Revista Cultura y Ocio
Miren ustedes que les diga una cosa, acérquense aquí, vengan, vengan..., no teman, que nos les voy a cobrar el iva, acérquense despacito, su oído aquí junto a mis labios... aaaaahí, un poco más arriba, eeeeeso es..., ahora atentos, escuchen bien, que les que voy a dar un buen consejo literario, qué digo un consejo, un favor enorme, una muestra de cordial amistad de las que no se olvidan, un detalle de los que se graban indeleblemente en el corazón, un soplo que les reportará unas cuantas horas de gran bienestar y activación imaginativa intraneuronal. En realidad con pocas palabras bastan, yo diría que una, pero voy a ser generoso con ustedes, les daré un par de palabras más, lo que viene siendo un tres por uno, para que no se me enfaden, anda, y me vengan luego quejándose de que nos le aporté la suficiente información.
Escuchen bien porque no lo voy a repetir:
HARRIET
Deletreo:
H - A - R - R - I - E - T
Con eso debería bastar, ya ustedes son grandecitos y avezados en la telemática y pueden ampliar contenido en google y demás buscadores, pero como he prometido regalarles otras dos palabras clave, ahí van:
RARA AVIS.
Sí, sí, no pongan esa cara: Rara avis. Así, tal como suena. Que si ya está, ¿dicen? Sí, ya está, ¿acaso quieren más? Lo demás, el argumento, las frases de promoción y todas esas cosas a las que soy alérgico se lo pueden mirar en la web de Alba: aquí.
Desde luego, si esta editorial no existiera, nuestras vidas serían más tristes y sosas, de eso no cabe duda. Y si no existiese esta colección, habría que inventarla, tampoco cabe duda de eso.
Basada en un hecho que conmocionó a la sociedad victoriana, una ficción de suspense mayúsculo, con una prosa efervescente y una edición impecable. Delicatessen otoñal.