Nigeria no es un vergel en el caos africano. Este país africano tiene bajo su subsuelo el ‘maná’ que codician presidentes, grandes magnates y, por supuesto, milicias terroristas. El delta del río que da nombre a Nigeria es una de las pocas regiones del África Negra- junto con Cabinda en Angola- donde el petróleo sale de las entrañas de la tierra a borbotones. Este cáliz, viscoso y apestoso, ha convertido al sur de Nigeria en una de las regiones más peligrosas del mundo. Milicias, grupos paramilitares, ejército y personal privado se baten en batallas campales por el ‘oro negro’.
En esta rica región se han establecido desde hace décadas las más poderosas e influyentes petroleras del mundo. Su personal se pasea por las áreas más pobres del país en sus todoterrenos reluciente levantando nubes de polvo a su paso… Mientras ellos no tienen con qué acallar los llantos de sus pequeños mientras el hambre devora sus ganas por seguir luchando. El petróleo: negocio para unos pobreza para otros. La desigualdad ha hecho que desde hace una década los secuestros al personal de las petroleras sea una amenaza constante. Esa es la única manera que tienen los nigerianos- de estas regiones- de combatir con la pobreza y la miseria. La desigualdad, pero sobretodo el hambre, agudizan el ingenio.
Los grupos guerrilleros que operan en la zona utilizan el factor sorpresa para dar sus golpes. Mal armados y peor organizados buscan siempre un botín monetario; rara vez utilizan sus secuestros para reivindicar asuntos políticos o tierras donde cultivar. Han aprendido de sus ‘colegas’ somalíes… Mejor el dinero en la mano.
El último ataque ha ocurrido en la localidad de Obehie. Los asaltantes detuvieron un vehículo ocupado por cuatro trabajadores extranjeros- tres británicos y un colombiano- cuando se dirigían hacía la planta de energía de Afam V1, que la compañía Shell tiene en la región de Abia. Durante el asalto se produjo un intercambio de disparos entre la policía y los asaltantes. Finalmente los guerrilleros dieron muerte al policía que escoltaba el automóvil e hirieron de gravedad al conductor del vehículo antes de secuestrar a los trabajadores. Los secuestradores solicitaron a la empresa NetcoDietsmann- subcontrata de la multinacional petrolera Shell- dos millones de dólares a cambio de la vida de su personal.
Este es el precio que tienen que pagar las empresas que deciden extraer el petróleo del Delta del Níger y son los peligros a los que se expone todo el personal que decide aceptar este tipo de trabajos. Los secuestros, nuevamente, fuente de subvención para los milicianos… En este caso, todo tuvo un final feliz ya que han sido liberados sin un solo rasguño.
Sin embargo, nadie ha confirmado si la petrolera ha efectuado el pago; pero la policía nigeriana sospecha que los secuestradores se vieron acorralados debido al cordón de seguridad desplegado por las fuerzas de seguridad alrededor de la zona en la que se produjo el secuestro.