La idea de que las personas que luchan con problemas de alimentación están todas bajas peso es en gran parte un mito. De hecho, el único trastorno alimenticio que clasifica con este criterios la anorexia nerviosa.
Muchas personas que sufren de bulimia nerviosa, trastorno por atracones, comen en exceso por un trauma emocional, en realidad entran en la categoría de sobrepeso y obesidad.
El trastorno por atracones es categorizado por algunos factores definitorios. El primero es el consumo de grandes cantidades de alimentos en períodos discretos de tiempo. Grandes cantidades puede ser algo subjetivo, sin embargo, hay que pensar en esto como una cantidad que es considerablemente mayor de lo que la mayoría de la gente comería en un período similar de tiempo y en las mismas circunstancias.
Segundo, el trastorno se caracteriza por la pérdida de control que siente una persona mientras come. A menudo dicen que se sienten como si fueran incapaces de detenerse incluso si así lo desearan.
Muchas personas explican que empiezan a comer y luego pierden la noción del tiempo y el espacio, sintiéndose desconectados de la experiencia.
En tercer lugar, las personas experimentan una abrumadora sensación de vergüenza y / o culpa después del atracón.
A menudo, la persona come en privado, debido a la vergüenza que siente acerca de sus comportamientos. La depresión, la culpa, la vergüenza y el asco son sentimientos comunes asociados con este trastorno.
Otros factores suelen estar presentes aquí. Estos son cosas como comer más rápidamente que la mayoría de la gente, con un sentido de urgencia innecesario, y comer sin sentir hambre y mucho más allá del punto de sentirse confortablemente satisfechos.
Además, pueden comer hasta sentirse físicamente enfermos por la cantidad de alimentos consumidos.
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