De nuevo se tiñe de sangre la Plaza Tahir, en El Cairo. De nuevo salen los egipcios a reivindicar libertad y poder de decisión. A una semana de las elecciones legislativas reclaman que la cúpula militar que dirige el país desde febrero deje paso a un gobierno civil.
Y es que los egipcios ven síntomas muy preocupantes en la Junta Militar que ahora les gobierna, sintomas por los que presienten que pretenden conservar todo su poder hasta las elecciones presidenciales que tendrán lugar a finales de 2012 o principios del 2013.
Estos plazos rompen el compromiso previo de los militares de permanecer en el poder sólo hasta las legislativas. Creen los manifestantes que en ese tiempo intentarán reformar la constitución y arrinconar definitivamente la democracia en Egipto.
Estos nuevos enfrentamientos han tenido como consecuencia 35 muertos, causa por la que la el Gobierno en pleno ha presentado su dimisión al Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas, que ha rechazado su renuncia.
Ante esta gravísima situación, y a pesar de que la Junta Militar asegura que comenzarán las elecciones legislativas el próximo 28 de noviembre, elecciones que durarán más de un mes, ya muchos partidos han suspendido su campaña electoral.
La primera mujer candidata a las presidenciales, Buzaina Kamel, se lamenta de cómo entregaron el poder a los militares: "Fuimos muy ingenuos en darles el poder a los militares y ahora estamos pagando por ello. Quieren seguir gobernando y va a ser muy difícil echarlos".
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