La Juventus desperdició innumerables opciones de gol y sufrió mucho más de que mereció, pero gracias a su gran referente e ídolo Alex Del Piero logró la victoria que necesitaba ante Lazio (2-1) y recupero el liderato que Milan le había arrebatado transitoriamente venciendo al Chievo Verona.
Todo acabó resultando mágico para Del Piero, quien convirtiendo de tiro libre a los 82 minutos no solo hizo posible el triunfo del equipo, sino que además celebró de la mejor manera su encuentro oficial número 700 desde que viste los colores del club.
El premio fue tan merecido para Alex como para el equipo en general, que aunque redondeó una actuación sujeta a vaivenes en cuanto a rendimiento ejerció una gran superioridad sobre Lazio e hizo méritos para llevarse la victoria por un margen de goles mucho más amplio del que finalmente terminó consiguiendo.
Además del buen funcionamiento de la Juve, lo que propició la disparidad fue el planteamiento de Lazio, que siguiendo la línea futbolística bajo la cual viene trabajando desde que es dirigido por Eduardo Reja dejó en ofensiva solo a Tommaso Rochi y optó por ser sumamente cuidadoso y conservador.
Este esquema le trajo complicaciones a Juventus, que aunque se apoderó del balón y llevó el peso del encuentro no encontró la claridad que habitualmente un equipo requiere para desequilibrar y marcar la diferencia.
Lo que en principio modificó dicho escenario fue el golazo de Simone Pepe (recibió una brillante asistencia de Andrea Pirlo, nuevamente magistral, y definió de chilena), ya que tras el mismo las barreras se rompieron y el local mejoró mucho y dispuso de cuatro situaciones muy claras para aumentar la diferencia.
El que en ese momento dijo presente y lo evitó fue Federico Marchetti, quien respondió de forma extraordinaria y en cierto punto propició lo que sucedió sobre el cierre de esos 45 iniciales, que no fue ni más ni menos que el inmerecido empate anotado de cabeza por Stefano Mauri.
Recobrada la paridad volvieron los inconvenientes para el cuadro bianconero, que aunque en el complemento hizo nuevamente el gasto se encontró frenado una y otra vez por las líneas defensivas de un Lazio que no cambió su postura y jamás le vio la cara a Gianluigi Buffon.
Y fue así entonces como se llegó al final, en el que todo volvió a cambiar pero esta vez de la mano de Del Piero, quien reemplazó a Pepe a los 72 minutos y mediante un tiro libre en el que Marchetti se equivocó al posicionarse hizo justicia con el encuentro y también con su día de celebración.
Estirado el invicto, que al ser de 32 encuentros (18 victorias y 14 empates) ya es el mejor de un equipo en una misma temporada desde que se otorgan tres puntos por victoria, Juventus sigue soñando con lograr lo tanto anhela. Lo merece tanto como Alex.