- Ejercicio. David Ponce, de la Clínica Osteopática David Ponce, nos recomienda realizar unos 30 minutos de ejercicio al día. La actividad física es necesaria para nuestro cuerpo: relaja nuestra mente, aumenta el riego sanguíneo y favorece la eliminación de toxinas. Pero no sólo eso, el ejercicio tienen una efecto que ayuda aún más a nuestra felicidad: estimula las generación de endorfinas (las hormonas que nos producen la sensación de placer y relajación) a nivel cerebral, y disminuye el cortisol y la histamina, productores de desajustes orgánicos relacionados con el dolor y la infelicidad. ¡Media hora de ejercicio será el mejor antídoto contra la tristeza y el estrés!.
- Alimentación. Seguro que has escuchado alguna vez el dicho “eres lo que comes”. ¡Pues tiene toda la razón! Todo lo que consumimos tiene un importante impacto en nuestro estado de ánimo. Por eso, lo recomendable es comer algo ligero cada tres o cuatro horas y no saltarnos comidas para así mantener los niveles de glucosa estables. Además, debemos evitar el exceso de algunos alimentos como harinas blancas, grasas y el azúcar. Las frutas y las verduras en abundancia mejorarán nuestro metabolism interno. Y recuerda, la salud interior es lo primero para sentirse bien.
- Ríete. ¿Sabías que los niños ríen unas 300 veces al día mientras que los adultos sólo lo hacen unas 40? Reír es, aparte de divertido y saludable, nos ayuda a ser más felices y genera endorfinas.
- El amor. Amar y ser amados es una necesidad humana. Todos necesitamos las relaciones y el contacto para sentirnos felices. Nuestros amigos y familiares son indispensables para compartir la felicidad. El deterioro de este tipo de relaciones es la mayor fuente de infelicidad de las personas. Busca tiempo y especio para estar con los tuyos y cuida tus relaciones, serás mucho más feliz.
- Vive experiencias. Para el 75% de la población, los momentos y las experiencias aportan mayor felicidad que lo material. Vete de viaje con la gente que quieres, sal al campo para estar en contacto con la naturaleza o simplemente, da un paseo por un parque. Este tipo de experiencias nos llenan de sensaciones duraderas y buenos recuerdos que no se desvanecen.
- La importancia de la música. Escuchar música despierta nuestros deseos de cantar y bailar, lo cual genera una sensación de felicidad interna y alegría. Escucha música a diario y alégrate un poco el día. La combinación música, playa, deporte o relax pueden aumentar nuestra sensación de felicidad.
- Cuídate. A veces dedicamos tanto tiempo a los demás que olvidamos cuidarnos a nosotros mismos. Cuando te ves bien, cuando te arreglas y cuidas tu aspecto, tu felicidad aumenta. Si te encuentras bien contigo mismo transmitirás esta buena sensación al resto de personas, lo cual será beneficioso también para ti. No puedes querer si no te quieres a ti mismo antes.
- Ser asertivo. Es decir, exprésate de forma consciente, sincera, clara, directa y equilibrada. Comunica tus ideas y sentimientos de forma positiva, sin la intención de herir o perjudicar a los demás. De esta forma, mejorarás tu autoestima mientras eres tú mismo sin herir a los demás. Es parte de nuestra autoafirmación para la felicidad.
- Solidarízate. Es una de las mayores experiencias de felicidad. Dar sin esperar nada a cambio es un acto de amor que se ve compensado con beneficios emocionales. Practica y disfruta con la ayuda desinteresada a los más desfavorecidos.
- Descansa correctamente. Pasamos 25 años de nuestra vida durmiendo y este sueño debe ser de calidad. La felicidad está vinculada a encontrase bien y, para ello, será esencial experimentar el resto de consejos de esta lista con un cuerpo relajado y con la energía renovada de un descanso de calidad.
Revista En Femenino
¿Qué es la felicidad? No hablamos sólo de un estado emocional, de un determinado momento, sino de una actitud que nos acompañará a lo largo de las distintas etapas de nuestra vida. Es por eso que para cada persona, el anhelo de felicidad es diferente, así como las expectativas y posibilidades.
David Ponce, Director de la Clínica Osteopática David Ponce y autor del libros como Más amor y menos ibuprofeno o El dolor de espalda y las emociones, afirma que “la felicidad no se mide, no se pesa ni se compra, la felicidad depende de cada uno de nosotros y no sólo depende factores materiales, sino que son muchos los aspectos de nuestra vida cotidiana que debemos tener en cuenta para conseguir sentirse en harmonía con uno mismo”. Y para conseguir esta felicidad, es importante sentirnos bien por dentro y por fuera.