A todos nos gusta comer o cenar en una mesa bonita, la vajilla, el mantel... esto hace que una reunión se convierta en una celebración, hoy veremos como una mesa clásica no tiene porque ser ni aburrida, ni triste, veremos materiales de siempre, que aun pueden seguir estando de moda y que debemos recuperar, joyas de otro tiempo que no debemos dejar en el olvido.
No os voy a hablar de cómo se colocan los elementos en una mesa clásica, en Internet existen muchísimos tutoriales y post específicos de protocolo que lo explican mucho mejor que yo, hoy solo voy a mostrar que aun que pasen los años, una mesa clásica no siempre es algo pasado de moda.
El mantel es lo primero que debemos decidir, en una mesa clásica yo me decanto por el blanco adornado con vainica, este que veis en las fotografías con servilletas a juego, lo hizo mi madre hace años, ella es de las artistas que hacen estas maravillas con las que yo me quedo con la boca abierta, por el trabajo, la perfección y la paciencia para hacerlas.
Este tipo de ajuares deberíamos recuperarlos en ocasiones especiales, están muy bien los manteles modernos y los hules, no digo que no, pero este tipo de joyas, han de perdurar en el tiempo, cuando colocas un mantel así en una mesa, casi ni tiene importancia lo que pongas encima, ya que la mesa va a estar bien vestida con un mantel y servilletas de vainica. Por cierto para guardarlos siempre es bueno dejar las servilletas extendidas, de manera que no toman malas formas.
La vajilla también es un elemento a tener en cuenta a la hora de poner una mesa clásica, exiten tantos modelos y variedades que ahora es una gozada poder elegir platos, y más si tenemos un mantel blanco, nos podemos permitir ciertas licencias de color, esta vajilla de porcelana ribeteada en dorados y negro, es un tanto seria, pero casa a la perfección con la decoración general, ya le damos un toque de color con las plumas en malva.
No nos podemos olvidar del centro de mesa, me he decidido por realizar algo sencillo, ya que la mesa tiene muchos elementos, he utilizado una bandeja oval de la misma vajilla, alrededor he dispuesto unas cuantas plumas, en el centro una vela adornada con una preciosa red con cuentas en los mismos tonos malvas que las plumas, un centro sencillo pero correcto.
La cubertería habla mucho de una buena mesa, debemos tener cuidado cuando la elegimos, ya que debería ser un modelo que siempre quede bien y no pase de moda, las lineas sencillas suelen ser un acierto, pero si sabemos que nuestra base siempre va a ser el blanco, nos podemos ser atrevidas, como lo fue mi madre hace muchos años decidiéndose por esta preciosa cubertería adornada con flores en relieve, siempre me ha encantado y aun me sigue pareciendo una preciosidad, los años la han beneficiado.
La cristalería es una parte importantísima en la mesa, si queremos una mesa clásica, debemos tener una cristalería completa con copa para el agua, el vino tinto, el vino blanco, para completarla la de cava o champang, e incluso la copita para el licor. Cristal de Bohemia, tallado o grabado, esas eran las clásicas cristalerías que se guardaban y decoraban el interior de antiguas alacenas.
¿Os siguen gustando las mesas clásicas para determinadas celebraciones?