Par del Fandi asomándose al balcón de la casa de al lado. El granadino ha sido calificado por algunos de sus partidarios como el mejor banderillero de la historia…
¡De tombola!
Crónica de María Antonia Delgado
Pepe, menos mal que ayer no fuiste a La Malagueta. Hubieras acabado en la enfermería por culpa de un infarto. Te buscaron en el tendido porque saben que no te callas y que desesperas. Las tres orejas de tómbola que se repartió la terna de la quinta de abono, la actitud vacilona de El Fandi con el veterano director de la banda y la falta de dignidad del benevolente público de nuestra plaza te hubieran provocado el colapso. Y de ahí directamente a la camilla o a la comisaría porque me cuentan que dicen por ahí que lías unos pitotes tremendos cuando las cosas se hacen mal. En fin, que se fueron al desolladero toros, tanto del hierro de Zalduendo como de Torrealta, que merecieron mejor lidia y muerte. Cuando no es uno, es otro. El caso es que de nuevo llegó la exasperación.
Las tres reses de Zalduendo fueron nobles pero muy justas de fuerzas. Las tres de Torrealta, más complicadas en los primeros tercios pero manejables en la muleta: necesitaron toreros. Toda la corrida estuvo bien presentada en líneas generales (o no estoy acostumbrada a tanta normalidad).
Manuel Díaz 'El Cordobés' (¿qué hacía en los carteles de esta feria?) tuvo delante a un ejemplar de Zalduendo blando pero de nobleza extrema al que le instrumentó todos los pases despegados posibles. Mató de estocada trasera y tendida. Hubo petición de oreja y después se silenció su labor. En el cuarto, tuvo delante a un burel de Torrealta al que había que cogerle la distancia adecuada para limar la tendencia de echar la cara arriba, pero El Cordobés no quiso trabajar. Anduvo a veinte metros del animal y luego recurrió a saltitos de la rana para calentar al fiestero público. Lo logró. Después de estocada trasera y tendida arrancó una oreja.
Manuel Jesús El Cid, que sustituía al herido Jiménez Fortes, apuntó pero no disparó en toda la tarde: ni con el noble y mansote de Zalduendo, ni con el molesto e incierto de Torrealta. A la primera faena le faltó continuidad y transmisión. Colocó una estocada atravesada y algo trasera. Dio una vuelta tras petición. El de Torrealta exigió más al torero y el de Salteras solo se lo dio en las dos primeras tandas por el pitón derecho. Hubo acople y después todo se desvaneció en cuanto tuvo que improvisar un afarolado porque el toro se le vino encima. No está fino ni guerrero El Cid. Liquidó de media tendida y atravesada. Necesitó de descabello y se le pidió la oreja. A estas alturas de la tarde, lo del número de pañuelos para otorgar el trofeo ya daba igual. Paseó el apéndice.
David Fandila 'El Fandi'. Lo de este torero con Málaga no tiene nombre. Ha estado varios años retando a la presidencia para pedir el cambio de tercio cuando el toro solo había entrado una vez al caballo porque dice que no se acordaba de que La Malagueta era ya de primera. Y a lo mejor llevaba hasta razón porque lo de ayer fue bochornoso. La faena al tercero de la tarde estaba pasando sin pena ni gloria y el director de la banda mandó callar a la música. El Fandi se paró, se puso en jarra y se encaró desde el albero con Puyana echándole el público encima. Y el respetable cayó en la trampa y a partir de ahí se autoperdió el respeto. Un Fandi sin confianza delante del toro, se tomó toda ella para desafiar a los demás. ¡Qué lástima que el público de La Malagueta reaccione así, tan complaciente y fiestero! Pues tras pinchazo, estocada tendida y descabello El Fandi consiguió una oreja. Esto no pasa en otros cosos de primera. Con el sexto no pudo. El ejemplar de Torrealta tenía genio y necesitaba firmeza y mando. El Fandi estaba en otros menesteres. Logró una estocada caída y la cuadrilla le ayudó a tirar al toro (otro despropósito). Palmas. Todos los pares de banderillas de sus dos actuaciones se ejecutaron a toro pasado. Solo fueron aceptables los dos que el diestro instrumentó al violín.
Tremendo, tremendo...
Fotografías: Antonio Pastor