¡Buenos días!
Ya estoy aquí de nuevo, deseando compartir lecturas con todos vosotros.
¿Qué tal ha ido el verano? Para mí no es la mejor época del año, principalmente porque hace mucho calor y no me gusta ni un pelo, pero os confieso que me ha venido de maravilla porque tenía que estudiar para los exámenes de septiembre, y con esas temperaturas incompatibles con la vida humana es precisamente cuando no me muevo de casa, con lo cual estudié ¡sí señor!
También he hecho más cosas, no os penséis que soy un cerebrito; por ejemplo he conocido a Lady Boheme en persona, he conseguido correr al fin durante una hora, he salido en bici y a dar paseos, estuve en el pueblo, hice postres y comidas nuevas (y ricas, claro), y he leído un buen montón de libros que os enseñaré en otra entrada.
Como actividades complementarias a la lectura, también me he dedicado a idear nuevas fotos para ilustrar las reseñas de los libros, llegando incluso a emplear modelos. En breve veréis cómo expreso mi creatividad cuando tengo tiempo libreAdemás, ya sabéis que no soy muy fan de las series o películas, pero hace un mes por fin estrenaron Outlander y parece que los domingos de agosto han sido para mí el día de volver a Escocia con Claire y Jamie. Veo cada capítulo el domingo y luego lo vuelvo a ver con Mork durante la semana, cuando han subido los subtítulos. Me está encantando, ¡y eso que ya sé lo que va a suceder! Por eso también me animé a continuar con la saga, aunque Ecos del pasado me ha parecido un poco denso.
Y ya, casi sin darnos cuenta, estamos inmersos en la rutina de septiembre. Os confieso que me encanta la llegada del otoño; no veo el momento de hacer todo tipo de dulces con calabazas, de tomar tés especiados con canela mientras leo, y de ver las hojas de los árboles caer.
¡Espero que tengáis una feliz vuelta al cole!