Revista Cultura y Ocio
Lo de este fin de semana, el sábado por la tarde concretamente, en Telecinco, no ha debido de venir nada bien a esos que no paran de decir una y otra vez que las redes sociales están llenas de indocumentados, que bajo el amparo de cualquier blog, o balcón en internet, aprovechan para lanzar sus lodos, como mínimo repletos de inexactitudes y falta de profesionalidad.
Pues bien, este finde en el Imperio Vasile han estado sembrados. Mal se lo hubiera pasado Candela Peña que en su visita a La Resistencia, de Broncano, a la primera metedura de pata del presentador, ella le pregunta: ¿No te has preparado la entrevista?
En el programa de Emma García, "Viva la vida", que además arrasó, lo cual no dice nada bueno del nivel de exigencia de los espectadores, quedaba más que claro que los colaboradores no es que no se hubieran preparado el tema de invitados a la boda de las bodas de esa semana, sino que daba la impresión de que les acababan de sacar de la oscuridad de un garito nocturno y estaban aturdidos con tantas luces y taquigrafos.
Que no conociera nada de nada de los invitados al ágape nupcial, algún hijo de los reallities que por allí pululaba, tenía un pase para no enterarse de nada, pero los supuestos entendidos estaban tan confusos que dando su opinión podían hasta cambiarla en el mismo momento, dando por buena aquella frase de Groucho "aquí tengo mis principios, si no les gusta tengo otros".
Es una pena, y no va con coña, que Diego Arrabal, un profesional en lo suyo, y que nadie se atreva a preguntar "qué es lo suyo", tuviera un mal día porque si alguien podía salvar el naufragio era él, pero...
Esa misma mañana, en la mayoría de ayuntamientos de España se había interpretado una versión libre y única de "Juego de tronos", y por la tarde con Emma y su mariachi, se consumo una versión (iba a decir "libre", pero Vasile y el libre albedrío son incompatibles) de "El camarote de los Hermanos Marx", sin camarote y sin la sabiduría de los brothers americanos.
Lo de Emma y su programa es un microcosmos digno de estudio, en el que lo único que te da seguridad es su cara de saber lo que se hace, como cuando decides entrar en una calle en dirección contraria, porque son los demás los que están equivocados...
Al final este vecino llegó a la conclusión de que el vestido de novia de Pilar Rubio debíaser como un camaleón, que cambia de forma y se adapta al ecosistema que impera en el momento. Por la tarde, los "entendidos" de Emma, sin entrar en profundidades en el estilo del traje nupcial, porque era obvio que no sabían, todos coincidieron en que estaba muy bien. Por la noche, los entendidos del programa nocturno coincidieron en no salvar ninguno el traje.
Habrá que llegar a la conclusión, visto lo visto, que indocumentados hay en todas partes, y quizás a más de uno todavía habría que explicarle la diferencia entre ser "contertulio" y "uno que pasaba por allí porque en algún momento le brillo la estrella de la fama tan cerca que le quemó".
*FOTO: DE LA RED