"El metal atrae al mal pero también sirve para derrotarlo".
Dirigida por el debutante Jason Lei Howden, conocido principalmente por sus efectos especiales y composiciones digitales, incluyendo los del Hobbit de su compatriota Peter Jackson. Howden, escribe y dirige este largometraje, después de tres cortometrajes y varios productos en su Nueva Zelanda natal.
El guión escrito por Howden, se puede reducir a esos subproductos de los años 80, donde el Heavy Metal era protagonista, sumado a un apocalíptico pacto, que tiene a este tipo de música como referente y desarrollo narrativo. Esta comedia de horror, que nos presenta a Brodie (Milo Cawthorne), un adolescente metalero, que debe irse a vivir con sus tíos después del colapso nervioso de su madre. El pequeño y aburrido pueblo se convertirá, en un mundo de pesadilla, cuando éste junto a uno cuantos amigos, invoquen una poderosa fuerza sobrenatural, que saldrá de sus instrumentos musicales; de ahí en adelante, la sangre, los chistes "metaleros" y el mal gusto, se mezclarán, a la historia de traición entre amigos, el amor y una posesión infernal.
La fotografía de Simon Raby, más que destacada, funciona dentro del contexto de la obra, con muchos contrastes y adaptada a los efectos especiales. En el caso de la música, son diversas bandas de metal, algunas mejor utilizadas que otras, pero en este caso, siempre será un gusto escuchar cualquier banda de rock pesado como parte de la banda sonora.
Los efectos especiales, que en teoría son el fuerte de este largometraje y del mismo trabajo de Howden, varía en calidad y en hasta en intención, y en muchos puntos se ven demasiado baratos y en otros de una excelente composición, aún así, funcionan bastante bien junto a la banda sonora. Vale destacar, los títulos de crédito de inicio de este trabajo, las escenas de ensoñación metalera y los efectos más gore.
Aunque la película va perdiendo fuerza con el pasar del tiempo, y es algo incoherente el guión en ciertos pasajes, su intención, la música y el humor de la primera mitad, hacen de este largometraje un producto por lo menos divertido, y que al tener como protagonista al metal, por lo menos se le da un poco más de importancia, en este caso muy personal y subjetiva, de resto, peca por el exceso de humor chabacano, los estereotipos y el camino abierto a una segunda parte, que tal vez le reste aún más, sus puntos más fuertes. Igual, es obvia su cercanía con obras como Tenacious D y por el estilo. Eso sí, no recomendada para estómagos u oídos sensibles.
Zoom in: Seleccionada y nominada principalmente en festivales de Horror, efectos especiales y maquillaje.
Montaje Paralelo: Metal - Tenacious D.