El micro a Tulum estaba lleno de franceses y canadienses. La mayoría subió en Bacalar donde hicimos una parada. Tardamos casi cuatro horas de viaje. Por fin llegamos a la terminal de Tulum. Caminé al hotel Sun Caribbean Divine adonde iba a quedarme. Tulum no es nada barato pero estoy satisfecha con mi elección. Está cerca de la avenida principal, pero no sobre la misma, lo cual en definitiva es mejor ya que es muy ruidosa de noche a causa de los boliches. La habitación era amplia, con aire acondicionado, ventilador, televisor, wifi gratuito y un pequeño baño privado con ducha caliente. No incluye desayuno pero te dan té o café de cortesía (y a veces había budín). La atención es buena, muy servicial. Sólo me molestó la mucama que el último día se metió en mi pieza cuando todavía estaba yo en la cama (al menos debería haber tocado la puerta).
A la noche comí en Pollo Bronco -$50 MXN por 1/4 pollo con guarnición, lo más económico que vi- y después de caminar un poco por la avenida me fui a acostar.
El día siguiente fue cansador. ¡Recién pude comer algo a las 8 de la noche!!! Salí temprano para ir a Muyil ya que mi amiga mexicana -la que estuvo conmigo en Xpujil- me recomendó este paseo. No estaba en mi planes así que tuve que reorganizar todo. Quería tomar la combi de las 9, pero estaba llena y tuve que esperar ¡1 hora! a que saliera la próxima. Para ir a Muyil tomen la combi a Carrillo Puerto y bajen en la entrada al sitio arqueológico. Me cobraron $70, aunque ese es el precio hasta Carrillo Puerto, y Muyil queda bastante más cerca.
Muyil es un pequeño sitio arqueológico maya que tuvo un gran valor estratégico comercial en la región por su emplazamiento lacustre. La pirámide central posee el estilo del Petén, así que vale la pena la visita. La entrada cuesta $45.
Igualmente lo mejor viene después. De las ruinas parte un sendero interpretativo que se adentra en la Reserva de la Biósfera de Sian Ka’an y llega a la hermosa laguna “donde nace el cielo”. El costo de la entrada al sendero es de $50. Hay carteles explicativos de la vegetación y un mirador desde el cual se puede ver la dimensión de la reserva y la belleza de la laguna.
Finalmente llegué a la laguna. Uno no puede acercarse a la orilla ya que hay arenas movedizas, pero es posible contratar un paseo en lancha. El paseo tarda dos horas y no es barato: $700 por persona y parte con un mínimo de 4. Pero no iba a irme sin el paseo así que esperé que se armara un grupo y salimos. Es un paisaje de ensueño. Atravesamos la primera laguna (laguna de Muyil) y nos introducimos por un canal artificial construido por los mayas. Luego llegamos a la segunda laguna, la inmensa Chunyaxché. Vimos un antiguo edificio maya que funcionó como aduana, dejamos la embarcación y nos metimos en un canal natural donde por 45 minutos nos dejamos llevar por la corriente, flotando dulcemente. Usamos los chalecos salvavidas como flota-flota y disfrutamos de dejarnos llevar por la placidez del agua.
Lo único malo del paseo fue que tuvimos que volver. De la laguna a la ruta se puede tomar otro camino más directo (y no volver por el yacimiento arqueológico) que era lo que yo iba a hacer, pero unos turistas que habían estado conmigo en el paseo en lancha me acercaron en auto a la ruta. De ahí tomé una combi hasta el Cenote Cristal ($50). El Cenote Cristal está enfrente de otro cenote y la entrada a ambos cuesta $120, lo cual es económico (si se paga uno solo sale $80). La entrada se compra en el Cenote Cristal pero yo preferí ir primero al Cenote Escondido que cerraba antes, a las 16hs. Crucé y caminé a la entrada al cenote. Nadé un rato. Ambos son cenotes abiertos, muy antiguos. Después fui al Cenote Cristal que cerraba a las 17hs. Nadé bastante ya que es grande. Una gran pileta con trampolín. Me quedé hasta que la gente comenzó a abandonar el lugar.
Crucé y en la ruta tomé una combi de vuelta a Tulum ($20). Ya en el hotel me duché y salí a comer algo. Estaba muerta de hambre ya que no había tenido tiempo de almorzar. Fui a un restaurante llamado Caribe Mexicano donde comí pescado a la plancha con guarnición.
Ya el martes fui a conocer el sitio arqueológico de Tulum ($75). Las combis pasan por la avenida principal y pasan seguido (aunque te cobran muy caro para lo que es el trayecto). Llegué a las 9hs y ya estaba todo lleno de gente. Es como ir por la peatonal Florida. Sólo se ve gente y más gente. Tampoco es fácil acercarse a los edificios. El yacimiento no es grande ni muy antiguo y creo que únicamente es famoso por las vistas del mar a su espalda.
Es probable que a la tarde haya menos gente, pero el sol pega muy fuerte y te achicharrás porque no hay árboles. Existe la posibilidad de ir al sitio antes o después de su apertura (6:30 a 8hs o 17 a 19hs), pero el precio de la entrada es mayor: $255.
Recomiendo ir con traje de baño ya que el sitio posee una playa privada abajo de las ruinas.
Obviamente conseguí la clásica postal de Tulum con el templo del viento de fondo. Pero la esencia y la magia del lugar se pierden en el gentío que es arreado como ganado de una estructura a otra.
Originalmente iba a ir de Tulum a Akumal, una playa privada adonde es posible ver tortugas. Pero un guía me había recomendado ir directamente al arrecife de Tulum ya que iba a ver lo mismo y más barato. Todavía al día de hoy no sé si me arrepiento. Salí del sitio arqueológico y fui hacia la izquierda. Bajé por la playa pública Santa Fe hasta la primera Palapa. Contraté allí el tour de snorkel por el arrecife por $250. Primero vimos las ruinas de Tulum desde el agua y luego nos sumergimos en el arrecife. Creo que mi problema fue que el guía iba apurado y no vi mucho. Sí alcancé a ver de lejos una tortuga marina y una manta raya gigante pero me sentí decepcionada.
Caminé un rato por la playa llena de algas. El sol era terrible y ahí me di cuenta de que me había olvidado el protector solar en el hotel. Pensé en ir igualmente a Akumal y también barajé algunos otros lugares en la misma dirección: Cenotes Casa Tortuga, Parque Dos Ojos, Aktun Chen. Al final el colectivero de la combi me llevó al cenote Yax Muul ($30). Pagué $500 pero ese precio incluyó: ida y vuelta por la selva hasta el cenote en un ATV (cuatriciclo), ritual de purificación maya, descenso en rappel al primer cenote y tiempo libre en dos cenotes cavernosos (los que a mí me gustan). Había un fotógrafo excelente pero las fotos que me sacó eran muy caras así que no pude comprarlas. Una lástima porque podría publicarlas acá.
Volví a Tulum por $20, el precio real del pasaje en combi. Me duché y cené fajitas de pescado y camarón con jugo de horchata en Kalhúa. La comida estuvo muy buena (al otro día no sería así).
El día posterior fue mágico. Largo pero perfecto. Me levanté temprano para ir a Cozumel. Para eso tomé en la avenida la combi a Playa del Carmen (la misma combi que te deja en las ruinas de Tulum). Tardó casi una hora y me dejó en una plaza, muy cerca del muelle (ahí termina el recorrido). Caminé hacia el muelle para comprar el pasaje. Hay dos empresas que van a la isla: el catamarán Ultramar ($390) y el ferry Winjet ($350). Ambos salen cada hora. Ya no llegaba al de las 9:00 así que busqué comprar el de las 10. Winjet era más barato así que entré en un local para comprar el pasaje. Allí me ofrecieron el tour de snorkel (que ya pensaba comprar, aunque dudaba si comprarlo directamente en la isla o en Playa: algunos me decían que era más económico en Cozumel y otros que era al revés) y como el precio me pareció coherente lo contraté: $1100 con pasajes de ida y vuelta, tour de snorkel, pago de impuesto del muelle y bebidas incluido.
Salí en el ferry de las 10 (se movía mucho pero era rápido). Como el paseo con Amigos Tours empezaba a las 12, recorrí un poco las tiendas del centro. Cozumel es precioso, muy pintoresco.
Nos reunimos puntuales y caminamos hacia otro muelle. Finalmente partimos en la Minerva. Todo estuvo perfecto. Nos dirigimos hacia otro sector de la isla. El primer snorkel fue en el jardín coralino de Palancar y el arrecife de Colombia. Impresionante el cardumen que nos seguía curioso. Vimos peces enormes, una barracuda y una tortuga.
Luego fuimos a El Cielo, llamado así por sus estrellas de mar. Por último descansamos en El Cielito, con música y Ron Ponch (muy rico).
Al principio pensaba moverme por mi cuenta en Cozumel, pero no es práctico. Los taxis son caros para ir de un lado a otro de la isla y muchas de las playas son privadas.
Volvimos, caminé un poco disfrutando del estilo colonial de la isla y volví en el ferry de las 18hs (los tickets del ferry no tienen horario así que uno lo elige). Apenas llegué, fui a la plaza y tomé la combi de vuelta a Tulum ($45). Tendría que haberme quedado a cenar en Playa del Carmen porque no había comido nada. Terminé yendo a Kalhúa pero fue una pésima decisión. Tardaron un montón en atenderme. Pedí una hamburguesa de pescado con guarnición. Mientras estaba comiendo vi algo que me pareció un bicho (el restaurante no está bien iluminado). El mozo aseguró que era cebolla quemada pero lo dudo. Sea como sea no pude seguir comiendo. Volví al hotel y tuve que vomitar la cena.
En mi último día completo en Tulum fui a Coba. Para eso tuve que esperar la combi que sale justo enfrente del restaurante Kalhúa. 40 minutos a que llegara la suficiente gente como para salir. Al final partimos a las 9:35hs ($70). Lo bueno de ir a esa hora es que si la combi no llegaba a salir me quedaba la posibilidad de ir en el ADO.
La combi nos dejó frente a una laguna preciosa, a una cuadra de la entrada al sitio. Eran las 10:30hs. El sitio arqueológico de Coba cuesta $75. Era una gran ciudad del periodo clásico: 55.000 habitante y ¡6.000 edificios! No pueden verse tantas estructuras pero como las que hay se encuentran alejadas unas de otras se tarda bastante. Estuve casi 4 horas y creo que caminé más de 4 kms.
Existe la opción de alquilar una bicicleta una vez adentro ($50 todo el día), algo que recomiendo. Yo no me animé porque no ando bien en bicicleta, así que tuve que caminar y caminar en medio del bosque. 1km de ida, otro de vuelta, otro de ida, otro de vuelta y sólo árboles entre los tres sitios donde uno puede ver los edificios principales. También hay una opción más descansada pero no muy económica: se puede contratar un tricitaxi que sale $75 la hora (aunque van dos).
¿Qué recorrido les sugiero? Aunque no fue lo que hice, lo mejor es empezar por el Grupo D, el Juego de Pelota y la fabulosa pirámide de Nohoch Mul que uno puede subir y vencer sus escalones de vértigo. Yo terminé llegando al mediodía y casi me calciné.
De ahí hay que volver sobre sus pasos o se puede combinar el sacbé 8 con el 9 (los sacbés son antiguos caminos prehispánicos) y así llegar al Grupo Macanxoc. Finalmente se puede ver tranquilo el Grupo Cobá, el más cercano a la entrada. Hay estelas, pinturas, hermosos árboles y pájaros variados. El lugar tiene su encanto.
Salí. En Cobá también es posible tirarse en tirolesa sobre la laguna o visitar unos cenotes escondidos (Choo-Ha, Tamcach-Ha, Multum-na) en bicicletas que te alquilan a la salida
Iba a tomar la combi pero me dijeron que ya había salido. Es una lotería. También es cierto que a la gente de Cobá no le conviene la combi así que muchas veces no se mete al pueblo y hay que esperarla en la ruta. Funciona hasta las 16hs. Se puede también volver en el bus ADO, pero hay que averiguar bien los horarios en la “terminal”. Éramos varios los que queríamos volver a Tulum así que terminamos pagando un poco más y compartimos un taxi ($110, no debería haber cobrado más de $100). Le pedí que me dejara en el Gran Cenote ya que me sería más sencillo moverme desde allí. No pasan buses por esa ruta.
La entrada al Gran Cenote cuesta $180 y sólo te permiten meterte al agua una vez. Las instalaciones son buenas. Yo llegué a las 14hs, pero cierran temprano. Alquilé un locker por $30. Había bastante gente pero es muy lindo: peces, tortugas, murciélagos y recovecos. Luces celestes en la cueva. Impresionante. Salí cuando estaban cerrando. Una familia argentina que también había visitado el cenote me acercó en auto a Tulum. ¡Me salvaron de caminar!!!!
Fui a tomar un helado de pistacho, coco y elote en Flor de Michoacán. Demasiado cremosos para mí, aunque el lugar tiene su encanto.
Conseguí sourvenirs en el Supermercado Super Aki, más barato que en la avenida principal donde NADA tiene precio y los vendedores viven de las comisiones. Compré pollo con arroz para llevar en El Pechugón y regalé las sobras a los perros.
Mis últimas horas en Tulum no las pasé muy bien. Me desperté a las 4am con náuseas, me volví a dormir pero a las 7 volví a levantarme muy descompuesta. Por suerte había una farmacia en la esquina. No sé si me cayó mal el helado, el pollo o el agua del cenote, pero nunca estuve tan mal. Tuve que tomar un taxi a la terminal porque me sentía muy débil ($45). Dormité en el viaje y ya en mi destino tomé otro taxi por una cuadra y media ($25). No comí nada en todo el día: sólo tomé Gatorade y Pedialyte.
DATOS:
- Hay tres alternativas para ir de Chetumal a Tulum: la primera es ir con un autobús de primera ADO como hice yo ($204). También se puede ir con un autobús de segunda que tarda más y no tiene baño. La última manera es hacerlo con combis. Es la más barata. Hay que tomar de la terminal de combis una hasta Carrillo Puerto y de ahí otra a Tulum. Es lo que hacen los locales. Yo salí de Chetumal a las 13:30.
- Horarios de Combis de Tulum a Mahahual, Bacalar y Chetumal, combis “Tiburones del Caribe”: 7:30, 10:10, 14:00 y 16:10hs.
- Las combis a Carrillo Puerto paran sobre la avenida principal, pasando la terminal ADO y antes de llegar al Subway. Salen de la puerta de un local donde alquilan bicicletas.
- Otro hospedaje donde casi me quedo es El Jardín de Frida. Salía lo mismo que mi hotel e incluía cocina pero pedían un depósito para acreditar la reserva. Por eso lo deseché.
- Tanto en Tulum como en Cozumel las lagunas, cenotes y arrecifes son áreas protegidas. ¿Qué significa? Que está prohibido meterse al agua con protectores solares y/o repelentes de mosquitos que no sean biodegradables. En algunas tiendas de Tulum venden productos orgánicos aptos para no dañar el medio ambiente.
- En Cozumel también están las ruinas de San Gervasio pero no las pude conocer.
- Las excursiones contratadas en Tulum son todas carísimas, pero por suerte se puede hacer casi todo en combi.
- En la zona de Tulum hay decenas de cenotes. Yo visité el más famoso y luego dos abiertos y dos cerrados. Algunos que visitan los turistas son el Cenote Caverna, Cenote Dos Ojos, Cenote Tak be Ha, Cenote Car Wash, Cenote Zacil Há, etc. Hay cenotes recomendados para buceo, otros para snorkel y otros simplemente para nadar.