Hoy os traigo una receta que no lleva chocolate. Es una receta rica, sana y fácil de preparar. Y se hace sola. Con ella, participo en la promoción de Madresfera y El Corte Inglés. Aunque, siendo sincera, esto sólo es una excusa porque tenía ya ganas de publicarla y compartirla.
El ingrediente principal es el brócoli. Pero antes de que os vayáis porque no os gusta, esperad. Dadle otra oportunidad. Lo bueno de esta receta es que el brócoli no va cocido, que es como solemos verlo en el plato. Así que esos olores nos los ahorramos. Además, lleva limón y ajo, con lo que, si no os gusta mucho el sabor de este vegetal, se puede disimular. Así que nadie diga que no le gusta el brócoli hasta que lo haya hecho según esta receta.
* Ingredientes:
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Un ramo de brócoli (crudo)
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Un limón o medio (según vuestro gusto)
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Ajo (pueden ser un par de dientes de ajo o ajo en polvo; personalmente, prefiero el ajo en polvo)
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Sal para sazonar
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Aceite
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Bacon (yo recomiendo encarecidamente que sea ahumado).
* Preparación:
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Trocear y lavar el brócoli. Dejar escurrir. Reservar.
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En una bandeja apta para el horno, echar un chorrito de aceite para evitar que se pegue el brócoli. Extenderlo bien.
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Poner el brócoli en la bandeja y sazonarlo.
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Echar por encima el ajo en polvo o trocear los dientes de ajo y echarlo también en la bandeja.
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Removerlo todo para que todo el brócoli coja el sabor del ajo y la sal.
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Lavar el limón y partirlo a lo largo. Distribuirlo también por la bandeja.
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Meter en el horno ya precalentado a 200º C y hornearlo entre 20 y 30 minutos, según si el brócoli os gusta más entero o más rendido, según también la cantidad que estéis haciendo y, por supuesto, según también de cada horno.
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Transcurrido el tiempo, sacarlo del horno y, con ayuda de unas pinzas, estrujar el limón caliente por encima del brócoli. Os aviso de que el jugo de limón sabe más que cuando es crudo, así que id probando.
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Mientras se templa, en una sartén saltead unas lonchas de bacon ahumado (enteras o troceadas).
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En el momento de servir, echad el bacon sobre el brócoli.
Tiendo a dar demasiadas explicaciones, pero os aseguro que se tarda menos en hacerlo que en contároslo.
CONTRAS:
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Hay que partir el brócoli en trozos no muy grandes y lo más parecido posible de tamaño para asegurarnos de que todos los trozos se hacen por igual.
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Para el brócoli sólo se usa una fuente de horno. Si os animáis a hacerlo con el bacon para darle ese toque de gracia, hay que lavar también la sartén.
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Cuidado con el limón. Como ya he dicho, el horno aumenta su sabor. Es mejor echar un poco primero y probar el brócoli. Siempre podréis echar más limón, pero si os pasáis de vuestro gusto y os queda muy ácido no os lo comeréis.
PROS:
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Yo suelo hacer esta receta como plato único, pero también viene genial de acompañamiento a un buen trozo de carne o pescado.
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Como todo lo que se hace en el horno, esta comida se hace sola. Sólo tenéis que preocuparos de controlar los tiempos la primera vez.
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Es una comida sana, lo que viene estupendo después de los excesos navideños que seguro todos hemos cometido.
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Es una de esas comidas que funciona tanto para uno como para diez comensales.
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Se puede hacer con o sin el bacon (si es ahumado mucho mejor), pero os aseguro que merece la pena sacar la sartén y churruscar un poquito. Es fantástico meterse un trozo de brócoli en la boca y morder un poquito de bacon ahumado. Le da otra gracia a la comida y alegra el plato
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Como es tan fácil de preparar, los niños pueden ayudar. Si aún no son muy diestros con el cuchillo, podéis dejarles romper los trozos de brócoli o ponerlos junto con los trozos de limón sobre la bandeja y echarle el ajo. También pueden ayudar a controlar el tiempo del horno. Si son como mis hijos, que les encanta ayudar a hacer de comer, estarán encantados. Y lo mismo hasta se lo comen encantados, como es el caso del Mediano, que lo devora y siempre le sabe a poco.
Bueno, pues ya me diréis si os vais a animar a hacerla o no. Y ya os contaré si con esta receta me seleccionan los señores de El Corte Inglés.