Revista Arte

¿debería llamarme ceo?

Por Insane Mclero @insanemclero

¿Debería llamarme a mi mismo CEO? Depende de cada caso, pero, esta es una cuestión que muchos deberían hacerse antes de hacerlo.

Antes de los 90, un Director Ejecutivo era un personaje relativamente desconocido que no recibía interés alguno por parte de los medios o los propios consumidores o mercados. Pero, con la loca moda de las puntocom todo cambió. Empezaron a llamarlo CEO (Chief Executive Officer), los CEOs empezaron a ganar cantidades exageradas de dinero y sobretodo a identificar su persona o marca personal con la empresa, y su posición dentro de ella, como la más importante de la compañía.

En los últimos 8 años, durante la crisis, ha habido un boom de startups, principalmente en el sector tecnológico. La mayoría de ellas con no más de 5-10 trabajadores, y, todas ellas tienen algo en común, un CEO. Pero, ¿es correcto hacerse llamar CEO en una startup o pequeña empresa? Bueno, legalmente lo es, moralmente, depende de cada uno. De cualquier modo, no te sientas avergonzado por hacerte llamar CEO, “es un término funcional y completamente aplicable a cualquier contexto corporativo sin importar la dimensión de la compañía”. Para aquellos que piensen que es solo aplicable a grandes empresas, David S. Rose nos da un buen ejemplo en Quora para entenderlo: Tu argumento sería equivalente a decir que una persona no puede ser descrita como escritor a no ser que publique en el New York Times o haya publicado un best seller, o que un alcalde no puede ser llamado así a no ser que su ciudad tenga 1 millón de habitantes. Nalin Savara dice: El tipo de personas que se sienten orgullosas de llamarse CEO de una pequeña empresa son aquellos que de verdad creen en ello, y tanto si logran hacer crecer el proyecto como si no, se sienten orgullosos de lo que hacen y a la espera de los grandes retos. Y yo, estoy de acuerdo, si eres el CEO de tu startup, felicidades, porque eres la persona que tiene las responsabilidades, el compromiso y quien carga con el peso del trabajo duro. Tú lo hiciste real.

Así que, la decisión final recae en como de orgulloso estás de tu empresa para llamarte CEO, sin embargo, como es un simple título o apodo corporativo, solo tu habilidad para dirigir puede decidir el futuro de tu proyecto.


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