Dicen que el pasado viernes fue el día mas feliz del año, vacaciones, verano y buen tiempo, pero ¿no lo seria aun mas disfrutando de una decoración étnica y veraniega? Con ese aire boho, desenfadado y rodeados o no de la brisa marina. Pues si, probablemente mucho mas, y aunque una aun respira aire de oficina, y hasta septiembre, no se tomara un break realmente vacacional, no dejo de dejar volar la mente y pensar en una escapada idilica a la playa, en un refugio chic donde perderme y disfrutar a lo super star de un despertar mirando al mar en mi cabañita particular.
Pero mientras me llega ese momento estrellato, mientras sigo imaginándome paseando por la playa, no me queda otra que inspirarme en esos interiores que serian la perfecta casa de verano. Con un toque de historia y de personalidad, y donde como no… no puede faltar la luminosidad de un blanco, y la textura de la rafia.
Estos espacios siempre acompañados de complementos de historia, con un aire boho, y detalles con sabor a mar. En la casa de hoy no faltan ni mucho menos, las caracolas.
La perfecta decoración de verano, se plaga de luminosidad en blanco y complementos de rafia y enea. Con ese toque natural que nos recuerda a Ibiza o a la costa mediterranea. Calidez de ensueño en un refugio perfecto para el verano.
Y es que ademas, el gusto por lo étnico, aquí solo nos va a denotar carácter, viajes, y mucha frescura, porque me negareis que espacios como la cocina, el dormitorio o el salón… no son para disfrutar.
Espero inspirar un poco vuestro lunes, de playa, de verano o de oficina.