Revista Ciencia

Declive invisible de los habitantes del mar

Publicado el 26 junio 2013 por Ciencia

Declive Invisible de los Habitantes del MarNo corren buenos momentos para vivir bajo el mar. La polución de las aguas y el aumento de la acidificación de los océanos, la sobrepesca, el comercio ilegal de especies en peligro de extinción, la contaminación acústica, la minería o las prospecciones y extracción de hidrocarburos están causando estragos en las poblaciones de numerosos organismos.
Y es que, aunque ocultas bajo el océano, las especies marinas, tan vulnerables a la acción del hombre, son las grandes olvidadas en los planes de conservación. Las organizaciones ecologistas celebran este sábado el Día Mundial de los Océanos para recordar la importancia de los ecosistemas marinos y las amenazas que los acechan.
Pese al evidente declive en la salud de los océanos, Ricardo Aguilar, director de Investigación y Proyectos de la organización conservacionista Oceana en Europa, admite que está habiendo algunos progresos: "Ha habido una serie de avances que consideramos importantes en política pesquera europea. Parece que va a salir adelante la propuesta para mejorar la gestión de las pesquerías y la eliminación de los descartes. También es importante que se haya prohibido definitivamente cortar las aletas a los tiburones".
"Además, continúan los acuerdos para declarar nuevas áreas protegidas, no sólo en España y Europa, sino en todo el mundo. Aunque el ritmo es demasiado lento, se van produciendo algunos avances", añade Aguilar.

El papel del consumidor

En su opinión, el ámbito pesquero es el que tiene más impacto en los ecosistemas marinos. Por lo que respecta a la comercialización de especies en peligro, Aguilar cree que "la información que llega al consumidor es bastante deficiente. Es complicado porque es el ciudadano el que tiene que convertirse en un experto para averiguar si el pescado se ha capturado de forma sostenible o el coral que va a comprar está en peligro de extinción", denuncia. En su opinión, todos los productos que lleguen al mercado deberían proceder de una gestión sostenible de modo que no tengan que ser analizados por los consumidores.
También cree que todavía no hay suficiente sensibilización entre la población: "Cuando hablamos de invertebrados hay personas que no saben que los corales o las esponjas son animales. Por eso son tan importantes las campañas de concienciación para que no se use el hígado de tiburón para cosméticos o el coral rojo", explica.
El conservacionista subraya que la explotación de los corales no sólo afecta a esta familia, sino también a las especies que dependen de ellos pues constituyen el hábitat de numerosos organismos.
Asimismo, el responsable de investigación de Oceana Europa lamenta la proliferación de nuevos planes para volver a hacer sondeos y perforaciones en búsqueda de petróleo y gas, así como el escaso interés que hay en nuestro país por desarrollar las energías renovables en el mar: "Nos preocupa la carrera por el oro, por el petróleo. Hay muchas energías, como la eólica marina, que están desaprovechadas en España", apunta.

La crisis y el aumento del furtivismo

Uno de los principales obstáculos a la hora de proteger los océanos es el gran desconocimiento que todavía hay sobre las criaturas que allí habitan: "Con la llegada de la crisis casi todos los programas de investigación se han paralizado. Y sin conocimiento es muy difícil poner en marcha planes de conservación", afirma Aguilar, que advierte que la retirada de los servicios de vigilancia en las zonas protegidas está fomentando el furtivismo y el pirateo: "Ha habido una disminución en la persecución de delitos y en la gestión y conservación de los espacios".
Por ello, aunque señala que el Gobierno sigue respaldando el proyecto para crear nuevas áreas protegidas, la inversión para la conservación de esas zonas, su gestión y vigilancia "se han visto reducidos al mínimo".
WWF, por su parte, reclama a las administraciones "que la crisis no sirva de excusa para recortar los fondos destinados a la protección del mar", como está pasando con las 25 Reservas Marinas de Interés Pesquero (RMIP) repartidas por las aguas españolas. Y es que, según subraya en una nota de prensa, "los recortes en la conservación marina suponen un retroceso con graves consecuencias".
Como ejemplo de ello, citan la reserva de Cabo Palos-Isla Hormigas, en Murcia, donde tras "un año de recortes en vigilancia ha disminuido en un 70% la población de meros". Aseguran que no se trata de un hecho aislado y que las consecuencias del furtivismo se observan ya en numerosas zonas. Además, recuerdan que "España se ha comprometido a tener el 10% de su superficie marina protegida en el año 2020. En la actualidad, solo lo está el 1%".

Pesca artesana vs. industrial

También Ecologistas en Acción ha aprovechado el Día Mundial de los Océanos para "reivindicar la pesca artesanal como alternativa para poder seguir teniendo pescadores, pescado en nuestras mesas y peces en el mar". En un comunicado, denuncian que "la degradación de mares y océanos es una realidad innegable y el agotamiento de los caladeros es una evidencia. La pesca industrial y el arrastre de durante las últimas décadas ha llevado la capacidad de regeneración de los ecosistemas a sus límites", aseguran.
La organización ecologista recuerda "el papel crucial" que los océanos tienen "no sólo para la vida en el planeta, sino también para la economía mundial". A pesar de su importancia para regular la temperatura y combatir los efectos del cambio climático "siguen sobrexplotados, degradados, contaminados y hay plásticos incluso en las planicies abisales".
Fuente: elmundo CIENCIA-2


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