeo, tenéis alguna duda o simplemente queréis que os explique algo con más detalle, no dudéis en dejar un comentario o mandarme un correo. Antes o después, yo os contesto seguro.

CONTRAS:

  1. Teñir el fondant. Madre mía, qué ejercicio de brazos. Sé que existe fondant ya coloreado, pero cuando lo compré aún no tenía claro de qué iba a ser la tarta, es más, pensaba que sería de Dora.

  2. Al dividir la tarta en dos partes (cuerpo y cabeza), hay que tener especial cuidado que a la hora de montar la tarta ambas piezas encajen bien. Una vez cortado no hay vuelta atrás. Sin embargo, yo tenía guardado un as bajo la manga… si la unión no me hubiera quedado bien, le habría puesto un collar a la cerdita. Sí, sé que en los dibujos no lo lleva, pero Peppa siempre podría haberse arreglado un poco más por el cumple de mi sobrina. Pero como podéis ver, al final no me hizo falta recurrir a este truco.

  3. Para darle los toques finales a Peppa, usé rotuladores comestibles. Pero si no los hubiera tenido, habría optado por derretir un poco de chocolate blanco y teñirlo del color que necesitara. Después se introduce en una bolsita de cocina (con cierre zip o la de los bocadillos), se corta un poco la esquina y, a modo de manga, con mucho cuidado, se van dibujando los detalles.

  4. La tarta está riquísima, pero es un ataque en toda regla a vuestro pantalón favorito. Yo avisé al resto de la familia que el día del cumpleaños comieran algo ligerito, para compensar el atracón que nos íbamos a dar después con la tarta

    :-D
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PROS:

  1. Con la técnica de la plantilla (es posible que me acabe de inventar el nombre), es fácil montar una tarta así. Simplemente hay que imprimir el dibujo deseado, recortar las partes, poner la plantilla sobre el bizcocho y cortar siguiendo la forma.

  2. Yo lo hice de dos alturas. Para ello, corté horizontalmente el bizcocho una vez recortado siguiendo la forma de la plantilla. Creo que es mejor que partirlo por la mitad y luego recortar según la forma (de la cabeza o del cuerpo) porque, si no, existe el riesgo de que después la forma de arriba no sea exactamente igual a la de abajo. ¿Me he explicado bien? ¿Se entiende lo que quiero decir?

  3. Es cierto que se podría haber comprado una tarta ya hecha con el dibujo de la cerdita. Bueno, sí, pero yo creo que este tipo de tartas son más personales y, sobre todo, son caseras. Si yo no supiera hacerlas, mi cuñada no habría tenido ningún problema en comprar una ya hecha, pero, ¿qué queréis que os diga?, pudiendo hacerla yo… Y además, que me hizo mucha ilusión

    :-)
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La tarta fue un éxito total. La cumpleañera quedó encantada con su tarta. Y el resto de familia alucinó. Hasta mi suegro se acercó a mí para decirme que me había quedado perfecta. Creo que ese día engordé un par de kilos… uno por la tarta y otro por ver la cara de emoción de mi sobrina. Lo que le regalamos os lo cuento otro día porque va a dar para otra entrada

;-)
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Y ahora a preparar la tarta del cumple del Mediano. Ya os aviso que no tiene nada que ver con ésta de hoy y que va a ser bestial. Pero mientras llega, si os ha gustado la entrada de hoy, quizás queráis ver qué otras cosas dulces han salido de mi cocina pinchando aquí.

Bueno, para terminar, os recuerdo que estoy de sorteo: estos gatitos siguen buscando un hogar con mucho amor donde les abracen a todas horas

;-)
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