La que se avecinaa…
Ya conocéis todos el tema pero necesitaba decirlo, ya que corro cierto peligro personal, ejem.
La próxima ley de Igualdad de Trato promovida por Pajín establece el deber de colaboración. Estipula que los particulares deberán ofrecer «la colaboración necesaria» a la Autoridad para la Igualdad de Trato y la No Discriminación cuando así lo exija el cumplimiento de sus funciones.
Concretamente , los ciudadanos tienen que «colaborar» cuando la Autoridad investigue, por propia iniciativa, la existencia de posibles situaciones de discriminación por motivos de nacimiento, procedencia racial o étnica, sexo, religión, convicción u opinión, edad, discapacidad, orientación o identidad sexual, enfermedad, lengua o cualquier otra condición o circunstancia personal o social.
Cualquier otra circunstancia, je,…perfectamente pueden decir que le has llamado feo. Se ha comentado en broma pero podría ser.
Esta insidiosa regulación de la delación entre particulares no se deja ningún detalle. Así, el anteproyecto de ley establece que «el deber de colaboración e información» incluirá la comunicación de las informaciónes que contengan datos personales de terceros sin su consentimiento cuando resulte estrictamente necesario.
En el ejemplo de denuncia por atribución a un tercero de fealdad, supongo que los conocidos y vecinos estarían obligados a proporcionar información sobre la posible intolerancia estética del denunciado para con las fisonomías ajenas no agraciadas.
Y el campo de aplicación es universal. El articulito nº 3 dice: “Esta Ley se aplicará en todos los ámbitos de la vida política, económica, cultural y social”.
Ya ha causado conmoción la cosa en las redes sociales, apenas contenida por la rechifla inicial. Está claro que los blogs como este que leéis constituyen uno de esos espacios. Y según el artículo 1, el más totalitario, afecta a todo ámbito: ”a los derechos y obligaciones de las personas, físicas o jurídicas, públicas o privadas”.
No soy jurista pero los blogs son espacios privados, pero unos espacios privados que -a diferencia de la feliz época prePajín- ya no disfrutan de ninguna bula especial en cuanto a soberanía y libertad para expresarse. Ahora constituyen espacios de aplicación de la ideología estatal y, por tanto, lugares donde esta puede incumplirse.
Es decir, que los comentarios y opiniones aquí expresadas ya no tienen como única barrera la que había antes, la natural y lógica: la de otras opiniones en sentido contrario. A partir de ahora, ciertas afirmaciones pueden ser algo más que opinión, pueden ser delito. Al lado de esto, la Ley Sinde es una simple mordacita hecha de papel.
En fin, con el bolsillo vacío, el pico cerrado y encima contentos por la “Revolución Cultural” en ciernes. El camarada Mao y el senador Joseph Mcarty se sentirán felices en el inframundo.
Una vez dicho esto y al igual que los espías que se arrepienten, declaro que pienso seguir con el blog. Si lo veis desaparecer, sospechad.
Saludines acojonados, glabs