Empezamos el año con una fantástica noticia: ETA ha declarado un “alto el fuego permanente, de carácter general, que puede ser verificado por la comunidad internacional”. No podreis negar que es una buena noticia, ¿eh?
Eso si, tampoco puedo ocultar que el comunicado me sabe a poco por varias razones:
- un alto el fuego permanente está bien, pero habría quedado mucho mejor haberlo calificado como definitivo e, incluso, irreversible. La ausencia de estos adjetivos me crea cierta incertidumbre.
- ETA no desaparece, sino que seguirá luchando ”para impulsar y llevar a término el proceso democrático, hasta alcanzar una verdadera situación democrática en Euskal Herria”. Para empezar, después de 40 años de asesinatos, ETA no tiene ninguna legitimidad para nada que sea mínimamente democrático. Además, ¿en qué situación se queda la izquierda abertzale? ¿van a competir por escaños en el Parlamento Vasco?. Me habría gustado más que esta declaración fuese el principio del fin de ETA y que dejaran exclusivamente en manos de la IA todo el trabajo, pero exclusivamente en las asambleas elegidas democráticamente.
- En los siguientes pasos a dar por parte de España y Francia, el comunicado hace referencia a “abandonar (…) las medidas represivas y la negación de Euskal Herria” En cuanto a las medidas represivas, entiendo que se refieren a la política penitenciaria y a la ley de partidos. Si es así, me parece que hay que dar pasos. Se ha renunciado a la lucha armada para alcanzar objetivos políticos, así que lo lógico es facilitar la vía política y, por tanto, la posibilidad de que la IA puede presentarse ya en las próximas elecciones. Pero lo que no me parece que deba tratarse en una negociación con ETA son cuestiones políticas: los cuatro puntos que describen en el documento y que entiendo que resumen como “negación de Euskal Herria”. Como decía, ETA no tiene ninguna legitimidad ni representatividad para negociar asuntos políticos que nos afectan a todos. Esos asuntos deben de ser tratados en las Asambleas elegidas democráticamente por la ciudadanía.
Escribo estas líneas sin haber leido otras opiniones sobre el comunicado que puedan aclararme algunas cosas o incluso sacarme de algún posible error. Pero me apetecía compartir mi opinión inicial, aun a riesgo de que me podáis convencer de otras cosas.