Revista Medio Ambiente

Defendiendo tu nuevo hábito

Por Valedeoro @valedeoro

Defensa con espada

Crear un nuevo hábito requiere paciencia y perseverancia. Especialmente durante las primeras semanas es importante mantener la rutina para arraigar bien el nuevo hábito y crear y reforzar las conexiones neurológicas que lo convertirán en automático. Aletheiae pregunta cómo puede conciliar esta idea con los cambios con las que te sorprende la vida (o tu familia, o tu jefe, o el nuevo horario del gimnasio).

Revisando la planificación de tu hábito

Cuando decides tomar la creación de tus hábitos (y por consecuencia tu vida diaria) en tus propias manos, te darás cuenta de algunos obstáculos. Tu propio cerebro se inventa mil y un excusas por las que sólo hoy podrás ignorar el alarma / comer aquel trozo de chocolate / saltarte la clase de baile / fumar un único cigarillito. Con uno poco de creatividad podrás prever estas excusas y prepararte al respeto.

No te olvides, tu eres la persona que mejor conoce a tu cerebro

:)

Mientras tu cerebro se concentra en los argumentos del “solo hoy”, así que podrás resolverlos día a día, aprendiendo de lo que funciona y lo que no. Sin embargo, también existen obstáculos externos, que requieren un replanteamiento de todo el hábito.

Cuando cambian las condiciones…

Decides implementar el hábito de ir a correr por las mañanas y por el cambio de horario ahora está demasiado oscuro para salir a las 6:30 horas. Decides irte a la biblioteca para estudiar por las tardes, y tu tía te pide que ayudes a tus sobrinos con sus deberes. Decides hacer yoga en la hora del almuerzo cuando te suprimen el horario. ¿Y ahora qué?

Ahora es el momento de recordar qué exactamente querías conseguir con este hábito. ¿Por qué te has decidido por esta rutina específica? Una vez que has descubierto el “por qué” detrás de tu actividad te será más fácil adaptar tu hábito a la realidad y buscar otra alternativa.

Mientras está oscuro por las mañanas, ¿puedes hacer otro tipo de ejercicio en casa? ¿Puedes conseguir una linterna frontal o correr por calles iluminadas?

Si por obligaciones familiares no puedes ir a la biblioteca por la tarde, ¿puedes organizarte con otro familiar para que tengas por lo menos dos tardes libres a la semana? ¿Puedes encontrar otro momento de paz, por ejemplo por la mañana antes de que empiece el día? ¿Puedes conseguirte cascos para aislarte si hay demasiado ruido?

Si han suprimido tu horario de deporte en tu gimnasio actual, ¿puedes cambiar de gimnasio? ¿Puedes crear una rutina a base de videos online para hacer tus ejercicios en el trabajo? ¿Puedes hacer otra clase diferente?

Recuerda el por qué

Si consigues recordar POR QUÉ querías instaurar este nuevo hábito, sabrás que es el momento de buscar otra manera. Si el impacto a largo plazo vale la pena, encontrarás una alternativa.

Si te das cuenta que en realidad no te aportaba tanto como pensabas, podrás enfocar tu energía en otro hábito.

Y si necesitas ayuda en cualquiera de estos supuestos, apúntate al nuevo curso de hábitos que empieza esta semana.


Imagen: Andreas Engel / flickr


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