Revista España
La controversia que se da en esta tierra andaluza no tiene parangón. En cualquier campo turístico es apreciable.
Andalucía tiene playa y montaña, cocina tradicional y moderna, acción y tranquilidad. Incluso montañas donde uno tirita de frío para bajar unos kilómetros y quedar bañado por los rayos del sol.
Un ejemplo de esto es la Alpujarra. La ruta que le proponemos pretende acercarse a sus pueblos, saborear los paisajes, tocar la nieve y secarse el sudor de la frente.
Y es que en la Alpujarra se dan unas condiciones climáticas muy características ya que se pasa del frío al cálido clima mediterráneo en muy pocos kilómetros.
Romanos, árabes y españoles trataron de conquistarla pero fueron los musulmanes los que la hicieron suya durante mucho tiempo, llenándola de historias y leyendas y sembrándola de monumentos para el disfrute de los sentidos.
La Alpujarra se encuentra situada al sur de grandes cumbres como el Mulhacén y Veleta y en su territorio se encuentran la Sierra de Gádor, la Sierra de Lújar y la Sierra de la Contraviesa.
Es un terreno formado por grandes montañas y barrancos rápidos. Ideal para viajeros con espíritu aventurero y establecer contacto con la naturaleza.