Seis preguntas que te ayudarán a saber si el príncipe que tienes es el idóneo para ti.
1- Un sábado por la noche:
a) Te invita a cenar fuera, al cine o al teatro.
b) Su plan es que mires el partido de fútbol con él y le masajees los pies mientras tanto.
c) Suele quedar con su madre para ayudarla a convertir sus madejas de lana en ovillos.
d) Te lleva a lo de su madre ya que va a estar también su abuela, así le prestas tu par de brazos para que ella también pueda ovillar su lana.
2- Cuando toca tu zona de fruición tu cuerpo piensa:
a) ¡Ay Diosito mío gracias! ¡Cómo me gusta!
b) ¡Oh Dios! ¡Ojalá lo hiciera más a menudo!
c) ¡Dios mío! ¿Qué hace?
d) ¡No, por Dios, no!
3- ¿Qué frase cruza tu mente cuando lo ves dormido?:
a) Parece un angelito sobre su nubecita.
b) Si no pateara tanto...
c) A menos que sea a prueba de babas se me va a pudrir el colchón.
d) O consigo que esto que está en mi cama haga un tratamiento para dejar de roncar o me resigno a vivir sin dormir.
4- Cuando lo llevas a casa de tus padres un domingo al mediodía:
a) Es tan amoroso con tu familia que lo quieren más que a ti.
b) Mira lo servido con ojos que sin tapujos dicen «la culinaria de mi mamá es mucho mejor que esta porquería que me tengo que comer para quedar bien».
c) Le ofrece tu madre una cerveza, acepta. Le ofrece tu padre vino, acepta. Le ofrece tu hermano un licor digestivo, acepta. Le ofrece tu abuelo un whisky, acepta. Resumiendo: el NO es un monosílabo que no forma parte de su vocabulario en estas ocasiones, aunque debería.
d) Te juras y te perjuras que es la última vez que lo llevas, pues hasta tu tía ciega vio la comida dentro de su boca y tu tía sorda escuchó sus atronadores eructos.
5- ¿Qué piensas cuando entras en la cocina luego de que él haya cocinado?:
a) ¡Qué limpito dejó todo!
b) ¿Por qué ensució cuatro sartenes si hizo un huevo frito?
c) Me merece más la pena comprar otra cacerola antes que lavarla.
d) ¿Y si me mudo?
6- Lo primero que te dice por la mañana es:
a) Buen día preciosa, ¿dormiste bien?, ¿te preparo el desayuno?
b) ¿Vas a pasar al baño?, porque no doy más, o evacuo vientre y vejiga o reviento.
c) Necesito gasear, ¿te importa que lo haga en la cama?
d) ¡Esta camisa tiene mil arrugas! ¡La tostada no está lo suficientemente crujiente! Deberías hacer un curso intensivo de planchado y de culinaria con la mejor profesora del mundo: mi madre.
¡A contar!
Si tienes más de cinco a): ¡Felicidades!/¡Enhorabuena! Puedes quedarte con el príncipe que tienes.
La autora te aconseja que dentro de dos años aproximadamente vuelvas a realizar este cuestionario.
Si tienes entre tres y cinco a) y el resto c) o entre cuatro y seis b): ¡Bien! Pero sé consciente de que podrías tener un príncipe mejor.
Si tienes menos de dos a) o más de cuatro c) o d): ¡Fatal! Deberías empezar a poner los anuncios necesarios en Internet para que te provean otro príncipe.