Dios, ¡cuántas conversaciones internas y oraciones habremos tenido en nuestra cabeza cuando queremos algo! Cuando juegas a “Cara o Cruz” y no paras de decir mentalmente la parte de la moneda que quieres que salga. Cuando estás jugando a fútbol, chutas y ves como la pelota va lentamente hacia la portería y dices “que entre, que entre”. Incluso cuando te tiras un pedo estando con gente y dices “por favor que no huela, por favor que no huela”.