¿Debo actualizar mi placa base? (10 razones para hacerlo)
¡Un PC lento es un gran dolor de cabeza!
La mayoría de las veces, una actualización de hardware es la solución definitiva que arregla el problema.
Cuando se habla de actualizar las piezas del PC, muchos piensan en conseguir una CPU mejor o instalar más RAM.
En realidad, también puede ser necesaria una actualización de la placa base, ya que es la plataforma central que permite que todos los componentes de tu PC se comuniquen.
¿Con qué frecuencia debes actualizar tu placa base?
¿Cómo puedes saber que ha llegado el momento de comprar una nueva?
En este artículo, trataremos diez razones para considerar la actualización de tu placa base y si tienes otras opciones en lugar de actualizarla.
También te daremos algunos consejos y recomendaciones de productos si decides apretar el gatillo y actualizar tu placa base.
¿Debo actualizar mi placa base? (10 razones para hacerlo)
Debes actualizar tu placa base si quieres instalar una nueva CPU o un módulo de RAM que no sea compatible con tu placa actual.
También es posible que necesites una nueva placa base si piensas hacer overclocking con tus componentes, ya que las placas base con overclocking tienen módulos reguladores de voltaje más duraderos.
Una tercera razón es conseguir nuevas características como una o más de las siguientes:
- Más y más rápidas E/S, incluyendo USB 3.0.
- Soporte M.2 NVME.
- La última generación de ranuras de expansión PCI.
- Conectividad Bluetooth y Wi-Fi a bordo.
- Mejora de la funcionalidad de la BIOS.
- Más cabezales RGB y de ventilador.
Por último, sustituir tu vieja placa base puede ser tu única opción si la actual está defectuosa.
Todos los componentes electrónicos acaban desgastándose, y las placas base no son diferentes.
Cualquier pequeño problema puede hacer que el PC funcione mal y señalar que es necesaria una actualización.
Lo mejor sería que no esperaras siempre a que se rompa un componente para considerar su sustitución.
Con esta breve explicación, profundicemos en cada motivo y consideremos sus matices.
1. Sustitución de la CPU
Una nueva CPU más rápida es probablemente la principal razón para actualizar tu placa base.
Si tu sistema es lento y el uso de la CPU es superior al 90 por ciento cuando está en reposo, es un indicio de que deberías considerar la posibilidad de actualizar la CPU.
Tu ordenador también puede beneficiarse de una actualización de la CPU si tiene una más antigua con un número limitado de núcleos (por ejemplo, dos núcleos) o una velocidad de reloj más baja (por ejemplo, 2,5 GHz).
Antes de comprar una nueva CPU, asegúrate de que la placa base tiene un zócalo adecuado.
Es el momento de actualizar si tu placa base no es compatible con el nuevo zócalo de la CPU.
Por ejemplo, no puedes instalar las nuevas CPUs Intel de 12ª generación en placas base con el zócalo LGA1200, ya que los nuevos modelos requieren el zócalo LGA1700.
Dado que los zócalos de las placas base suelen compartirse entre generaciones de CPU, una actualización de la placa base puede ser opcional.
Por lo tanto, no es necesario que compres una nueva placa base si las CPUs más antiguas y las más nuevas utilizan el mismo zócalo de CPU.
Sin embargo, es posible que tengas que instalar actualizaciones de la BIOS para que la CPU funcione correctamente.
Nota: Antes de invertir en una nueva CPU, descarta los problemas de software como posible causa de la lentitud de tu PC.
2. Actualización de la RAM
La actualización a nuevas versiones de RAM requiere una placa base que pueda soportar los nuevos módulos de RAM.
Las memorias RAM utilizan la tecnología de Doble Velocidad de Datos (DDR) para transferir datos entre tu almacenamiento permanente y tu CPU.
Hasta ahora, hemos tenido cinco generaciones de esta tecnología, y ninguna de ellas es compatible.
En otras palabras, tu placa base debe ser compatible con la versión exacta de DDR si quieres disfrutar de las ventajas de rendimiento de las nuevas generaciones de RAM.
Si quieres actualizar tu memoria RAM DDR3 a DDR5, también tendrás que comprar una nueva placa base.
Por supuesto, instalar más memoria RAM de la misma generación también es una opción a la hora de actualizar tu sistema.
Por ejemplo, si tienes 2 módulos DDR3 de 4 GB funcionando en modo dual, puedes cambiarlos por barras DDR3 de 8 GB para duplicar tu memoria.
Tu velocidad de transferencia de datos seguirá estando limitada a 2133 MT/s, pero el aumento de capacidad probablemente suavizará la mayoría de los fallos que experimentas con tu configuración actual.
3. Puertos más rápidos
Los diseñadores de hardware siempre se esfuerzan por conseguir conexiones más fiables y mejores formas de transferir datos rápidamente.
Por eso tenemos muchos estándares de puertos y ranuras, desde USB hasta SATA y PCIe.
Como regla general, las tasas de transferencia se duplican cada tres años, pero puedes saltarte una generación de mejoras sin perder mucho.
Alrededor de cinco años es lo máximo que debes esperar para actualizar tu placa base y obtener los últimos puertos.
Actualmente, la velocidad máxima del USB 3.0 es de 5 GB/s, mientras que la velocidad máxima del SATA III es de 6 GB/s.
Las versiones más recientes de USB son mucho más rápidas, ya que el USB 3.1 proporciona 10 GB/s y el USB 3.2 Gen 2×2 se amplía a 20 GB/s.
Además, un puerto Thunderbolt 4 puede ser lo que necesites si quieres añadir una tarjeta gráfica externa a tu sistema o necesitas conexiones considerablemente más rápidas para la transferencia de datos.
El ancho de banda de los conectores Thunderbolt 4 es de 40 GB/s, lo que permite una rápida transferencia de datos hacia y desde el almacenamiento externo.
4. Nuevas características
Probablemente no consideres que la placa base sea la parte más elegante de tu ordenador, con funciones geniales.
Sin embargo, como todo lo relacionado con los ordenadores, el mundo de las placas base ha experimentado importantes avances.
Para beneficiarte de estos avances, tienes que actualizar tu sistema.
Cambiar tu placa base tiene una serie de ventajas.
Por ejemplo, el Bluetooth y el Wi-Fi no están disponibles en todas las placas base.
Estas funciones son esenciales en el mundo moderno, aunque no sea el componente más crítico de la placa base.
La tecnología Wi-Fi estándar disponible actualmente es la Wi-Fi 6.
Ofrece la conexión más estable.
La versión más reciente de Bluetooth es la 5.2, y muchos la consideran una gran mejora respecto a la 5.0 e incluso la 5.1.
Su mejor característica es su capacidad para realizar transacciones en paralelo, lo que te permite conectar varios dispositivos Bluetooth simultánea y rápidamente.
Con una actualización de la placa base, también puedes utilizar un SSD M.2 NVME, un diminuto SSD del tamaño de un chicle que se introduce en tu placa base.
Estos SSD son mucho más rápidos que sus homólogos más antiguos y ofrecen una fiabilidad significativamente mayor porque se montan directamente en la placa base, por lo que no hay cables.
5. Ranuras de almacenamiento
La mayoría de las placas base admiten un mínimo de cuatro unidades SATA, aunque algunas llegan hasta ocho.
Algunas llegan incluso a más, aunque no están de moda.
Si necesitas conectar más dispositivos de almacenamiento, necesitarás una placa base especializada con más ranuras.
Si eres un profesional creativo, como un fotógrafo o un editor de vídeo, que necesita trabajar con archivos de gran tamaño, puedes utilizar un almacenamiento conectado a la red (NAS) en lugar de actualizar tu placa base.
Un NAS es esencialmente una colección independiente de discos duros agrupados en un dispositivo al que se puede acceder a través de una red.
Puedes conseguir rápidamente 20 TB de almacenamiento sin tener que trastear con el interior de tu PC.
6. Cabeceras RGB
La mayoría de los componentes modernos disponen ahora de iluminación RGB para mejorar el aspecto de la caja del PC.
Estos componentes RGB requieren cabezales RGB para iluminarse.
Mientras que las placas base más modernas incluyen dos cabezales RGB, cada uno de los cuales puede dar alimentación de 12 V, las placas base más antiguas no los tienen.
Puedes comprar un controlador RGB con un mando dedicado si tu placa base carece de conector RGB.
Conecta tus ventiladores al controlador RGB y cambia el color de los ventiladores con el mando.
El inconveniente es que no puedes controlar cada ventilador, ya que el controlador suministra información de color a todos los ventiladores conectados.
Sin embargo, puedes cambiar los colores utilizando los cabezales RGB de tu placa base.
7. Nuevo caso
Si quieres dar un lavado de cara a tu PC cambiando su carcasa, el factor de forma de la placa base es un punto crucial a tener en cuenta.
Las placas base grandes y voluminosas no caben en las minicarcasas.
Las placas base están disponibles en tres tamaños diferentes:
Las placas ATX son las de tamaño normal que se ven en todas partes, mientras que los otros dos tamaños son menos comunes.
Puedes utilizar una carcasa más pequeña con las placas micro o diminutas, pero tendrás menos ranuras PCIe, ranuras de RAM e interfaces.
Considera si la nueva carcasa tiene el tamaño adecuado para tu placa base antes de tomar una decisión.
Nota: Es posible que tengas problemas con los tornillos al trasladar tu placa base a una nueva carcasa porque los tornillos pueden ser incompatibles. Sin embargo, puedes pedir fácilmente unos nuevos en línea. Recuerda que no es necesario que aprietes todos los tornillos para sujetar la placa base, ya que bastará con unos pocos.
8. Overclocking
La CPU de tu ordenador viene preconfigurada de fábrica para funcionar a una velocidad máxima determinada.
Tu CPU debería funcionar sin problemas si la haces funcionar a esa velocidad con una refrigeración adecuada.
Sin embargo, algunas CPUs están desbloqueadas, lo que significa que puedes aumentar su velocidad de reloj.
Seleccionando una velocidad de reloj más rápida o un multiplicador en la BIOS del ordenador, puedes hacer que la CPU funcione a un ritmo más rápido haciendo que procese más operaciones por segundo.
Los expertos llaman a este proceso overclocking.
El potencial del overclocking depende de la CPU y de la placa base.
Sólo algunas CPUs de Intel y todas las más recientes de AMD Ryzen permiten el overclocking.
Intel admite el overclocking en las placas base que comienzan con las letras Z o X antes de los números.
El overclocking se admite en las placas base de AMD que empiezan por las letras B o X.
Por ejemplo, el chipset B550 permite el overclocking de AMD, pero el A520 no admite el overclocking.
9. SLI o NVLink
Puedes actualizar la GPU de tu ordenador para mejorar la experiencia de juego y renderizado.
A veces, incluso la GPU más potente no puede darte el rendimiento necesario, especialmente si quieres editar vídeos o hacer simulaciones de ingeniería a gran escala.
Afortunadamente, puedes aumentar la potencia de la GPU de tu ordenador combinando dos tarjetas gráficas Nvidia mediante las tecnologías SLI o NVLink.
Sin embargo, puede que necesites una nueva placa base con más de una ranura PCI Express x16.
Afortunadamente, estas ranuras son retrocompatibles, por lo que una placa base con una ranura PCI Express x16 2.0 admitirá una tarjeta gráfica PCI Express 3.0 actual.
SLI divide la carga de trabajo en partes más pequeñas y permite que cada GPU renderice parte del cuadro.
Para ello necesitas dos tarjetas gráficas idénticas y un puente SLI, y la nueva serie RTX 3000 no permite SLI, por lo que debes utilizar modelos anteriores.
Puedes conectar varias tarjetas gráficas Nvidia RTX de primer nivel, como la RTX 2070 Super, RTX 2080, RTX 2080 Super y RTX 2080 Ti.
10. Placa base defectuosa
Las placas base suelen ser piezas de hardware muy fiables, pero los fallos y las averías son inevitables.
No suele ser fácil identificar una placa base defectuosa a la primera, porque primero hay que descartar otras causas.
Sin embargo, un signo revelador es que tu ordenador no se enciende en absoluto o no realiza el POST (Power On Self Test), el breve pitido que oyes unos segundos después de encender el PC.
Si tu PC no se enciende, comprueba los cables de alimentación y la toma de corriente para asegurarte de que recibe electricidad.
Además, comprueba el pequeño interruptor de la fuente de alimentación y asegúrate de que está encendido.
Si la alimentación está bien, puedes probar a volver a colocar las memorias RAM y a cambiar la batería del CMOS.
Sin embargo, te recomendamos que consultes a un técnico que pueda comprobar si tu placa base y otros componentes están en buen estado.
Sin embargo, las placas base no tienen por qué dejar de funcionar del todo.
A veces, una de las ranuras PCIe o de los DIMM de RAM muere sin afectar a las demás funciones de la placa.
Aun así, debes considerar la posibilidad de sustituir la placa base en estos casos, ya que el dispositivo es muy poco fiable y puede causar daños inesperados a los demás componentes del sistema.
¿Cuánto duran las placas base?
A pesar de no tener componentes móviles, los diseños de las placas base son increíblemente delicados.
Puedes esperar que una placa base dure al menos dos y, como máximo, diez años.
El calor, la humedad y el polvo suelen ser las principales razones por las que muere una placa base.
El calor excesivo puede reducir la vida útil de los condensadores de tu placa base o dañar las soldaduras, provocando un cortocircuito que da lugar a otros problemas imprevisibles.
La humedad del aire también daña tus circuitos con el tiempo, pero puede convertirse en un gran problema si te dedicas a la refrigeración extrema.
Cuando la temperatura de tu PC desciende por debajo de su entorno, la humedad del aire se condensa en gotas de agua que causan estragos en los circuitos.
La refrigeración por agua es otra forma en que la humedad puede dañar tu PC.
Inspecciona siempre tus bombas y tubos en busca de fugas, especialmente si tienes un bucle personalizado.
Tu placa base puede vivir mucho más tiempo si no la sometes a demasiada tensión y no tienes grandes expectativas.
Algunas placas base de más de 30 años siguen funcionando.
Consejos para actualizar tu placa base
Si decides que ha llegado el momento de dar una nueva vida a tu PC actualizando tu placa base, debes tener en cuenta algunos criterios antes de finalizar la compra.
En concreto, fíjate en los siguientes elementos:
1. Zócalo del procesador
Las CPUs de AMD e Intel tienen arquitecturas incompatibles.
Incluso diferentes generaciones de productos del mismo fabricante pueden ser incompatibles.
Necesitas una placa base que se adapte exactamente a la CPU que vas a utilizar.
2. Chipset
El chipset es una parte fundamental de la placa base que transmite las comunicaciones entre la CPU y el resto del sistema.
Por lo tanto, tiene que estar a la altura de tu CPU para hablar su idioma.
Intel y AMD lanzan diferentes versiones de chipset que soportan diferentes versiones de RAM DDR y USB, entre otras cosas.
Cuando compres una placa base, comprueba las especificaciones del chipset para ver sus características máximas soportadas y asegurarte de la posibilidad de actualización.
3. Ranuras de expansión
Una ranura de expansión es un lugar en tu placa base que te permite instalar hardware adicional y aumentar la funcionalidad de tu ordenador.
Una tarjeta gráfica es la tarjeta de expansión más común que puedes instalar en una placa base.
Las tarjetas gráficas se instalan en una ranura PCI Express de 16 pines.
Las ranuras PCIe también existen en variedades de 8 y 4 pines.
La mayoría de las placas base admiten al menos dos de cada una, pero si tienes requisitos específicos, normalmente puedes encontrar una placa con el número adecuado de ranuras.
4. Conectividad y E/S
Tu nueva placa base debería tener al menos las siguientes características de conectividad si quieres que esté preparada para el futuro durante los próximos cinco años, más o menos:
- USB 3.1 o 3.2
- Thunderbolt
- M.2
- PCIe 4ª generación
- Wi-Fi y Bluetooth integrados
Con tantos detalles a tener en cuenta, la elección de una placa base real puede ser confusa.
Aquí están nuestras principales recomendaciones para facilitarte el trabajo:
A. Gigabyte Z690 Aorus Pro
GIGABYTE Z690 AORUS PRO (LGA 1700/ Intel Z690/ ATX/ DDR5/ Quad M.2/ PCIe 5.0/ USB 3.2 Gen2X2 Type-C/ WiFi 6/ 2.5GbE LAN/ Placa base para juegos)
La Gigabyte Z690 Aorus Pro es una de las placas base de gama media con unas características aceptables que proporcionan una buena cobertura general con poco compromiso.
Es compatible con el último zócalo LGA1700 para las CPUs Intel Alder Lake de 12ª generación.
Hay cuatro conectores M.2 y muchas posibilidades de almacenamiento a través de los múltiples puertos USB 3.2 y USB 2.0 de este puerto.
Una Ethernet 2,5G y una Wi-Fi 6 son las únicas opciones de red en esta placa porque el fabricante quería mantener los costes bajos.
B. MSI MEG Z690I Unify
Placa base para juegos MSI MEG Z690I Unify (Mini ITX, Intel Core de 12ª generación, zócalo LGA 1700, DDR5, PCIe 5, LAN 2.5G, ranuras M.2, Wi-Fi 6E)
El MSI MEG Z690I Unify es una opción ligeramente más cara que ofrece una gama más amplia de características.
Al igual que la opción anterior, es compatible con las CPU Alder Lake de 12ª generación.
Tiene tres zócalos M.2, cuatro puertos SATA y conexiones Thunderbolt 4, y Wi-Fi 6E integrado.
La empresa está especialmente orgullosa de la capacidad de refrigeración de la placa base, que cuenta con dos grandes disipadores, una placa trasera de aluminio y una cubierta de aluminio.
C. Asus ROG Strix B660-I Gaming WiFi
ASUS ROG Strix B660-I Gaming WiFi LGA 1700(Intel 12ª Gen) Placa base para juegos Mini-ITX(PCIe 5.0, 8+1 etapas de alimentación, DDR5,WiFi 6,LAN de 2,5 Gb, 2xM.2 PCIe 4.0 Soporte de SSD NVMe, USB 3.2 Gen 2×2 Tipo-C)
Asus ROG Strix B660-I Gaming WiFi es una placa base de precio razonable orientada a los jugadores.
Su diseño de fácil manejo la hace adecuada para los constructores de PC principiantes que quieran experimentar el placer de montar un equipo personalizado.
La placa compacta tiene dos puertos M.2, un Wi-Fi 6 integrado y una ranura PCIe 5.0.
Si quieres ahorrar algo de dinero y no tienes intención de hacer overclocking a tu procesador Alder Lake, la placa ITX que debes elegir es la Asus ROG Strix B660-I Gaming WIFI.
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