Revista Ciencia
La decoración con plantas de interior no sólo cumple un papel ornamental. Investigaciones científicas recientes han demostrado que los beneficios que éstas aportan van más allá de lo estético. En lugares de trabajo reducen el estrés laboral y en los centros educativos favorecen la con centración.
Además, las plantas generan sensación de bienestar, mejoran la calidad del aire y nivelan la humedad y su pureza, ayudando a la prevención de la sequedad en las mucosas, garganta, piel y otros efectos derivados de la sequedad del ambiente, como la tos o la
Irritación er la piel.
Es uno de los factores más importantes a tener en cuenta en el cultivo de las especies que se usan en interior. Sin ella no hay fotosíntesis, que es el proceso por el cual las plantas fabrican su propio alimento, los azúcares que consumen todas las células de sus tejidos. Cuando una planta no dispone de la luz necesaria, su aspecto es pálido y débil, se caen las hojas y esto provoca un debilitamiento general, e incluso la muerte.
En general, las plantas prefieren sitios de la casa con buena luz, pero sin sol directo sobre ellas, ya que la mayoría proceden de bosques tropicales, donde están protegidas del sol por la densa masa arbórea. Dentro de estas masas existen pocas especies que pueden soportar una penumbra más acentuada.
Si la luz llega muy localizada, se debe girar la maceta de cuando en cuando para evitar que la planta pierda la simetría. La mayoría de aquéllas, cuyas hojas son de colores, necesitan iluminación intensa para mantener su brillo e intensidad, aunque sin sol directo.