Revista Cultura y Ocio

Del Papintern al primereo divino. Que Dios perdone a estos foristas

Publicado el 15 marzo 2015 por María Bertoni
Del Papintern al primereo divino. Que Dios perdone a estos foristas

Dios se coló en esta mesa.

Dios se coló en el Foro Internacional por la Emancipación y la Igualdad, concretamente en la tercera mesa de ayer viernes, que coordinó Jorge Alemán y donde expusieron -en este orden- Gianni Vattimo, Monseñor Marcelo Sánchez Sorondo, Leonardo Boff y Horacio González. En efecto, aunque de distintas maneras y por distintos motivos, el nombre del Todopoderoso apareció en boca de los expositores tras la ocurrencia del pensador italiano de combatir el neoliberalismo con un “Papintern”.

La idea de una versión cristiana, más bien franciscana, más bien pontificia de la Internacional Comunista (o Komintern) inspiró a Sánchez Sorondo, a González y al propio moderador. Juntos, estos participantes reflexionaron sobre el rol del Santo Padre en materia de política internacional -eventualmente en términos de resistencia anticapitalista- a partir de un análisis retórico de la expresión “Hagan lío” y de la utilización del verbo primerear en la frase “Dios siempre te primerea: cuando vos estás pecando, Él ya te está perdonando”.

Vattimo pateó el tablero con la ocurrencia de un Papintern.

Gianni Vattimo desvió el tema de la tercera mesa del viernes con su ‘Papintern’.

El título de la mesa era Actualidad de las tradiciones emancipatorias pero, ya en su introducción, Alemán había adelantado el protagonismo acordado a los usos del lenguaje como “práctica instituyente emancipatoria”. Antes de rendirle homenaje al fallecido Ernesto Laclau, el consejero cultural de la Embajada argentina en España sostuvo que los sustantivos EmancipaciónInclusión, Justicia, Amor remiten a “causas fundamentales, sin las cuales nuestra vida sería meramente biológica”.

Vattimo aprovechó la confusión de papeles donde había apuntado las ideas centrales de su charla para, fiel a su conducta provocadora, darles rienda suelta a la ilusión de un Francisco más comunista de lo que algunos dicen que es, y al delirio de la conformación de un Komintern cristiano. Según el pensador italiano, esta reedición de la organización internacional de origen soviético debería poner en práctica los preceptos de Jesucristo y llevar adelante una revolución “no violenta”, “religiosa y cultural además de política”.

Un poco más serio, Vattimo señaló el “conflicto entre las finanzas internacionales y los pueblos que las resisten” así como la ausencia de una “globalización alternativa a la globalización neoliberal”. De ahí la necesidad de una entidad supranacional que -a diferencia de aquéllas al servicio del statu quo económico transnacional- combata el dominio imperial.

Sánchez Sorondo recogió, no sin cierta dificultad, el guante de Vattimo.

Sánchez Sorondo recogió el guante de Vattimo con dificultad.

“Latinoamérica se ha convertido en el futuro de Europa” dijo el primer expositor, a contramano de los teóricos que apuestan a China e India, y que de paso acusan de terroristas a los Estados y pueblos que se niegan a acatar el (y la) orden neoliberal.

Medio divertido y medio incómodo, Sánchez Sorondo recogió el guante de Vattimo en una bandeja con declaraciones del Papa, entre ellas la del primereo divino. El sacerdote también citó a Mozart, Perón, Hegel y Mateo sin prever que estas referencias resultarían todavía más grises a la luz de la última disertación, a cargo del director de nuestra Biblioteca Nacional.

En honor a la verdad, a González conviene verlo/escucharlo antes que leerlo en una síntesis tan acotada como ésta. En efecto, sería criminal reducir a tres o cuatro párrafos el repaso de la historia de la ilustración laica en la Argentina, la identificación de los límites y las “envidias” de la ilustración popular, y la hermosa reflexión final sobre la importancia del rol de la lengua y la memoria en la problemática de la emancipación.

Antes de González, habló el sereno, riguroso, metódico y entrañable Leonardo Boff. A diferencia de sus compañeros de mesa, el teólogo y ecologista prefirió comentar la actualidad mundial, latinoamericana y brasileña en lugar de prolongar la broma del Papintern.

Del Papintern al primereo divino. Que Dios perdone a estos foristas

“Está en la lengua el problema de la emancipación”, sostuvo un frondoso Horacio González.

Que conste: no le faltó sentido del humor… “Yo esperaba que el Monseñor viniera a darles la extremaunción al capitalismo y la bendición a los proyectos populares” susurró con picardía apenas tomó el micrófono tras la intervención de Sánchez Sorondo.

“En Brasil hay mucho odio contra el Partido de los Trabajadores o, mejor dicho, contra los proyectos sociales que permitieron incluir a una Argentina entera” arrancó -entonces serio- para luego arremeter contra la burguesía de su país: “Es una de las más reaccionarias y estúpidas del mundo, y de las que más acumulan”. Enseguida agregó que “cinco mil familias detentan el 45 por ciento de la renta nacional”.

La denuncia pública alcanzó a los dueños de la Red Globo, “cuyos informativos y novelas forman más la cabeza de los brasileños que la red de escuelas públicas”, y desembocó en la pregunta “¿Cómo desmontar ese odio?”.

Tal vez a modo de respuesta, Boff se refirió a las manifestaciones que justo en ese mismo momento estaban teniendo lugar “en 35 ciudades de Brasil” en apoyo a la Presidenta Dilma Rousseff, en estos días acosada por el fantasma de juicio político -o revancha sanguinaria- a pedido del establishment. La movilización lo retrotrajo décadas atrás cuando él, Mercedes Sosa y otras personalidades de envergadura internacional elaboraron y firmaron la Carta de la Tierra con la intención de sentar las bases para la creación de una sociedad global sostenible, solidaria, justa y pacífica en el siglo XXI.

Leonoardo Boff utilizó otro neologismo al margen de Papintern: 'geocidio'.

Leonoardo Boff utilizó otro neologismo al margen de Papintern: ‘geocidio’.

El recuerdo disparó una nueva denuncia, esta vez contra la “insensibilidad de un sistema que prefiere ser suicida antes que cambiar”. De esta manera, y en sintonía con lo que Noam Chomsky advirtió en su clase magistral el día anterior, Boff también alertó sobre el peligro de autodestrucción y de paso le presentó al publico el término “geocidio”.

Con palabras del profeta maya Chumayel en el Chilam Balam (“vinieron a matar nuestra flor, a castrar el sol”), y sin dejar de reconocer la labor de difusión de Eugenio Raúl Zaffaroni en este sentido, Don Leonardo instó a limitar la perversidad del capitalismo no sólo mediante la implementación de políticas públicas de integración social, sino mediante la recuperación de la sabiduría ancestral de las grandes etnias aborígenes.

En este punto, Boff celebró la conducta ejemplar de Bolivia y Ecuador con su reivindicación del bien vivir (a no confundir con la noción occidental de bienestar) que se vio plasmada en la promulgación de las respectivas Constituciones ecológicas y en la construcción de una democracia comunitaria. Antes de terminar, el teólogo brasileño señaló una distinción interesante teniendo en cuenta el nombre del Foro: aquélla entre los términos Emancipación (de origen europeo) y Liberación (de extracción latinoamericana).

Sin dudas, cabe tomar nota. De hecho, tal como sugirieron varios expositores a lo largo de las tres jornadas que duró este evento memorable, la revolución empieza por las palabras.


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