A pesar de las renuncias, de los sacrificios y las preocupaciones de ser madre, procuro vivir esta experiencia en una oportunidad para sacar a la niña que llevo dentro. La verdad es que no recuerdo en mi infancia, jugar, pintar ni guarrear. Sin embargo con Lola, aunque a veces me suponga una barrera mental, lo de guarrear, porque tengo que dejar de pensar en el control, trato de dejarme llevar y después ya veremos cómo solucionamos si manchamos, o estropeamos algo.
Estoy contenta con la actividad que hicimos hace unos días, pintar caretas. Lo suyo hubiera sido haber hecho todo el proceso, la careta y luego la pintura, pero mira, a veces en algunas tiendas te lo ponen fácil y cerca de mi casa tengo un tiger y a veces encuentro ideas para hacer con Lola.
En este caso compré unas caretas de gato, completamente blancas para luego poder pintarlas.
Así que nos pusimos a la obra. Por cierto os recomiendo que compréis plástico de pintor, para proteger de posibles manchas de pintura, pegamentos, las mesas y espacios donde pintéis.
Lola eligió pinturas al agua, acuarelas, pinturas de mano para pintar la careta.
Yo elegí rotuladores. Como véis el material de la careta de tiger admite todo tipo de pinturas.
Al final el resultado de las caretas fue el siguiente:
Creo que no quedaron nada mal. Yo traté de dedicarle un poco de tiempo a pensarlo y luego a hacerlo, sin embargo Lola, se lanzó sin pensarlo. Es lo que tienen los niños, que son más valientes y se arriesgan más.
Más tarde cuando llegó su padre de trabajar, me dijo que a él le hubiera gustado pintar también. Así que quizás lo volvamos a hacer. Por cierto el precio de la careta es de 3€.
¿Qué os parece el #diytiger? Me parece que esta empresa hace talleres de DIY, lo acabo de ver en su facebook.