Revista Decoración

De vuelta

Por Dolega @blogdedolega
Por Dolega 18 febrero, 2014 Momentos especiales No hay comentarios

Retreat

Mucho tiempo ya lo sé, pero es que cuando se está con personas maravillosas, divertidas y entrañables el disfrute te impide contar los días.

Lo cierto es que he saboreado esta visita de una manera muy especial. He compartido mi tiempo con gente insultantemente joven con unos parámetros de vida que sin duda los llevarán al éxito, porque he podido comprobar, una vez más, que la madurez, el sentido común y la responsabilidad nada tienen que ver con las velas que soples en tu tarta de cumpleaños, dependen mucho más de unos parámetros educativos y de un determinado carácter. Nos hemos reído mucho, hemos hablado largo y tendido de lo humano, lo divino y lo mediopensionista, hemos pasado mucho frío, hecho muchos kilómetros y en definitiva he compartido unos días muy agradables con gente a la que es un gusto conocer más en profundidad. También he podido comprobar que, como en todas las familias, se hace bueno el refrán que dice que “Unos llevan la fama y otros cardan la lana”.

Al final, me decían que estaban encantados de las atenciones que habíamos tenido con ellos. Ya les aclaré que ser sobrinos ayudaba bastante en estos casos, pero que ser un fiel lector de este blog como lo es el cabeza de familia era una garantía segura de buen trato.

Quiero agradecer públicamente a todos aquellos que se han puesto en comunicación conmigo preocupados por mi “desaparición”. Incluida la que ha podido comprobar de primera mano el “Dolega Style”.

-Madre, escríbele ó algo que yo me muero de vergüenza y va a pensar que en esta casa estamos todos como putas cabras- Me decía El Niño por teléfono el otro día.

Yo simplemente le contestaba:

-¿Con escenas como esa que quieres que piensen, que hoy nos hemos tomado la pastilla equivocada?

Llama toda preocupada a ver si estoy bien y el Niño la confunde conmigo y se pone a echarle la bronca porque él tiene que hacer siempre TODO en esta casa y le dejamos todos los marrones mientras el resto vivimos la vida loca. Imagínense la cara de la buena mujer al teléfono…

Solo acertó a preguntar “¿Estoy llamando a una casa particular?” Solo le faltó terminar “O al psiquiátrico de la Sierra de Madrid”…

¿Y todo por qué? Sencillo, porque la criatura no es capaz de hacer una reserva en un restaurante sin montar un número de circo, así que ahora mi querida lectora puede certificar que el Dolega Style es real.


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