Década de los años 60

El comienzo de la década de los sesenta siguió la grandiosidad de mediados y finales de los 50, con grandes obras maestras del cine, y a la par grandes partituras. Ejemplo de ello fueran algunas que no pudieron ser nominadas, pero que su belleza está fuera de toda duda, Rey de Reyes
Miklós Rozsa
1961

La gran evasión
Elmer Bernstein
1963 Romeo y Julieta
Nino Rota
1968 Hair
Galt Macdermont 1968

El corazón es un cazador solitario
Dave Grusin
1968 Las cosas de la vida
Philippe Sardé
1969

Paseo por el amor y la muerte
Georges Delerue
1969 En esta década nace otra nueva generación de grandes compositores, podríamos denominar, otros 7 magníficos que serían;
John Williams
Jerry Goldsmith
Henry Mancini
John Barry
Georges Delerue
Elmer Bernstein
Ennio Morricone Es cierto que deberíamos ser honestos e incluir a otros tan grandes como ellos, Ejemplo; Maurice Jarre
Dave Grusin
Nino Rota Bill Conti
Burt Bacharach
Michel Legrand
Marvin Hamlisch

Y curiosamente nos dan otros 7 magníficos. Los incluimos y dejamos que cada uno decida en qué lugar desea que estén cada compositor.
Es ya en esta década cuando explotan las grandes comedias musicales, como; Sonrisas y lágrimas,
May fair lady,
y sobre todo;
West side story,
Otra de las grandes películas y banda sonora de la historia
Sin embargo, desde finales de los sesenta, hasta finales de los setenta se viviría un ‘impás’ musical. Los grandes de siempre estaban en su etapa final, y la nueva generación de grandes compositores necesitaría unos años para coger el relevo y podernos ofrecer sus mejores repertorios. A pesar de esto hubo magníficos trabajos, como podremos ver en las siguientes páginas. Ahora estamos viviendo en el final de la etapa de esta generación; Williams, Goldsmith, etc. ¿Qué nos deparará la generación de los 80? Esto lo veremos más adelante. En los 60 surgió una generación de grandes compositores en Francia como Delerue, Legrand, Sarde, Jarre y otros. Con un estilo al más puro francés donde el ‘sonido acordeón’, esa melodía ‘parisina’, dulce y entrañable impregnarían una etapa de grandes partituras y hermosas melodías. Muchos de ellos pulularían entre el cine francés y el cine americano con bastante éxito como fue el caso de Delerue y Jarre.