Revista Salud y Bienestar
La seguridad del paciente está de moda, eso no podemos negarlo. Tanto el Ministerio como la OMS y otros organismos han centrado sus esfuerzos en promocionar todo tipo de actividades, proyectos conjuntos, etc. para mejorar la seguridad del paciente: hay ideas, guías, y por supuesto bastante dinero.Carlos Campillo, en un editorial de Gestión Clínica y Sanitaria, analiza la situación actual de la seguridad del paciente en España y se centra en ciertos aspectos que se han olvidado y que deberían ser parte de las estrategias que actualmente se diseñan. Nos quedamos con estos tres aspectos que se desarrollan en dicho editorial.- Estrategias de actuación.Se decide realizar una campaña para mejorar la seguridad del paciente, se copia algún material promocional (del Ministerio o de la OMS) y se lanza, sin más. En el fondo, las campañas de seguridad del paciente son campañas de marketing, y se debe analizar cada grupo destinatario de la acción y comprobar que tipo de estrategia funcionará mejor (elegir mensajes, formato y soporte, etc.). Teniendo en cuenta que muchas estrategias de seguridad implican un cambio de comportamiento en el profesional, no podemos centrarnos exclusivamente en la evidencia científica de la acción en si (por ejemplo el lavado de manos) sin analizar cuidadosamente la efectividad de la estrategia que se use. En resumen, que un simple póster genérico en la puerta del hospital y en algunas consultas probablemente no consigan una gran mejora. Poner en marcha una campaña para mejorar la seguridad del paciente no es copiar la campaña institucional, hace falta adaptarlas a la realidad de nuestro entorno concreto.- Priorización.Se ha seguido una política de repetir las iniciativas nacionales e internacionales sin priorizar cuales son las que más necesita cada centro. ¿Realmente necesitamos poner en marcha una campaña para la bacteriemia en UCI o sería más conveniente mejorar el número de caídas de pacientes en el centro? - Reparto de recursos.Actualmente se está haciendo un esfuerzo financiero desde el Ministerio y la Agencia de Calidad para el desarrollo de prácticas seguras, como las ya citadas (bacteriemia, lavado de manos, etc). ¿Y cuando se acabe el dinero? ¿Podrán los presupuestos de cada centro asumir el gatso que implica seguir con dichas campañas? ¿Mantendrán, quienes lo tengan, al responsable de seguridad del centro? ¿Seguirán en marcha los observatorios de seguridad? Como conclusión, recordamos que la web de la Agencia de Calidad del SNS cuenta con documentos para conseguir que cada centro mejore y adapte las campañas a su propia realidad, como el documento "Mejorando la seguridad del paciente: de las ideas a la acción", traducción de la guía "Improving Patient Safety in Hospitals: turning ideas into action". En dicha publicación, se presentan recursos para profesionales clínicos y gestores responsables de aquellas iniciativas encaminadas a la creación e implementación de una atención segura y de calidad a los pacientes en los hospitales. Además, se plantean formas de convertir los objetivos de Seguridad del Paciente en estrategias prácticas, concretas y alcanzables.Ya lo dice el título: de lo global a lo local. La clave está en adaptar las ideas que ya existen a nuestras particularidades. Tal vez esa "best practice" que funciona en un hospital de Manchester no tiene porqué producir el mismo efecto aquí si la aplicamos sin una adaptación previa.