Hoy me he parado a pensar en los rasgos que, en cierto modo, definen a aquellos tipos de personas que consideramos 'ganadoras' (y sin que este término se malinterprete). Os dejo diez, y en cualquier caso no es un numerus clausus sino apertus y otros tantos podrían añadirse.
Aquí van:
1. Foco:
Son gente que no se dispersa, ni intenta tocar todas las teclas del piano al mismo tiempo. Han puesto el zoom en algo y no se distraen con otras tentaciones. La dispersión es uno de los grandes enemigos en la consecución de objetivos. Es un tema de sentido común. Cada alternativa tiene un coste de oportunidad, lo que dejo de ganar en por hacer otra cosa, y si me disperso dedico menos tiempo a lo que debería dedicar. Cada hora que dedico a realizar algo mejoro en ello. El dominio de un arte es cuestión de horas.
2. Compromiso:
No se limitan a cubrir el expediente, sino que quieren dar al máximo en la actividad o proyecto a realizar. Están involucrados al ciento por ciento con la tarea en la que están metidos. El gusto por lo bien hecho les mueve. Exceder expectativas les motiva sobremanera.
3. No dejan de aprender:
Siempre están buscando formas de mejorar y pulir aquello que tienen entre manos. Nuevos métodos, nuevas herramientas, nuevas ideas para seguir creciendo y conquistando metas. Ya decía Arie de Geus que 'la única ventaja competitiva sostenible es la capacidad de aprender más rápido que la competencia'. Casi siempre hay que correr mucho para quedarse en el mismo sitio. Quienes están arriba se exigen mucho así mismos.
4. Se fijan en los mejores:
No pierden su esencia, su autenticidad, pero tienen la humildad de aprender de los mejores, de aquellos que ya han demostrado cosas. Bertrand Russell apuntaba: 'La mejor prueba de que algo puede hacerse es que alguien ya lo hizo'. Hay que saber 'copiar' de manera inteligente. Replicar aquella que funciona y que uno pueda hacerlo propio y no pecar de orgullo e intentar reinventar la rueda.
5. Paciencia:
Saben esperar sin renunciar. Mucha gente no consigue resultados porque abandona demasiado pronto, a veces a las puertas del éxito. Lo dijo Henry Ford, 'son más numerosos los que renuncian que los que fracasan'. Si lo bueno fuese inmediato todo el mundo lo conseguiría. El Universo pone obstáculos para ponernos a prueba hasta dónde estamos dispuestos a luchar por nuestros sueños.
6. Orientación a resultados:
Son la prueba de fuego a la que toda persona se enfrenta. En el post Los 5 conceptos del liderazgo recogíamos las palabras de Guardiola cuando en cierta ocasión le preguntaron si duraría mucho en el banquillo. Su respuesta despeja todo tipo de dudas: 'Si gano, duraré mucho; si pierdo, poco'. Las personas somos el resultado de nuestros resultados. Está bien planificar, trabajar, tener paciencia, pero luego hay que pasar el examen final, poner nota.
7. Resistencia Emocional:
No se vienen abajo fácilmente. Tienen una gran capacidad de estirar la frontera del dolor ante las derrotas y los periodos de sequía. Son gente resiliente que saben de sobra que el éxito y el aspecto mental están íntimamente relacionados.
8. No huyen de los conflictos:
Sino que los enfrentan de cara. Las personalidades débiles se esconden; las fuertes aceptan lo que viene tal y como es. Jack Welch decía que el liderazgo está basado en el 'principio de la realidad'; en poner las cartas sobre la mesa y verlas a calzón quitado. Negar la realidad retrasa el crecimiento, la evolución, la mejora. Muchos conflictos no son gratos, pero cuanto antes se desenmascaren mejor. La sinceridad a la hora de analizar las cosas es fundamental. No es casualidad que el propio Welch dijese cierta vez: 'Dígale a sus empleados la verdad porque de todas formas ellos saben la verdad'.
9. Son optimistas:
Les brilla la cara, tienen entusiasmo. No son almas en pena que caen en el recurso fácil del quejiquismo, la excusitis o la victimitis. No son 'llorones' de las circunstancias e intentan fabricar alternativas para llegar al puerto que desean. Hellen Keller lo explicitaba bien: 'Ningún pesimista ha descubierto el secreto de las estrellas, ni ha navegado por mares desconocidos, ni ha abierto una puerta al espíritu humano'.
10. Buscan ayuda:
Son conscientes de sus fortalezas pero también de sus debilidades. No las esconden sino que las reconocen y piden ayuda. Se centran en aquello que saben hacer mejor (ahí está la ventaja competitiva) y lo que les falta lo completan con ayuda de terceros. No dejan que el orgullo les pueda (siempre peligroso) y no tienen inconveniente en recurrir a terceros.
Y una de regalo:
11. Se sienten cómodos en las relaciones sociales:
La vida es una venta continua y exige visibilidad, por lo que las personas extrovertidas lo tienen mejor para conseguir resultados, dan más juego. Lo que no se conoce, no existe; y a menudo, mucho más importante que lo que se vende es quien lo vende. La vida es un continuo flujo de relaciones personales, y como apunta Brian Tracy, 'venderás más en la medida que seas capaz de llevarte bien con gente de personalidades diferentes'. Ser versátil y flexible a la hora de tratar con la gente ayuda mucho.
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