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De mayor quiero ser funcionario – Crítica de “Un italiano en Noruega” (2016)

Publicado el 02 mayo 2017 por Manuzapata @vivazapatanet
De mayor quiero ser funcionario – Crítica de “Un italiano en Noruega” (2016)

En el momento en que surge cierta corriente temática que procura éxito seguro, millones de espectadores y suculentos ingresos en taquilla todo el mundo intenta aprovechar el tirón. El fenómeno se da en la esfera local, pero el contagio puede producirse también a nivel internacional. Al hilo de la francesa Bienvenidos al norte aparecieron varias comedias en torno a un personaje desubicado en un hábitat completamente extraño frente a unos lugareños hostiles con los que terminará congeniando. Ocho apellidos vascos, en España, y Bienvenidos al sur, en Italia, repitieron fórmula con éxito.

El título escogido por la distribuidora de esta película para nuestras carteleras, Un italiano en Noruega, intenta emparentarla con este subgénero que sitúa a su protagonista lejos de casa, pero si echamos un vistazo a su planteamiento, e incluso al título original, en latín (Quo vado), la explicación de tan espectaculares resultados en su país de origen surge del hecho de repetir un equipo y un tipo de humor que antes ya ha funcionado.

De mayor quiero ser funcionario – Crítica de “Un italiano en Noruega” (2016)

La dupla formada por el realizador Gennaro Nunziante y por el músico, imitador y actor Checco Zalone se ha reunido por cuarta vez para escribir y llevar a la pantalla esta historia que intenta satirizar de manera cáustica la obsesión que existe en Italia, y por extensión en los países mediterráneos, con el hecho de convertirse en funcionario y tener un puesto fijo, amén de repasar una amplia caterva de tópicos transalpinos. En ese sentido, el referente galo al que más se aproxima es la corrosiva Dios mío, pero qué te hemos hecho, que daba un buen repaso a la actitud racista y xenófoba de determinados sectores de la sociedad francesa

De mayor quiero ser funcionario – Crítica de “Un italiano en Noruega” (2016)

Checco Zalone es un seudónimo y, al fin y a la postre, un personaje que el propio cómico ha construido y que debido a la abrumadora acogida repite, sin disimulo, en sus distintas apariciones fílmicas, tomando incluso el nombre para bautizar los distintos papeles que ha interpretado. Ahí reside el secreto de su conexión con el público italiano, una popularidad que trasciende lo propiamente cinematográfico. Ese factor no jugará a su favor en España. Aquí habrá que buscar argumentos tanto en el guión como en la mayor o menor conexión entre su peculiar propuesta y el espectador.

De mayor quiero ser funcionario – Crítica de “Un italiano en Noruega” (2016)

Para alguien que no conocía anteriormente al protagonista el comienzo resulta antológico. Consigue momentos desternillantes, a pesar de sus dosis de sal gorda, hasta el punto de llegar a la lágrima. Con ritmo y originalidad consigue llevar la comicidad inicial hasta más o menos la mitad de la trama. De pronto, las luces se apagan, la inventiva se agota y se quiere rizar tanto el rizo que la hilaridad se pasa de rosca, los chistes dejan de hacer gracia y el filme comienza a hacerse cargante hasta el punto de aburrir. Tan estrepitoso hundimiento no lo salva ni el coletazo final que recupera la chispa primigenia. Otra idea brillante que daría para un muy buen mediometraje pero que no se sostiene más allá de cuarenta minutos.

De mayor quiero ser funcionario – Crítica de “Un italiano en Noruega” (2016)

Copyright del artículo © Manu Zapata Flamarique. Reservados todos los derechos.

Copyright imágenes  ©  Medusa Film, Taodue Film. Cortesía de A Contracorriente Films Spain. Reservados todos los derechos.

Un italiano en Noruega

Dirección: Gennaro Nunziante

Guión: Gennaro Nunziante y Checco Zalone

Intérpretes: Checco Zalone, Eleonora Giovanardi, Sonia Bergamasco

Música: Checco Zalone

Fotografía: Valerio Evangelista y Vittorio Omodei Zorini

Duración: 86 min.

Italia, 2016

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