Revista Libros
Gran dilema, al menos, para mí, como ávida lectora me parece un interesante y muy polémico debate. Este tema nos lleva a hacernos muchas preguntas como: ¿Cuál es mejor?, ¿por qué?, ¿realmente es más barato y tiene tantas ventajas el libro electrónico?, ¿mataremos el planeta si seguimos utilizando el libro impreso y no nos adaptamos a los nuevos avances tecnológicos?, ¿es fiable el soporte electrónico para la conservación de los libros que solo cuentan con ese formato? Son muchas las preguntas y algunas las respuestas.
No creo que uno sea mejor que otro. Lo cierto es que creo que todo depende, esencialmente de las preferencias y gustos de la persona. El libro electrónico es cómodo, ligero, te lo puedes llevar a cualquier parte y lo puedes reproducir en múltiples soportes (ordenador, tablet, e-book etc...), pero ¡ten cuidado que no se te gaste la batería!. Además, es más barato, en el caso del periódico, incluso gratis. Para rematar, hasta tienes e-books que incluyen modo nocturno con los que podrás leer de noche sin fastidiarte la vista, y encima ¡no haces daño al planeta!. Parece que todo son ventajas ¿verdad?. Veamos los libros en papel: por otro lado, y al contrario que los electrónicos pueden ser un tanto más incómodos de transportar, ya que su peso es ligeramente superior, aunque no tiene por qué ser siempre así. Todo depende, claro está, de si lo que llevas encima son “Los pilares de la tierra” o “El principito”, pero ¿qué hay mejor en este mundo que poder quejarse de lo que te duele el cuello por el pedazo tocho que llevas en el bolso o la mochila? A mí, al menos, me encanta. Hasta tengo contracturas debido a ello. Al libro impreso nunca se le gasta la batería, huele genial, tanto si es nuevo como viejo, y en muchos casos son verdaderamente preciosos. Cuando le coges mucho cariño a un libro impreso y lo lees muchas veces, ese cariño se ve reflejado con arruguitas en las tapas y el lomo, esquinas dobladas y hojas amarillentas. Si te compras un libro impreso, lo podrás tener para siempre, ¡hasta podrás dárselo a tus nietos!, podrás escribir una dedicatoria en la guarda y que se te recuerde durante siglos como dueño y lector de ese libro. Además, si te compras muchos, podrás tener una colección, una biblioteca entera llena de historias que has leído. Podrás observar lomo tras lomo y recordar ese libro con el que reíste, ese otro con el que lloraste, uno con el que volaste, incluso aquél otro que te hizo tirarte días reflexionando. Uff, sin duda es difícil decidirse.
El precio, por otro lado, es un factor a tener muy en cuenta. En primer lugar, hemos de reconocer que el precio de los libros impresos es totalmente abusivo. Desde luego, esto es algo que le quita muchos puntos y que en un momento determinado nos puede echar para atrás a la hora de decantarnos por el formato. Sin embargo, si dijéramos de comprar un libro en formato electrónico ¿sería tan barato como nos prometen? Al principio los libros electrónicos se hicieron muy famosos por el hecho de que se suponían más baratos que los impresos, algo que, obviamente, llamó la atención de todos aquellos lectores empedernidos a los que poco les faltaba para estar endeudados con sus librerías cercanas. Inicialmente, rara vez subían de los cuatro o cinco euros por libro, pero conforme ha ido pasando el tiempo, no entiendo muy bien por qué, ciertas editoriales se han subido a la parra, y mientras el electrónico fuera al menos cinco o seis euros más barato que el de papel, daba igual cuanto costara, dando como resultado libros electrónicos al maravilloso y asombroso precio de once euros ¿Un chollazo verdad?.
A toda esta monserga podemos añadirle el hecho de la poca fiabilidad, en lo que a conservación y preservación se refiere, de los libros en formato electrónico. Es algo que debería preocuparnos seriamente, ya que desconocemos la perdurabilidad de los soportes en los que se almacena. Hoy día, podemos decir que no tenemos ni idea de cuanto tiempo es capaz de guardar la información un pen drive ¿dentro de cien años podremos acceder a esa información que guardamos? ¿qué grado de obsolescencia y qué grado de perdurabilidad tienen estas nuevas tecnologías? Es difícil saberlo, y es por esto que deberíamos sentirnos temerosos de todos esos libros que ya, actualmente, se están editando únicamente en formato electrónico, el cual cada día será más inminente.
Entonces ¿qué opino yo realmente sobre esto?
Como dije al principio, creo que esto es esencialmente una cuestión de gustos y de necesidad; de necesidad porque te puedes ver obligado a consumir libros electrónicos por no tener el poder adquisitivo para comprar los impresos o el sitio para guardar dichos. En mi caso es puramente cuestión de gusto.
Nunca me gastaría dinero en un libro electrónico. Si no tengo dinero para financiar mi ritmo de lecturas, prefiero dejar de leer, ya que para mí, el hecho de leer un libro físico y en papel, es una parte tan importante del proceso de lectura como cualquier otra. Me encanta pasar las páginas, me encanta que se arruguen las tapas. Me gusta poner el libro de frente y apreciar las páginas que me quedan guiándome por la sutil mueca de mi marcapáginas, y no por un rectángulo diminuto que se va rellenando mientras leo. Me gusta su olor, su tacto..., pero sobre todo, el hecho de que, al terminar de leerlos, pueda colocarlos en mi estantería y pueda recordar cada uno de los viajes e historias que he conocido gracias a ellos. Son más caros, es cierto, precisamente, España es uno de los países con los precios más altos en cuanto a literatura se refiere, pero yo lo pago a gusto.
Creo que con esto ha quedado clara mi opinión ¿no? Es cierto que el libro electrónico puede tener muchas ventajas, pero seamos sinceros, no hay nada como un pedazo tocho en la mochila y una bonita biblioteca en casa.
¿Qué opináis? ¿Libro electrónico o papel? Sé que este tema está muy trillado, pero siempre da gusto saber vuestras opiniones.