Dado que el tema es low cost, tenemos varias opciones.
En primer lugar, y gracias a Dios, están las tiendas de decoración low cost. Cada marca, fiel a sus valores, nos aportan ideas y productos asequibles para casi todos los bolsillos. Hay veces que prefiero un catálogo de decoración a una revista de esta temática. Cada vez las marcas aportan más, sacan colecciones cada temporada, más variedad, imágenes donde podemos inspirarnos, tiendas online, etc.
Otra opción, que además está muy de moda, es la que practicaba tanto de pequeña. Yo lo llamaba manualidades (ahora DYE), que en el caso de la decoración podemos hacer bricolaje, carpintería, marquetería, arte floral, y hasta papiroflexia. Cada vez vemos más imágenes como estas en internet. En las tiendas ya venden fiso o celofán de colores (ahora washi tape), papeles de todos los colores y materiales diferentes con lo que se pueden hacer mil cosas (yo lo sé porque las hacía desde la guarde). También se llevan mucho las cajitas pintadas, cualquier objeto viejo de casa reciclado, muebles viejos pintados, sin olvidarnos del regalito de la vecina simpática que ha hecho con servilletas de papel en un curso del ayuntamiento. Todo esto ahora podéis aprovecharlo y seréis las más modernas del barrio.
Vía Pinterest
Realmente me encanta esta moda porque además de que entretiene es algo personal (ya se sabe que lo que hace uno mismo como que da más orgullo). Además es ecológico, un gran valor añadido, ya que reciclamos. No os penséis que porque sea reciclado tiene que ser feo, si no, mirad estos jarrones tan chulos. Y algo muy importante, el ahorro que algunas veces supone puede venir muy bien para adaptarnos a los bajos presupuesto.
Una última cosilla, ¿alguien sabe dónde venden jarrones como estos? Porque a las perezosas igual les apetece pagar por ellos en vez de hacerlos.
Disfrutad de la fiesta #decopedia en la que participo
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