Después del descanso estival he pensado que la mejor forma de comenzar es recordándolas a ellas, a las que sufren cada día en sus carnes el dolor de las diferentes guerras que se libran en sus territorios e, incluso, sobre sus propios cuerpos de mujeres.
Así comenzaré por unas mujeres sobre las que siento una especial debilidad: Las mujeres palestinas y especialmente las de Gaza. Son las que pierden hijos, maridos, hermanos, etc… en una guerra que no han creado. Pero al mismo tiempo son las que tienen que seguir pariendo, cuidando y criando hijas e hijos y alimentando en esas criaturas que paren en situaciones realmente lamentables que incluso les puede costar la vida, la ilusión y la esperanza en una resolución del eterno conflicto en el que viven.
Palabras como esperanza, libertad, trabajo o paciencia son las que aparecen en el nuevo trabajo que ha realizado el magnífico artista Dani Lagarto Fernández en el viaje que a lo largo del mes de julio le llevó a esas tierras en conflicto. Dani no es nuevo en este tipo de trabajos y el pasado mes de abril expuso su anterior trabajo '(13) 25. Al principio fue la palabra' en el Centre d’Informació i Recursos per a les Dones (C.I.R.D.) del Ayuntamiento de Barcelona, gracias a la organización y promoción que de su trabajo se realizó desde la Xarxa Internacional de Dones Periodistes i Comunicadores de Catalunya (XIDPIC-CAT) y después la misma exposición llegó al Colegio de Periodistas de Catalunya.
En su nuevo trabajo Dani incide en la necesidad de dignificar el trabajo de las mujeres palestinas, en el orgullo que ha encontrado en ellas, en sus trabajos cotidianos para mantener a sus familias y según sus propias palabras ha optado por fotografiar seres humanos que sobreviven con dignidad y una muestra de ello es la fotografía denominada “El árbol de la dignidad”.
Sencillamente una lección de orgullo y dignidad en unos territorios en los que se intenta pisotear por parte del Gobierno sionista de Israel los derechos humanos del pueblo palestino y, en concreto de sus mujeres. Y Dani, con sus fotos nos llama a la reflexión personal sobre este conflicto. Es su manera de luchar y dar a conocer otras realidades. Gracias.
Otro magnífico proyecto que se ha puesto en marcha es una Newsletter “Mujeres periodistas y conflictos en el Mediterráneo”. Esta es una iniciativa de la XIDPIC.CAT (Red Internacional de Mujeres Periodistas y Comunicadoras de Catalunya) y de la Red Mediterránea de Información y Comunicación con Visión de Género. Con este nuevo instrumento comunicativo se pretende que periodistas de países del Mediterráneo en conflicto que no pueden escribir la realidad de sus países en ellos, encuentren en esta publicación un espacio donde poder expresar con libertad lo que sucede en sus lugares de origen, sus opiniones o sus esperanzas.
En principio los idiomas utilizados en la publicación son catalán, español e inglés. Se traducirán a estos idiomas los artículos de interés que se reciban en árabe. Es de destacar que todos los artículos tienen copyright libre. Con esta iniciativa se espera que las mujeres periodistas que sufren alguna forma de censura en sus escritos, tengan una vía para dar a conocer la verdadera realidad en la que viven. Este proyecto de dar la palabra a mujeres sometidas y sin voz en territorios en los que se violan los derechos humanos es, también, una forma activa de lucha.
Estos dos proyectos son dos buenos ejemplos de cómo visualizar sin sangre ni términos militares, sin ordenes ni miembros desmembrados los conflictos armados que tenemos cercanos.
No son los único proyectos, puesto que en 2009 vio la luz el proyecto AWWP (Afgan Woman Writing Project) y que empezó, impulsado por la escritora y periodista americana Masha Hamilton, que estuvo en Afganistán como reportera en 2004 y 2008. En este caso se les dio voz a las mujeres afganas que, bajo la opresión de los talibanes, de un régimen político que no respeta sus derechos más elementales arriesgan su propia vida cada ocasión que deciden escribir sobre sus situaciones, pero aún así, apuestan por utilizar sus plumas y sus voces para dar a conocer al mundo cómo sobreviven cada día.
Estas nuevas maneras de defensa de los derechos de las mujeres en zonas en conflicto ha de permitirnos incorporar a nuestras luchas feministas y por la igualdad las voces de las que no son libres para denunciar la privación de sus derechos humanos más básicos.
Ben Cordialment,
Teresa